C2: El Comité de Ética y la Continuidad

Elara llegó a la Sala del Consejo, un espacio amplio y minimalista cuyas paredes parecían absorber el sonido, garantizando la privacidad de las deliberaciones. Las cinco mujeres que conformaban el Comité de Ética ya estaban sentadas alrededor de una mesa de obsidiana pulida. Eran las mentes más agudas y los espíritus más dedicados a la preservación del equilibrio y la prosperidad de Neo-Veridia.

La Presidenta tomó asiento en la cabecera. El aire estaba cargado de una seriedad tranquila, la de quienes manejan las riendas de la sociedad con una responsabilidad inmensa.

—Buenos días, miembros del Comité —inició Elara, su voz resonando con autoridad—. Procedamos con el análisis de las nuevas asignaciones de reproducción. Comisaria Lina, por favor, presente el informe.

Lina, una mujer de semblante severo y una mente analítica formidable, asintió. Sacó una tableta delgada y la colocó en el centro de la mesa.

—Presidenta, Comitivas —comenzó Lina, su voz clara y precisa—. Hemos evaluado las solicitudes y los perfiles genéticos de los hombres disponibles para la reproducción en este ciclo. Hemos priorizado la diversidad genética para mantener la robustez de nuestra población, y la compatibilidad psicológica y de servicio para asegurar la armonía en los hogares.

Deslizaba imágenes y datos en la tableta. Rostros de hombres jóvenes, sus expedientes detallando sus aptitudes en el servicio doméstico, su historial académico en las artes del cuidado y la eficiencia del hogar, y su potencial para la procreación.

—Se han identificado treinta y dos candidatos óptimos para la asignación a hogares donde las líderes aún no han cumplido su cuota reproductiva o requieren un nuevo compañero de servicio y posible procreación. De estos, diez han sido preseleccionados para hogares de alto perfil, incluyendo el del Sector Administrativo Central y el del Instituto de Ciencias Avanzadas.

Elara observaba los perfiles. No había emoción en su análisis, solo una fría lógica. Cada hombre era una unidad valiosa, un componente vital para el funcionamiento del todo. La selección no era una cuestión de preferencia personal, sino de la optimización del sistema.

—¿Y qué hay de los candidatos con perfiles excepcionales en el manejo de la logística del hogar y la administración de recursos? —preguntó Elara, recordando una conversación previa con la Ministra de Infraestructura.

—Hemos reservado a cinco de ellos para ser considerados en asignaciones directas a los Ministerios, Presidenta —respondió Lina—. Sus habilidades exceden las del servicio doméstico estándar y podrían ser valiosos en roles de apoyo logístico y administrativo dentro de las instituciones.

Elara asintió lentamente. Era una medida necesaria para asegurar que el talento, incluso dentro de los roles serviles, fuera utilizado de la manera más eficiente.

—Procedan con las asignaciones —ordenó—. Asegúrense de que las familias receptoras sean notificadas con la debida antelación y que los nuevos compañeros de servicio sean debidamente integrados en sus hogares. La transición debe ser fluida y sin interrupciones en el servicio.

La reunión continuó con la discusión de otros asuntos éticos, como la evaluación de la salud mental de los hombres en servicio y los protocolos para garantizar que su educación continuara enfocada en la excelencia de sus roles. Elara escuchaba atentamente, tomando decisiones basadas en datos y en la visión a largo plazo para Neo-Veridia.

Al salir de la Sala del Consejo, Elara sintió el peso de la responsabilidad, pero también una profunda satisfacción. Cada decisión tomada, cada hombre asignado, era un paso más hacia la perfección inquebrantable de su mundo. La continuidad estaba asegurada, y la maquinaria social de Neo-Veridia seguiría operando a su máxima capacidad.