POV DYLAN
Me quedé allí inmóvil, bastante confundido. ¿Jess me había cerrado la puerta en las narices? Podía ser.
Volví a casa ya que era tarde y tenía bastante hambre. Esperaba que hubiera algo de comida.
-Ya he vuelto. –Dije en voz alta con la esperanza de que mi madre me escuchara.
-Estamos en el salón hijo, te estábamos esperando. –Dijo mi madre con tono alegre.
Me senté a cenar con Ashley, mi madre y el impresentable de mi padrastro. Cuando terminé, ayude a mi madre a recoger la mesa y directamente me fui a mi cuarto. Ya en la madrugada escuché pasos viniendo hacia mi cuarto. Abrí los ojos y miré hacia la puerta, era mi hermana.
-¿Se puede? –Dijo Ashley asomando solo la cabeza por la puerta.
-Claro, entra. –Dije un poco sorprendido.
-No puedo dormir, he tenido una pesadilla. –Dijo asustada.
-Ven anda. –Le indiqué que se tumbara conmigo, así estaría más segura y no tendría por qué tener miedo.
A las 7 de la mañana sonó mi despertador pero mi hermana estaba tan dormida que ni se dio cuenta. Le arropé, me vestí y baje a desayunar. No había nadie en la cocina aún. Cogí las llaves del coche y me dirigí al instituto. Vi a Jacob y a Jess en la puerta pero decidí entrar rápidamente para evitar saludar.
Después de las clases, tocaba entrenamiento y más vale que me diera prisa no fuera a llevar tarde y tuviera bronca con el entrenador, no podía arriesgarme. Ya en el vestuario saludé a Philip que al parecer no acudió a las dos clases que teníamos esta mañana.
Ya finalizado el entrenamiento, vi que Philip y Jacob estaban hablado al lado de los vestuarios.
-Y bueno, ¿cómo te fue ayer con Jess? –Dijo Philip intrigado.
-Bastante bien la verdad. –Dijo Jacob entusiasmado.
-¿Quedaste ayer con Jess? –Dije sorprendido.
-Sí, yo diría que tuvimos una cita perfecta, parecía haberse divertido mucho. –Dijo Jacob con una gran sonrisa en la cara.
-Me alegro tío, ya saldremos en pareja ¿no? –Dijo Philip con tono alegre.
-¿Pareja? –Dije más sorprendido aún.
-Bueno, de momento solos nos besamos… pero sinceramente creo que va bien entre nosotros. –Dijo Jacob bastante emocionado.
-¡Qué raro!, a mi anoche no me dijo nada de que estuvo contigo.-Dije sin saber muy bien por qué había soltado ese comentario.
-¿Cómo? ¿Anoche? –Dijo Jacob con tono molesto.
-Relájate tío, pasaba por su casa y solo le dí las buenas noches, eso es todo. –Dije burlándome un poco de la situación.
-Bueno, yo me voy a ir yendo, tengo cosas que hacer. –Dijo Jacob dirigiéndose a Philip.
-¿Pero qué pasa contigo tío? –Dijo Philip, acto seguido se fue con Jacob.
POV JESS
Estaba con Liz esperando a que salieran Philip y Jacob. Salieron juntos del gimnasio, Philip y Liz se despidieron de nosotros pero Jacob estaba un poco serio.
-¿Pasa algo? –Dije confundida.
-Es mejor que hablemos en otro lugar. –Dijo Jacob con tono seco.
Fuimos al patio de detrás del instituto donde había un banco y nos sentamos a hablar allí.
-Cuéntame. –Dije algo preocupada.
-¿Estuviste con Dylan después de que yo me fuera? –Dijo de forma muy directa.
-Mmm… fue a darme las buenas noches, nada más. –Mentí. Tragué saliva.
-Está bien. –Dijo un poco más calmado.
-¿Por qué? ¿Qué te ha dicho Dylan? –Dije un poco nerviosa.
-Estábamos en la pista, después del entrenamiento, Philip me preguntó cómo me había ido contigo, ya que supongo que Liz le habría contado que íbamos a salir tú y yo y bueno, Dylan se metió en la conversación y dijo que había estado contigo después de que yo me fuera. –Dijo un poco molesto.
-No te preocupes, solo fue eso, unas buenas noches. –Dije intentando calmarlo.
-Te creo, preciosa. –Dijo, acto seguido me dio un beso en la frente y se despidió de mí diciendo que se tenía que ir.
Fui corriendo al gimnasio pero no había nadie. Escuché pisadas en los vestuarios y decidí ver si era Dylan.
-¿Dylan? –Dije con intriga.
-¡Jess! –Dijo con tono alegre.
-¿De qué vas? ¿No sabes estar callado? –Dije muy enfadada.
-¿Pero qué mosca le ha picado ahora señorita Bennett? –Dijo burlándose de mí.
-Eres un imbécil Dylan, ¿cómo se te ocurre decirle a Jacob que ayer estabas conmigo por la noche? –Dije cabreada.
-¿Y no es cierto? –Dijo mientras seguía burlándose. Al parecer le resultaba gracioso.
-IMBÉC… -Me tapó la boca antes de que pudiera terminar la frase. Me cogió de la cintura y me apoyó en una de las taquillas del vestuario. Me dijo que no me dejaría hablar hasta que no me calmara. Le indiqué que lo había entendido mediante un gesto, entonces quitó su mano de mi boca y solo se me ocurrió decir: