CAPÍTULO 36- CELOS Y MÁS CELOS

POV JESS

Me fastidió bastante saber que Dylan asistiría con nosotros a lo de la sesión de cine al aire libre de esta noche, pero no quise darle más vueltas, era algo que se me escapa de las manos y no iba a hacer un revuelo de ello. Ian y yo por fin estábamos bien y no quería que nada ni nadie nos estropeara la relación. Al llegar vimos a Dylan que nos saludó con la mano y me dedicó una estúpida sonrisa pícara, la cual ignoré por completo. Dylan no sabía nada del enfado que tuvo Ian conmigo por haberle contado lo que pasó con él y era mejor que no lo supiera. No quería darle más vuelvas a nada de aquello y decidí tomarme la noche con calma. O al menos, eso pretendía.

Dylan no paraba de mirarme, cada gesto que hacía y parecía que me devoraba con su mirada. 

- ¿Qué películas pondrás? -preguntó Dylan que parecía bastante intrigado.

-Espero que una de miedo no, por el bien de Jess. -dijo Philip con tono gracioso. Todos me miraron.

-Si es de miedo tranquila Jess, yo estaré a tu lado. -dijo Ian con tono dulce. Me dio un leve beso en los labios. Pude ver cómo Dylan enfurecía mientras le aniquilaba con la mirada al haberme dado un beso.

- ¡Qué romántico eres Ian! -dijo Dylan algo molesto. Era obvio que le había molestado y simplemente me daba igual.

-Por Jess lo que sea. -respondió Ian de igual manera, super calmado.

--Bueno, ¡vamos a coger sitio! -dijo Liz como forma de camibar el tema y así cortar la tensión que parecía haber entre esos dos. 

 Dylan desvió la mirada hacia mí y me dedicó una sonrisa. No entendía cómo era capaz de hacer esas cosas delante de ellos, sobre todo delante de Ian, ese chico no tenía verguenza. Entre tanta gente, seguir a Ian se me hizo una tarea difícil, bastante de hecho. A pesar de cogerme de la mano, la gente, al empujar, hicieron que nuestras manos se soltaran. Dylan iba justo detrás de mí. Nos vimos acorralados por la gente. 

- ¿Ahora intentas ponerme celoso? -dijo Dylan mirándome fijamente a los ojos. Aquellas palabras me dejaron bastante sorprendida. No sabía a que venia todo aquello, como si yo pretendiera jugar a dos bandas.

-Pero, ¿qué dices? -dije sin entender a qué venía eso. El suspiró.

-Lo sabes muy bien, ¿novia de Ian? Jess, por favor, lo haces para fastidiarme. -dijo Dylan que parecía bastante celoso.

-No seas crío, compórtate como el hombre adulto que eres. -dije intentando buscar un hueco entre la gente. No quería permanecer encerrada con Dylan entre tanta gente. Me fastidiaba que pensara que utilizaba a Ian para darle celos, como si Dylan fuese importante para mí o quisiera estar con él. ¡Qué locura!

-Tú eres la niña chica aquí. -dijo Dylan que me miraba fijamente casi sin pestañear.

- ¿Perdona? -dije esta vez mirándole a los ojos molesta. Me estaba provocando y era mejor que no lo hiciera.

-Sí, sabes que me vuelves loco y aun así quieres provocarme trayéndote a Ian. -dijo Dylan mientras se acercaba a mí. Por suerte pude escuchar la voz de Ian a lo lejos. Me di la vuelta siguiendo el sonido y me logré orientar viéndole a lo lejos junto con los demás. Fui corriendo hacia él dejando atrás a Dylan que venía  justo detrás de mí. Parecía bastante molesto por la presencia de Ian. 

Ya una vez todos juntos y aprovechando que Ian estaba hablando con Philip sobre el trabajo allí en la bolera y que Liz estaba embobada mirando a Philip, Dylan se acercó sigilosamente a mí.

-Tenemos una charla pendiente. -surruró Dylan en mi oído. 

-Yo no tengo que hablar nada contigo. -le respondí de igual modo.

-Oh sí, yo creo que sí. -dijo algo molesto.

-No, no insistas más. -susurré para que no me escucharan los demás.

Traté de ignorar a Dylan durante toda la noche y al final lo conseguí. Dylan se tuvo que conformar con observarme en los brazos de Ian que parecía contento por estar conmigo. Sabía que le molestaba que Dylan estuviese allí con nosotros, pero como sabía que Dylan era el mejor amigo de Philip,y era todo un caballero, decidió ignorarle al igual que yo lo hice. 

Después de las películas, que por suerte no fueron de miedo, tocaba ir a cenar a algún sitio. Decidimos ir a una pizzería, era lo más cómodo y lo más económico, al menos para mí.

-¿Queréis pedir cada uno algo para vosotros o pedimos para compartir? -preguntó Philip mirándo a la carta.

-Compartir es una buena idea. -dijo Ian.

-Sí. -respondí.

-Claro, ¡cómo no! -dijo Dylan que le dedicó una mirada fulminante a Ian. Miré a Dylan con rabia y le fulminé.

-Si tú quieres optar por la otra opción que es pedirte algo solo para ti, estás en tu pleno derecho. -dijo Ian devolviéndole la mirada. ¡Toma ya! 

-Lo que pasa es que no puedo tener lo que quiero solo para mí. -dijo Dylan con una sonrisa burlona. Acababa de soltar una indirecta bastante directa. Era un estúpido, iba a arruinarlo todo por ser un caprichoso conmigo. Era hora de que aceptara que lo nuestro no iría más allá de simples tonteos pasados.

-Bueno, pues tenemos que ver entonces qué vamos a pedir para poder compartirlo entre nosotros. -dije para tratar de zanjar el tema.