Mundos Oscuros [editando]

Capitulo 28

— ¡¿Donde está Isabella?!– la voz de Dilan llega desde el recibidor y en su voz hay un deje de sorpresa. — ¿Dónde está? No sé habrá ido ¿Cierto?

Recojo mi cabello nuevamente y lo sujeto con una pinza; regreso a la sala y me encuentro a Nathalia tratando de tranquilizar a Dilan con un rostro confuso además de que, éste se encontraba recorriendo con su mirada todos los rincones de la sala con su rostro consternado.

— Pero ¿Que pasa Dilan? – Digo nomás llegar a él.

— ¿Puedes explicarme que carajos haces aquí cuando tú familia te está buscando por cielo y tierra?– me mira esperando una respuesta, antes de sacar su móvil del bolsillo delantero de su Jean — Llamaré a mi padre, por él fué por quién me enteré de todo este asunto; él está encargado de tu búsqueda.

— ¡No! Dilan, espera un momento. – Nathalia toma su mano impidiendo que su móvil vaya hasta su oreja.— ¿No crees que Isabella no lo hubiera hecho ya si fuera así de fácil? Isabella es inteligente, tómate un segundo para escucharla.

Por unos largos minutos Dilan se debatía entre si escucharme o, sencillamente seguir su parte racional y llamar a su padre; al final sus ojos se posan en mí y suelta un extenso suspiro.

— Te escucho. – dice con sus ojos cerrados y pellizcando el puente de su nariz antes de levantar su dedo índice y depositar su mirada en mí — Pero, si al final de todo lo que tengas que decirme considero que es más apropiado llamar a mi padre, lo haré.

— Ok, estarás en todo tu derecho. – digo tomando un suspiro. — En el tiempo en que Damon me mantuvo encerrada, trate de injeniarme muchas veces como acabar con Damon de una vez por todas. No solo escaparme, porque siendo así, el seguiría buscándome y todo esto se convertiría en un terrible círculo vicioso.

— Pero terminaste por escaparte. – Dilan dice levantando una ceja

— Claro, era la única oportunidad que tenía de hacerlo. – contesto como si fuera lo más obvio. — No sé cómo lo hicieron pero terminaron por encontrar mi antigüo paradero.

— ¿Quienes? – pregunta Nathalia, que hasta el momento se había mantenido en total silencio.

— Mis amigos. – un sabor amargo se posa en mi boca al instante en que esas palabras salen de mi boca. — No tengo total certeza de ello, pero es la conclusión más lógica que viene a mi cabeza. Además, si fuera por las autoridades, aún seguiría encerrada. Claro, sin ofenderte – agrego al ver cómo Dilan achinaba sus ojos con reproche.

>> Antes de salir de allí, deje una nota diciendo a dónde nos dirigíamos; al parecer alguien si la encontró porque mientras íbamos en el auto Damon recibió una llamada que hizo cambiar el rumbo hacía San Francisco.

— Recuerdo eso. Mí padre estuvo en su oficina el resto de ese día y todo el siguiente buscando una mínima pista o rastro.– comenta Dilan con una mano en su barbilla. — pero... Hay algo que aún no logro comprender, dices que dejaste una nota y ellos la encontraron, cuando siguieron tu rastro Damon recibió una llamada... Eso quiere decir que alguien está brindando información de los movimientos policiales, pero ¿Quien podría ser?

Esa simple suposicion ya había cruzado momentos antes por mi mente pero la descarte al pensar que, Joseph o Loren no serían capaces de ello, además de que sería algo completamente irracional al ser ellos quienes me buscan.

—Tengo claro que Damon tiene personas en la policía, son ellos quienes facilitan la mayoría de sus trabajos. — Digo llendo nuevamente hacia el lavado.

— Es una posibilidad bastante lógica, además de que no sería el primer caso de corrupción en la policía. – Dice Nathalia caminando detrás de mi y a su vez, Dilan le sigue.

— Por esa razón, debo pensar la manera de acabar con toda esta pesadilla. – mi voz sale en un susurro tras soltar un leve suspiro. — Debo pensar cada uno de mis movimientos, no puedo permitirme dar un paso en falso.

— Creo que es tarde para pensar en ello. – Nathalia habla con una sonrisa en su rostro tratando de aminorar la tensión en el aire. — Mañana ya pensaremos en algo. ¿Te quedarás a dormir?.

Se gira hacia Dilan quien tiene su mirada pérdida en algún punto de la pared, Nathalia mueve su mano frente a sus ojos y éste reacción parpadeando.

— Discúlpame cariño ¿Qué me decías?

—¿Qué si te quedarás a dormir? – Nathalia repite tras soltar una carcajada tímida.

— Ésta vez no podrá ser, tengo algunas cosas pendientes en mi casa. Será la próxima. – dice acercándose a Nathalia para después, dejar un casto beso en su frente.

La incomodidad se apodera de mi y aparto la vista de ellos; Dilan al notarlo carraspea y se despide antes de dirigirse nuevamente hacia la sala principal junto a Nathalia.

El silencio y la soledad que en el momento me rodea hace que miles de ideas lleguen a mi mente pero tras meditarlas unos segundos, termino por descartarlas; Pensaré en ello después de haber descansado y de recuperar un poco de estabilidad emocional.

Termino de enjuagar el tinte restante y vuelvo a sujetarlo con la pinza. Nathalia regresa con una sonrisa tonta y yo sonrió devuelta aunque estoy completamente segura de que ésta no llego a mis ojos, aún la incertidumbre de que sucederá el día siguiente es dueña de mis pensamientos.

— ¡Vamos! Levanta ese ánimo.– ella toma mis manos y les da un leve apretón. — Vamos a dormir, ya mañana se nos ocurrirá algo. Te traje ésta pijama, dormirás incómodo con lo que tienes puesto.

Ella me entrega un shorts y una blusa de tirantes; me acompaña hasta la habitación en la que dormiré y tras decirme que la busque si necesito algo, se despide con un beso en la mejilla y sale cerrando la puerta tras ella.

Me cambio rápidamente y entro a la cama, un leve frío entra por una rendija de ventilación haciendo que me estremezca y me acurruque más dentro de la colcha. Me quedo mirando el techo por unos minutos que parecieron horas y al final, me quedo dormida en medio de los leves susurros de mí mente.




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