Azul, hermoso, cristalino y fuerte era tu corazón, desde lejos se mantenía cercano al encierro, bajo las llaves de la incertidumbre. Mis ganas de tocarlo, tal como niña detrás de un globo, abruman mis pensamientos…
Entre más quería estar con él, más frío y escondido era, poco a poquito me daba ánimo: “quizás tiene miedo” escuché; quizás es mejor dejarlo así pensé…en su plena belleza, cortante con solo respirar su latir.
Sin tan sólo abrieras los ojos, dejarías caer aquello que te hace así, deja que el calor te muestre otro color, no es tarde grite!! Mi reloj con suavidad recordaba los segundos restantes… ¿Qué harás? Susurró… No está en mis manos le mostré, aún no es su tiempo, aún no quiere salir.