Así es la sal, quema al tacto y amarga su herida, así es al caer por la ropa, cada vez se derraman en búsqueda de un mejor camino, viendo una esperanza frente a la muerte eminente, aquella que va secando todo a su paso, sellando esos recuerdos que anhelan florecer en la memoria.
En un segundo, todo se mezcla, la ira por eso, el amor queriendo justificarlo y la esperanza envuelta en una fe cada vez más delgada, sujeta al quiebre de la próxima torcedura, dispuesta ya sin sentido a sucumbir en el acto, renacer como ave fénix en nuevo tiempo…nueva hora.