My life

Capítulo 1

2015

Todo empezó cuando tenía 10 años,lo sé, se que a esa edad la mayoría de los niños no tenían tantas preocupaciones y era más importante la escuela y pasar tiempo con tus amigos. Hasta ese momento, yo hacía esas cosas y… era feliz, pero un día, algo cambió dentro de mi.

De un día para otro, sentía que todo lo que hacía, no era suficiente y tenía que ser perfecta en todos los aspectos posibles, y no me importaba no dormir o comer, con que todo quedara bien; me alejé de mis amigos, ¿Por qué querrían juntarse conmigo, si soy una aburrida que se la pasa estudiando todo el día tratando de tener calificaciones perfectas?. Empecé a tener ese tipo de pensamientos y no podía dormir muy bien, en ese momento, lo ignoré y creía que se me pasaría de un día para otro, así fue durante meses y pasó lo inevitable…

Lo único que recuerdo de ese día era estar en el auditorio de la escuela para una reunión, - que era sobre nuestro desempeño académico- y de repente, sentí una sensación extraña, así que volteé, y vi a Annie - una de mis compañeras del salón- riéndose con sus amigas. Sentí como en mi cabeza creaba miles de posibilidades sobre el porqué de sus risas y entonces apareció, una voz en mi mente… esa voz que a veces te puede hacer sentir segura, y otras, te puede hacer sentir como una mierda.

Y ese día, no paraba de decirme una y otra vez…

Están hablando de ti …

¿Será porque eres una rarita?...

¿O porque jamás podrás ser como ellas?...

Estaba tan sumergida en mis pensamientos, que apenas me dí cuenta que lágrimas rodaban por mis mejillas y me sentía muy inquieta, noté algunas cabezas de mis compañeros, girarse para ver qué pasaba.

Sin pensarlo dos veces, salí corriendo del auditorio y me dirigí a la enfermería, porque sabía que lo que me estaba pasando, no era normal.

No puedo respirar…

Estoy sudando…

¿Qué está pasando?

Llegué a la enfermería sin saber cómo en esos momentos logré recordar en dónde estaba. Toqué desesperadamente la puerta, hasta que la enfermera me vió, y sin dudarlo, me llevó directamente a la camilla.

No podía escuchar las indicaciones que me estaba dando, no podía concentrarme, no podía hacer otra cosa, que pensar qué estaba pasándome. No sé por cuánto tiempo estuve así, pero de repente… todo se volvió negro.

Cuando desperté, estaba en la camilla de la enfermería y me dolía la cabeza y el cuerpo. Cuando me vió la enfermera Nancy, sacó del refrigerador una botella de agua y me la dió.

—¿ Cómo te sientes cariño?- me dijo con cara preocupada.

— Me duele la cabeza- dije con voz monótona..

—Es normal después de un ataque de pánico.

¡¿Qué!?

¿ Ataque de pánico?

Me puse pálida al instante, ¿Qué era eso? ¿podría morirme? ¿Qué le voy a decir a mi mamá?

Se cortó el hilo de mis pensamientos cuando tocaron la puerta y apareció la psicóloga de la escuela.

¿Qué hacía ella allí?

—Hola Zoey- me dijo la psicóloga Sabrina con una pequeña sonrisa.

—H-hola — dije nerviosa.

—Acompáñame.

La seguí sin decir ni una palabra. ¿ Me llevaría a su pequeño consultorio? ¿ Tendría algo que ver con mi supuesto ataque de pánico?

Llegamos a su pequeño consultorio y resultó ser más colorido de lo que imaginé; tenía las paredes de color verde pastel y en algunas paredes había algunas frases motivacionales en ellas. su escritorio era de vidrio,enfrente, había un sillón color rosa y a su lado, había un librero con muchos expedientes de alumnos.

—Puedes sentarte — me dedicó otra sonrisa.

—Gracias — le dije con voz tensa, mientras me sentaba en el sillón.

Sabrina se sentó en su escritorio y se cruzó de brazos, oh, oh, eso significaba que esto era algo importante.

— Me comentó la enfermera Nancy que tuviste un ataque de pánico y te desmayaste- me dijo con un tono serio.

— ¿S- si? .

— ¿Los habías tenido antes?.

— No — le dije con voz temblorosa — nunca.

– ¿Sabes lo que son?.

– No.

– Bien, voy a hacerte unas preguntas para saber qué fue lo que te pasó poder darte un diagnóstico,¿ok?.

¿Diagnóstico de que?.

¿Estoy enferma?.

– E-esta bien.

Sacó un par de hojas de sus gavetas y una pluma para escribir y me las dió.

Cuando las ví me di cuenta que era un test sobre salud mental, y ahí las piezas encajaron dentro de mi cabeza.

¿Tenía problemas con mi salud mental?

¿ Por qué se relaciona con lo que me pasó hace unos minutos?.

– Contestalo siendo lo más honesta posible, es para ayudarte a que no vuelva a pasar.

Y así lo hice. Las preguntas tenían que ver con mi día a día, o si ,me preocupo y estreso demasiado, si tiendo a ser perfeccionista, si evito los eventos sociales, si tenía problemas para dormir, etc.

Me sorprendí que todo lo que decía el test, lo hubiera sentido en esos meses y yo lo veía como algo normal, que se me pasaría, pero la verdad, era algo más serio de lo esperaba…

Le entregué las hojas a la psicóloga escolar y se quedó viéndolas por unos minutos. Cuando me dió los resultados, sentí un balde de agua fría recorrer mi espalda.

– Ya revisé tus respuestas y por lo que veo, tienes un trastorno de ansiedad generalizada, Zoey.

¿Q-qué?

¿Eso qué es?

¿Me puedo morir por eso?

–¿Es algo grave?- pregunté confusa.

– No, pero tienes que asistir a terapia para que puedas controlar esas crisis y contrarrestar los pensamientos negativos. Podría pasarte el número de una colega que trata a niños o puedo darte sesiones diarias después de clases.

–Yo… ¿tendría que decirle a mi mamá?.

–Si, si quieres en este momento podemos notificarle, aunque, la enfermera llamó a su trabajó y no contestó.

– ¡No!- contesté alarmada-. Yo puedo decirle lo que pasó.

–Está bien, pero quiero reunirme con ella cuanto antes, la salud mental no debe tomarse a la ligera.




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