Esto no puede estar pasándome.
No a pocas horas de navidad.
Primero, está el hecho de que he pensado en besar en Chris y en segundo el hecho de que una niña, su madre, la empleada del local y el guardia nos encontraron a ambos en el vestidor, conmigo semidesnuda cosa que hizo que las cosas se malinterpretaran.
—No puedo creer que esto esté pasando —me paso las manos por mi cabello. Después de que nos encontraran en el vestidor, discutí con la empleada y la madre de La Niña, quienes afirmaban que Chris y yo estábamos teniendo sexo en un lugar público, intenté asegurar un sinfín de veces que todo era un malentendido y no estábamos haciendo nada, sin embargo, cuando la empleada vio el vestido roto y de nuevo a mi semidesnuda, decidió no creer mi historia y acusarme de ladrona y no sé qué otras cosas más, como sea, la discusión se salió de control cuando La Niña hizo un pequeño comentario sobre mi desnudez, cosa que hizo que su mamá continuará acusándonos y asegurando que Chris y yo estábamos teniendo sexo en el vestidor.
Mientras discutíamos por ello y me apresuré a cambiarme bajo la mirada de todos y de Chris, quien intentaba explicarse y aclarar las cosas, la mamá de la enfadosa niña mató mi paciencia al llamarme zorra y trató de acusarme de ladrona por culpa del vestido roto, diciéndole a la mujer de la tienda que ella me había escuchado decir que robaría el vestido —todo esto porque su pequeña hija me vio en ropa interior—, al perder mi paciencia, comencé una discusión tan grande que terminamos aventándonos ropa y tirándonos el cabello por el lugar que el guardia llamó por más seguridad y terminé en la comisaría junto a Chris.
—Tampoco yo. No es como esperaba pasar el día... —murmura después de un tiempo. Ambos estamos juntos, sentados esperando a que Jordan o mama decidan aparecerse en la comisaría—. ¿Es en serio? Nunca en mi vida he tenido sexo en público y estoy siendo acusado de haber tenido sexo en público en uno de los vestidores de los tantos locales del centro comercial, ¿cómo es eso posible?
—Bueno, es tu culpa por arrancarme el vestido de esa forma.
Me quejo, alza las manos a modo de defensa.
—Diría que es más bien tu culpa por escoger la talla incorrecta.
—¡Qué no era la talla incorrecta!
Me quejo por quien sabe qué vez, he perdido la cuenta.
La risita que suelta me deja en claro que solo intenta molestarme.
—Te odio, es tu culpa que estemos aquí —me quejo de nuevo, está vez, lo miro, tiene la cabeza recargada a la pared y sus ojos están cerrados.
Chris no dice nada y dejo que el silencio se formule en la celda, es víspera de navidad y he terminado en la cárcel con mi ex novio, solo a mí me pasan estas cosas.
***
Debe transcurrir aproximadamente media hora para que mamá y Jordan aparezcan en la comisaria, es una suerte que el pueblo al mismo tiempo resulte pequeño para que la mayoría aquí se conozcan, porque el sheriff de la comisaría al final resulta ser amigo de Jordan y mamá, quién los deja pasar a la celda a vernos y dios mío, mamá aparece sonriente con la cámara de celular apuntando hacia nosotros como si en verdad necesitara documentar este momento.
—¡Por Dios mamá! —me quejo levantándome de mi lugar para caminar hacia las rejas y agarrarme de ellas—. ¿Qué haces?
Ella y Jordan comparten una mirada cómplice.
—Mi niña por primera vez en la cárcel —dice con una pizca de ternura en su voz que me hace dudar sí reírme o llorar—. Tus hermanos no van a creer esto hasta que lo vean.
—Es verdad, todos morirán al verlo —asegura Jordan y Chris se ha levantado de su lugar para llegar hacia mí.
—Mamá por favor, detente —le ruego tras las rejas y ella deja de grabar, siento una pizca de alivio. Ella frunce el ceño y se acerca un poco más hacia su esposo.
—¿Sucede algo?
Le cuestiona.
—Me he quedado sin batería —le responde de inmediato—. Saca tu teléfono que aún no he tomado fotografías de Mía y Chris tras las rejas.
¡Oh Dios mío! ¡Es una locura!
Como si fuera poco, Jordan hace lo que mamá le pide, se saca su celular y se lo entrega, mamá busca de inmediato la cámara y nos fotografía a mí y a Chris.
—Sean honestos, ¿han venido hasta aquí solo a fotografiarnos? —inquiero arqueando las cejas, volteo a ver a Chris a mi lado, quien tiene el rostro colorado por la vergüenza.
—Ya hemos pagado la fianza. Han tenido suerte, no presentaron cargos en su contra.
Como si eso fuera posible, pienso. No tuvimos culpa de nada.
—Todo fue un malentendido.
Les aseguro a ambos y Chris asiente en acuerdo.
Cuando por fin salimos de la comisaría y nos subimos al auto de mamá. Chris y yo estamos demasiado avergonzados como para decir algo, no lo culpo, toda esta situación es bastante incómoda y la mirada que me da desde la parte trasera del auto me lo dice. Por otro lado, mamá y Jordan parecen contentos por el hecho de venir a sacarnos de la comisaría. Es una locura.
***
Al llegar de vuelta a casa, salgo corriendo a mi habitación y me encierro en ella, me aseguro de ponerle llave a la puerta porque quiero estar sola y procesar lo que ha sucedido. Si bien, mi auto seguía en el centro comercial, Jordan había asegurado que él y mi hermano irían por el auto más tarde, es una suerte que compré los regalos y decidí pagar para que los envolvieran antes de salir de la tienda así nadie vería sus regalos.
Los minutos transcurren, estoy casi segura de que mamá ya debió de contarles a todos que Chris y yo estuvimos en la cárcel, pero estoy recostada en mi cama sufriendo mi propio drama. Jamás en mi vida había estado en una celda.
Dos golpecitos llaman a la puerta y escucho la voz de Chris al otro lado de ella, pedirme entrar. No quiero abrirle, pero al final me levanto y abro la puerta para dejarlo pasar, Chris cierra detrás de él y se sienta en el borde de mi cama, a mi lado, yo estoy sobre ella con mi espalda recargada en la pared.