Introducción

Existen dos tipos de personas.

Esta el tipo de persona que se esfuerza día con día.

Esos que con una taza de café y dos cucharadas de azúcar son felices.

Y siempre ven el vaso lleno, que con su optimismo regalan sonrisas a su paso.

Y está el otro tipo de personas a las que se les hizo costumbre levantarse con el pie izquierdo todos los días.

Los que siempre están de malas esas a los que ser optimistas no se les enseño los que no aprendieron a regalar sonrisas y consideran estar siendo pisados por el mundo

Los que no le ven el sentido a nada, absolutamente nada, los que simplemente dejan que las cosas sucedan.

Esos que suben al techo para tener una mejor visualización de lo jodido y patético que esta el mundo, pero sólo lo visualiza porque no son capaz de mover un puto dedo para remediarlo.

Los que creen resolver sus problemas rodeándose con personas con sus mismos pensamientos y que con unas cervezas a un poco de marihuana se sientan dejando que todo fluya.

Y que aceptan vivir con la misma mierda de siempre.

Nacer yo no pedí y morir sinceramente me aterra.

Aun así en media calle pienso –tantos autos y ninguno me ayuda a darle fin a esto. –El aire golpea mi rostro y voy sintiendo que todos los problemas se van con él, pero no, solo soy yo sintiendo la pesadez de un aire contaminado.

A veces no somos el segundo tipo de personas por que lo queremos, a veces no encontramos cómo salvarnos y vemos como todos pasan de largo, porque al acercarse solo terminan sufriendo el mismo infierno, el infierno en el que estoy yo...

Y es que no se si necesito de ti o si solo conmigo basta.