"Consiguiendo una cita"
Addison
Me encontraba bajando las gradas para sentarme junto a Mía y Jackson, los cuales se han hecho amigos y me alegra, ellos se encontraban hablando y riendo comiendo frituras mientras observaban al equipo de fútbol entrenar. Mía ya estaba al tanto de mi plan con Jackson, le conté después del insistente en la cafetería y vino para acompañarnos.
Me acerque a ellos.
—Hey —saluda Mía al notar mi presencia.
—¿Que hacen? Linda vista ¿eh?—codee a Jackson el cuál estaba mirando al equipo entrenando.
—¿Ah? Noo —negó Jackson un poco avergonzado.
—Yo creo que sí —dijo Mía riendo un poco.
—Concuerdo —expresé divertida.
Saludé a Nick desde las gradas como siempre y me senté.
Tuve que esperar quince minutos para que el entrenador tomara su descanso habitual para ir al baño o comer, sinceramente no sé, lo que me importa es que se fuera para poner en marcha mi plan.
El entrenador desapareció y ahí estaba mi oportunidad.
—Alla voy —anuncié mientras me levantaba.
—Suerte —comentó Mía.
Bajaba las escaleras un poco abrumada y distraída pensando en que iba a hacer, estaba tan sumergida en mis pensamientos que casi me caigo de las gradas.
Nick y Liam se rieron mientras entrenaban, fueron los únicos que me vieron y estaba agradecida por ello.
Miré al frente decidida y avance al campo.
Me acerque al capitán del equipo, al final el estaba a cargo del equipo mientras el entrenador no se encontraba.
—Necesito un favor —le dije a Mike.
—Tu no saludas ¿no? —dijo mientras le hacía señas al equipo que siguieran trotando— Y ¿A que debemos tu presencia?
—No tengo todo el día ¿Me vas a ayudar o no?—dije recordando que el entrenador no duraba más de 10 minutos.
Cómo casi siempre acompañaba a Nick a sus prácticas ya tenía todo planeado.
—La enana necesita mi ayuda. Interesante...
—Mira, le prometí a Jackson que le conseguiría una cita con Noah,pero tú eres su mejor amigo y...
Me interrumpió Mike.
—Ya va ¿Tu quieres que yo le consiga un cita a tu amigo?—dijo incrédulo—Por eso estás aquí ¿no?
Realmente si no fuera por Jackson y Nick no estuviera aquí.
—Si —dije moviendo la cabeza—¿Por qué otra razón estaría aquí?
—Olvidalo. Sabes que eso difícil ¿no?—dijo no muy convencido.
—Solo es un favor, solo tienes que decirle y convencerlo —sonreí como un angelito.
—Bueno, esta bien —se rindió mientras yo aplaudía celebrando.
Me acerque a él y me puse en puntillas y le dí un beso en la mejilla, miré a Mike y estaba un poco en shock y ya feliz me voltee para comenzar a caminar.
Pero recordé algo.
—Ah y dile que es una cita doble, Jackson no quiere estar todavía a solas con Noah, necesita más confianza, así que Nick y yo iremos con ellos.
Comencé a caminar pero Mike me detuvo.
—No no no—Mike negó con la cabeza.
—¿Que?
—Tu no vas con Nick —demandó —.Tu vas conmigo.
—¿Que? No, yo voy a ir con Nick. Ya había planeado todo y a Jackson le agrada la idea.
—A tu amigo solo le importa que vaya Noah. Tu vas conmigo.
—Claro que no...—mire a Jackson en las gradas y esté miraba fijamente a Noah, mi voz se apago—Bueno tal vez sí, pero...
Mike me volvió a interrumpir.
—No hay peros, además le diré a Noah y lo convenceré, pero voy yo—dijo con los brazos cruzados.
Giré para ver a mi amigo en las gradas y ví al entrenador caminado a la cancha.
—Bueno —hablé rindiendo me—.Pero es una cita de amigos —dije refiriéndome a nosotros.
—Lo dijiste tú, no yo —dijo con una pequeña sonrisa.
Me acerque caminando hacia las gradas para darle la gran noticia a mis amigos.
"Pero es una cita de amigos" pensé en mis palabras ¿Enserio no dije nada mejor? Ugh que patética era aveces.
Luego de contarles todo a mis amigos y que Mía casi nos dejara sordos a Jackson y a mi con su chillido de alegría, me despedí de ellos y de Nick para regresar a casa.
******
Estaba en la cocina buscando chocolate, pero me acordé que se había acabado, así que busqué otra opción.
Si no podía comer chocolate, pues entonces comería helado de chocolate.
Tenía un serio problema con el chocolate.
Me senté en la mesa de la cocina con mi helado y mi cuchara lista para comer, pero sonó la puerta de la casa.
—Buenas —saludé a mamá mientras se adentraba en la cocina dejando unas bolsas encima de la mesa.
—¿Cómo te fue en el instituto?— preguntó saludando, me pare para buscar otro helado para ella y se lo entregue.
—Normal —respondí y la abrace—.No quiero que te vayas —me quejé porque ya faltaba poco para el domingo.
—Todavía no me voy cariño —me trato de consolar.
Es verdad, aunque solo faltaban unos cuantos días y se iría de viaje por 3 meses.
Aunque mamá no compartía tanto con nosotras por su trabajo, ella siempre trataba de ser la mejor madre soltera-divorciada que pudiera ser, y como la mayoría de tiempo trabajaba teníamos dinero suficiente, aunque tampoco somos multimillonarias, y era suficiente para las tres, si, somos tres. Mamá, mi hermana menor Lily que estaba donde mi abuela visitando los, y yo. Sin contar a papá que no lo veo desde que se separó de mamá y se fue de la ciudad.
—Olvide decirte algo —rompió el abrazo—,tendrás una niñera.
—Mamá ¿es enserio? Ya tengo 17 puedo quedarme tres meses sola con Lily.
A quien engaño seguro en una semana a quemaría la casa pero ese no es el punto.
—Amor, no voy a dejarte sola con Lily todo ese tiempo, se que eres responsable pero aveces eres un poco torpe, además no es el fin del mundo.
—Bueno, nos va a cuidar una mujer ¿no?—asintió mamá—Bien, supongo que no tendré otra opción, será como una hermana mayor creo.