Clayton
El beso de Melanie me toma por sorpresa, me quedo congelado y logro reaccionar a tiempo para tomarla de los brazos y apartarla con algo de brusquedad.
—¿Qué estás haciendo?
—Clayton, aún sientes algo por mí.
—Asco es que lo siento, Melanie. En el fondo llegué a pensar que sentía algo por ti y justo ahora me doy cuenta de que lo único que siento es asco y repulsión por haber estado contigo. Me avergüenzo del Clayton del pasado que fue tan idiota por haber caído en tu juego. Ya no.
—Clayton, yo te quería, la situación del accidente fue demasiado con lo que lidiar, ya te lo dije y me embaracé…
—De un hombre que no se quiso hacer cargo y decidió echarte, luego regresaste a mí creyendo que yo aceptaría a ese bebé sabiendo que no podría tener hijos propios. Lo sé, ya lo dijiste, y en su momento te creí, hasta que descubrí que mi abuelo te había puesto a prueba ofreciéndote dinero para salir de mi vida, ibas a aceptarlo e irte. No contabas con que en ese momento yo sería testigo del falso intercambio.
Ella baja la mirada.
—Fui una tonta ambiciosa, lo admito. Te perdí a ti y también al bebé por causa del estrés. Ya no soy la misma. Siempre he tenido la esperanza de encontrarte de nuevo aquí. Fui a la ciudad dos veces con la idea de buscarte y no me animé, me daba vergüenza.
Paso la mano por mi cabello riendo de su actuación.
—¿Y piensas que creo en lo que dices? —endurezco la mirada—. No creo en nada de lo que sale de tu boca traicionera. Ya no puedes manipularme fingiendo ser la mujer arrepentida que me ama. Tú nunca me amaste, no sabes lo que es amar y yo era tonto por suponer que te quería. Ahora que estoy enamorado realmente de una mujer que vale la pena, comprendo que lo que sentí por ti fue pasión, deseo y un querer vacío. No vales nada, Melanie. Y si estoy hablando contigo en este momento es para cerrar el capítulo por completo.
»Si me disculpas, voy a regresar con mi esposa y nuestros amigos.
—¿Te casaste?
—Sí, lo hice. Con ella conocí el amor verdadero, transparente y sin intereses. La amo y somos felices con los dos niños que tenemos, así que olvídate de mí. La próxima vez no me detendré a hablar contigo, seguiré mi camino como si nunca hubieras existido.
—No es cierto. Sé que…
—No sabes nada y deja de suponer lo que siento. Adiós, Melanie.
Me doy la vuelta y camino de regreso con Lily y los demás.
Exhalo aire poco a poco mientras camino sintiendo que me quité un peso de los hombros.
Puedo estar seguro de que el fantasma de Melanie ya no está en mi vida, acabo de combatirlo para siempre.
Supe que lo había superado en el momento en la que vi y no sentí nada. Ni rabia, ni atracción, ni nada parecido.
Cuando me besó, sentí asco y vergüenza de mí mismo por haberme dejado engañar en el pasado.
Amo a Lily, estoy enamorado de ella, de Caleb y de Amaris. Ellos son mi presente y mi futuro.
Apesta tener que descubrir eso habiendo visto y besado a mi ex, mas no es algo que pude controlar. Pasó, la venda de los ojos se cayó por completo y ahora reafirmo mis sentimientos por mi esposa.
Me limpio los labios queriendo borrar el beso de Melanie. No quiero besar a ninguna mujer que no sea Lily.
—¡Clayton! —dice Lourdes algo nerviosa.
Veo a Rafael pálido bebiendo agua.
—¿A ti qué te pasa? ¿Y Lily?
Mi amigo niega con la cabeza y bebe agua.
—Él se siente mal—responde su esposa y suspira—. No sé donde está Lily. Se fue corriendo luego de verte besando a Melanie. Traté de seguirla…
Dejo de escuchar.
¿Lily me vio? No es posible. Le dije a Rafael que la mantuviera distraída.
Miro a todos lados buscándola.
—¿Por dónde se fue?
Lourdes me señala el lugar. Les digo que se vaya y voy a buscarla. No tengo idea donde puede estar. Hay muchas personas y posibles sitios. Ella no conoce a nadie y no tiene como regresar a los viñedos. No hay taxis en este momento y… ¡Carajo! Saco el celular y le marco al suyo, no responde, me aparece apagado, algo que no me sorprende.
Paso la mano por mi cabello y miro a todos lados buscando verla. Veo un cabello rojo, detengo a la mujer del brazo y antes que voltee me doy cuenta de que es no Lily. Esta mujer es más alta y menos delgada que mi Lily.
Esto no puede ser cierto. No puede estar pasando.
Tal vez debería regresar a los viñedos. Allá están los niños y Lily no los abandonaría. Mientras ellos estén allá, Lily no irá, entonces podré explicarle todo, decirle que la amo y que Melanie está enterrada por completo.
Llamo a mi madre, ella responde enseguida.
—Caleb está durmiendo y Amaris con Candance—dice antes de poder decir algo—. Ambas niñas están dormidas en la alfombra a mitad de una película. Relájate, hijo, y disfruta del festival con Lily. Yo seguiré disfrutando de la fogata. Le envié una foto a Lily de las niñas.