Never Come Back

3- La nueva

Cuando escucho los golpes me quedo de piedra, no habían sido en mi puerta, pero sin embargo los había oído. Segundos más tarde empiezo a escuchar gemidos y entonces es cuando la realidad me cae como un balde de agua fría.

Están follando

Me quedo en shock, porque no se escucha poco y creo haberme quedado tan pálida que si me mirase al espejo no estoy segura de reflejarme.

Intento evitar el tema mientras continuo ordenando la habitación intentando hacer el mínimo ruido posible, ya que no se si las paredes dejan pasar cualquier tipo de sonido. Coloco mi ropa en el armario y los jabones, cremas y demás en el baño. Finalmente cuelgo algunas fotos y dibujos que me encantan y conecto mi ordenador para tenerlo siempre a mano. Una vez he acabado tomo fotos a como ha quedado para enviárselas a Nana y después la llamo, escuchando los pitidos hasta que lo cogen.

- ¿Diga?

- Nana, ya he llegado y lo he ordenado todo. Te he enviado fotos para que lo veas.

- Estoy segura de que con tu buen gusto y tu sentido del orden habrá quedado fantástico, pequeña.

- Gracias Nana, por todo.

- Gracias a ti pequeña. Te tengo que dejar porque voy a comer, pero quiero que sepas que estoy muy orgullosa de lo que has logrado y que sepas que tus padres seguro que también. Aprovecha esta tarde para hacer amigos y prepáralo todo para mañana.

- De acuerdo Nana, te quiero.

- Yo también cariño.

He de admitir que no siempre soy esa chica fría y solitaria. Dentro de mí tengo un corazón que siente todas las emociones y que ha sufrido durante mucho tiempo e incluso lo sigue haciendo. Sé que puedo parecer antisocial, pero realmente no quiero tener cerca y encariñarme con gente que en algún momento me dejará. No quiero volver a sufrir por pérdida, aunque sé que con Miranda voy a hacerlo, que cuando deje de vivir me deprimiré.

Salgo de esa ensoñación y mis pensamientos un rato más tarde y decido comer algo, pues ya son las 14:30. Me dirijo a mi mochila y cojo parte de la comida que había traído, cojo el ordenador y me pongo a ver Riverdale, una series que realmente amo.

Estoy así toda la tarde hasta que decido acostarme, pues no tengo hambre, deseando que mañana sea un buen día.

- Al día siguiente-

Mi despertador suena a las 6:30 despertándome para después ducharme, vestirme, peinarme y coger todo lo necesario pues voy a desayunar y después directa a clases. 

De camino al comedor observo como el sol nace entre los árboles y como los rayos anaranjados crean un precioso cielo pintado de colores fríos y cálidos. Sigo caminando hasta dar con la perta, la cual abro y me deja paso a una gran sala llena de mesas  y dos barras donde está la comida. Voy hacia ella y cojo algo ligero, pues aunque el desayuno es la comida más importante del día no tengo demasiada hambre.

Una vez lo tengo todo paso entre las mesas y me siento en una al lado de unos grande ventanales que tienen vistas a todo el patio. Como mientras leo hasta que siento algunas miradas en mi dirección, por lo que levanto la cabeza de mi móvil y  veo a algunos chicos y chicas mirándome. Sin darle importancia sigo leyendo hasta que noto la hora que es, me levanto, tiro los residuos a la basura y me marcho a clases.

Cuando entro en el aula de electrotecnia noto que todos los que asisten son chicos y que me miran como si me hubiera equivocado de lugar, como si ese no fuera mi sitio. Me siento en una de las filas del medio, al lado de la ventana y procedo a sacar mis cosas, nada demasiado exagerado, un bolígrafo y  una libreta aguamarina. En ese momento entra en el salón un hombre de no más de 30 y pico que parece ser el profesor. Escanea las filas satisfecho con la cantidad de estudiantes hasta que repara en mi y se sorprende por mi presencia. Aún así,  se recompone y se aclara la voz llamando la atención de aquellos que no se la prestan.

- Buenos días alumnos, soy el profesor Greyson y les enseñaré durante los próximos cuatro años todo lo que han de saber sobre electrotecnia. ¿Alguien tiene alguna pregunta antes de empezar?

Lo veo mirar a través de todo la sala hasta que pregunta.

- ¿Si señor...?

- Alex Hanton. Me gustaría saber si se ha perdido.

- ¿Yo?- le pregunta el profesor.

- No, la pelirroja.

Cuando escucho eso levanto la vista de mi libreta y me percato de que todos me estaban mirando y algunos susurraban.

- Orden señores.- dice el profesor aplacando el sobresaliente murmuro general que se había formado- señor Hanton, Alex, no creo que se haya perdido, pues cuando he anunciado el nombre de la clase no ha hecho amago de confusión alguno.- gira su cabeza en mi dirección- podría presentarse señorita.

- Si claro - me giro un poco para quedar de cara al salón- me llamo Veronica. - una vez digo mi nombre me vuelvo a sentar bien y escucho como la puerta del aula se abre dejando ver a un pelinegro con una sonrisa de esas que ganan a la gente.

- ¿Y usted es?- le pregunta el profesor Greyson.

- James Andrews.

 




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