Ni el diablo nos cuida

capitulo 4

Capítulo 4

 

Happy birthay to you, Happy birthay to you, Happy birthay Katherine, Happy birthay to you.

-Katherine sopla las velas

- ¡Dios mío! ¡wow! ¿cuándo? ¿Qué? Era imposible formular una pregunta acorde en ese momento. Al ver esas caras conocidas e importantes hicieron que mi corazón se estrujara, era como si un remolino pasara y borrara todo inicio de tristeza y lo convirtiera en una alegría enorme; tanta que de mi corazón podría escapar en cualquier momento. Tan gratificante sorpresa me hacía sentir especial, única e inigualable. A la hora de carolina pedir el micrófono junto a mi madre hizo que todo mi ser prestara atención; sé que lo que harían que me desarmaría por completo.

-Buenas noches señores y señoras, niño y niñas, el motivo por la cual estamos todos aquí es para festejar el cumpleaños de mi preciada amiga, y más que una amiga; una hermana, porque si, eso has sido ella para mí, mi hermana mayor. La cual ha sido mi gran apoyo desde siempre, sus consejos han sido mi escapatoria de probables problemas, y hoy en este justo momento quiero darle las gracias por ser esa personita que alegra mis mañanas con esas imprudencias que dice y habla. Me alegra haber crecido con ella y espero envejecer a su lado. En ese mismo instante fue imposible no llorar, la alegría conmocionaba mi corazón. Caminé a abrazar a mi mejor amiga, le di un abrazo tan fuerte que sentía que el aire nos faltaba; esa niña era de las personitas más importantes en mi vida y aunque amaba a mi hermanita, caro también era mi hermana.   

Gire a mirar a mi madre, mujer hermosa que ilumina mis caminos; estaba resplandeciente con un vestido negro y los ojos aguados. Me acerqué a ella para darle un abrazo, abrazo que me desarmo de una y mil maneras; definitivamente jamás existiría una persona en este mundo que lo ame más a uno que una madre, esa mujer que sacrifica toda su vida por criarlo a uno, esa mujer que antepone nuestro bienestar sobre el suyo.

-Katherine hija no llores, esta noche es tu noche. Sabes que tu padre y yo te amamos y queremos verte feliz siempre; y aunque tu padre no pudo llegar a tiempo, te mando este regalo, ve y cámbiate. Te amo hija.

-Gracias madre yo también te amo y estoy muy agradecida por tenerte en mi vida. Al decir esas palabras le di un beso a mi madre y me retiré para el baño; sentía que el poco maquillaje que traía estaba mas que arruinado y la forma de haber venido era horrible. Quien diría que esas mujeres harían tremenda sorpresa y yo que pensaba que ni se acordaban; aunque me duele un poco que mi padre no haya venido, me siento bendecida de estar con tantas personas hermosas que hacen que mi corazón duela menos.    

-Manita, manita… estas muy dinda, ¿pero poque te maquillas? ¿yo me puedo maquillar tamben?

-Ay mi hermanita era el angelito más hermoso que pueda existir, su pureza hace que yo me sienta todavía como un bebe.

- María ven, dejemos que tu hermanita se termine de organizar. Vamos a saludar a tus primos.

-Mami manita esta dinda, yo me quelo maquillar.

- María prometo que cuando todo termine jugamos a las princesas.

Mi madre salió con mi pequeña flor y continue organizándome; al momento de terminar me sentía toda una diva , portaba un vestido largo con escote en la espalda que hacia resaltar a la perfección mis pequeñas curvas, llevaba el cabello cogido en media cola y el resto de pelo cubierto de ondas, mi maquillaje fue ahumado en negro con glitter blanco para que resaltara mi mirada, lucia unos tacones negros que combinaba a la perfección con mi cartera y pertenece a la marca española lolita blu, marca que adoraba cuando se trataba de zapatos y cartera y mi padre lo sabía muy bien, por ende, decidido hacerme tremendo obsequió de colección nueva.

 

Mi caminado mostraba confianza, seguridad y amor propio. No hay nada mas importante que sentirse bien con uno mismo. Al llegar a la pista de baile vi que un hombre refinado y dotado en gracia entraba y caminaba directo a mí, sus ojos se encontraron justo con los míos y era imposible intentar quitar la mirada, su mirada era profunda y su aura llena de misterios. Dante era un cotizon que robaba mi corazón una y otra vez, y aunque solo lleváramos 1 mes de conocidos algo dentro de mí gritaba una y otra vez que ese hombre era el amor de mi vida; pero de esos amores en los cuáles solo te conformas con mirarlo. Asi de inalcanzable era él para mí, me acobardaba hablarle, preguntarle e incluso mirarlo cuando el estaba consciente de sí. Pero que el hiciera acto de presencia esta noche, hizo que me entraran las ganas de pedirle su número. Lo hare, antes de que termine la fiesta lo conseguiré, pero ¿cómo?

-Hola Katherine

-Ho…hola Dante ¿Por qué estas acá? Digo, me alegra que estes aquí conmigo, digo con nosotros. Mierda ¿Qué le pasa a mi mente? ¿es que no puede formular un saludo normal? Ver su cara con risa hacia que mi cara se pintara de un rojo intenso, el cual reflejaba muy claritamente la pena que sentía en ese justo momento, me sentía como una chiquilla de prescolar.

-Katherine estoy aquí para felicitar a una alumna por su cumpleaños ¿acaso hay algo malo en eso? Además, carolina invito a todos los chicos del grupo.

- Me alegra mucho que hubieras venido, eres una persona muy especial en mi vida. Dios ahora si la cague ¿Cómo dije tremendo disparate? Ahora como me retracto de tremendas palabras, pendeja, pendeja una y mil veces. Ver su cara tan indescriptible hizo sentir inconfortable.

-Katherine, te necesitan con urgencia.

-Con urgencia, pero ¿quién?

-Solo ven. A hola profe, espero que la pases muy bien, por el momento me disculpo, pero me tengo que retirar con Katherine.

Dios en ese instante me alegra de que mi mejor amiga llegara en un momento tan jodido como ese, ay la amo. Ahora si que no me tomara enserio nunca, ashh que patética soy.




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