Ni el diablo nos cuida

Capítulo 5

Teo que felicidad verte; nunca pensé que te fueras sin despedirte y menos que me hables tan poco, me duele que dañes nuestra amistad de esa forma, ¿te cuesta mucho responder mis mensajes?.

-¡Ay Kathy! no seas tan exagerada, a mi también me da felicidad verte; estar sin ti es un infierno. Ya no tengo a quien molestar y, ¿Cómo es posible que el tiempo te favorezca tanto? me voy solo 5 meses y estas mas linda que nun... No lo deje ni terminar de hablar para lanzarme a sus brazos y darle un abrazo tan fuerte en el cuál sintiera todo mi amor por él; mientras lo abrazaba yo sonreía estilo niña mimada (de verdad que me hacia mucha falta mi amigo) Verlo hizo que mis ojos se inundaran; "vaya, si que ha sido una noche cargada de muchas emociones". Ese hombre alto que hay frente de mi es como un hermano (es tan estricto que a veces lo considero como mi padre) desde que tengo uso de razón el se comporta como si lo fuera, llega hasta el limite de prohibirme amistades, pero es como el hermanito que siempre quise tener, mis mejores amigos son como mis hermanos y nada me gustaría mas que verlos juntos.

-Kathy me estas asfixiando, suéltame chichón de piso.

- Y ahí esta el maldito apodo que mas he odiado. Aceptó que soy bajita y no me molesta serlo; pero cuando Teo dice ese apodo me provoca es darle con un palo.

Al sentir esa mirada tan llena de amor, fue imposible no percatarme de quien era.

-  Mi querida Kathy feliz cumpleaños.

- ¿Papá? ¡papá, viniste! ¿pero cuando llegaste papi? mama me dijo que no ibas poder llegar.

- Hija eso era lo pensado, pero el CEO de Alemania cancelo la cita por motivos personales que desconozco, así que decidí venir a celebrar con mi adorada hija mayor. ¿Cómo la estas pasando mi vida?.

-Ay papito la estaba pasando triste por que tu no estabas aquí; pero que tu estés aquí es el mejor regalo, sabes que nada me interesa mas que estar con mi familia. - ¡Gracias por darme el mejor regalo del mundo!.

Yo lo se mi reina, pero igualmente te queda hermoso ese conjunto. No puedes decir que papa tiene mal gusto, por que el color blanco te favorece un montón.

- Ahora sino habrá poder humano que no me permita disfrutar mi noche, por que hoy es mi día, hoy soy yo la emperatriz de este lecho y no habrá nadie que me haga perder mi tan esperada noche.

- Manita, manita. ¿quieres bailar conmigo?.

- Claro que si mi chiquita tu eres lo mas hermoso que hay en este mundo ¿Cómo no quisiera yo bailar con una reina?. Me quede embelesada mirando a mi familia ellos son lo mas hermoso que hay; no importa los malos ratos que tengamos o lo poquito que nos veamos, su amor por mí y el mío por ellos es tan grande que no importa cuan grande sea el problema, siempre lo podremos solucionar.

- ¡Vamos manita! quiero bailar mi canción.

- A bailar mi chiquita vamos. promiscuos de Nelly Furtado era su canción favorita, aunque no era acorde la letra para su edad, la bailaba y la cantaba como si no hubiera un mañana y eso me hacia muy feliz, ¿Qué importa la letra cuando no se entiende?.

-Manita, manita.

- Dime mi chiquita.

-Te saque a bailar no solo por que es mi canción favorita, hay un hombre que te quiere ver; me dijo que fueras al patio trasero que allá te va a estar esperando.

-¿Pero quien es manita? -¿Te dio el nombre?   -¿Cuándo te dijo esto? -¿Con que derecho hablas con desconocidos?. 

-Manita pero no te enojes conmigo, no quiero que te enojes conmigo.

- ​Ay mi chiquita, perdón por si te hice pensar mal, es que no me gusta que hables con extraños , sabes que eso es malo.

-Manita no es ningún extraño, solo ve ya.

- Sea quien sea que se le haya acercado a mi chiquita por tremenda estupidez, me las va a pagar.

Al salir del salón vi que mis padres estaban muy encariñados bailando una balada, me parecían tan tiernos tanto amor que se brindaban. Me gustaría algún día tener un amor tan hermoso como ese. 

- Hola Katherine, veo que la pureza de tu hermanita si te dio la información; bien se lo compensare, le daré un regalo por su labor.

¿Quién te crees tu para estar aquí? ¿Qué necesitas? sabes lo mucho que te detesto ¿acaso no tienes sangre en los ojos?​

-Kathe se que tú y yo no hemos tenido un buen comienzo y de verdad me disculpo por ser un idiota desde un comienzo, pero la verdad es que tu tampoco fuiste muy linda conmigo. Tengo algo que contarte y quiero que me escuches hasta finalizar.

- Mira Damián, me importa un carajo tus buenas intenciones, pero si es de verdad lo que me dices entonces hagamos una cosa, piérdete de mi vista, no me hables, no me mires, haste lejos de mi y piérdete para siempre; no quiero volver a ver tu fea cara por ningún lado.

Al terminar de hablar no comprendía por que me desquitaba tan feo con él, esta bien que no me cae bien, pero tampoco es motivo suficiente como para decirle tantas cosas tan feas. Pero es que con solo mirar su rostro todo dentro de mí se volvía un Déjà vu.

-Kathe por favor no me corras así, solo quiero hablar y solucionar las cosas; no entiendo por que me odias tanto, pero déjame volver a empezar.

-Damián no hables mas, solo piérdete de una vez. Al terminar de hablar di media vuelta y comencé a emprender mi camino como una diosa.

-Kathe espera.

- Al escuchar esas palabras sentí como jalaba mi brazo y mi cuerpo ardía de rabia. Todo paso en un momento imprevisto, sentí como mi mano en menos de un segundo ardía y la marca de mi mano quedaba  impregnada en esa linda cara blanca. 

Sentí palidecer por ese acto tan atroz de mi parte, lo ultimo que quería era lastimarlo, pero el solo se lo busco.​ No sabia que hacer, sentía que me hundía la pena y la picazón en la mano, lo primero que se me ocurrió fue mirar como algo callo de su brazo, al agacharme a mirar vi un pequeño dibujo que hicieron aguar mis ojos.




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