Esta vez es esa maldita marquesa... Je, así es como tenía que llamar a esta idiota, igual que alguna heroína de teatro decepcionada en el amor y al borde del suicidio porque su amante eligió una versión más adecuada y moderna de la chica. Bueno, esta Markie no mintió esta vez acerca de ser una maestra del deporte en gimnasia. En cuanto vi su pasaporte o algún tipo de papel con este premio, quise metérselo muy adentro y muy lejos, pero Rebecca me lo impidió y no me dio la oportunidad de defender a la candidata a maestra de deportes en meter objetos extraños en el cuerpo de una persona. Y en el propio escenario, durante la actuación de esta advenediza, me di cuenta de que estaba en una situación muy difícil. La chica volaba de un lado a otro y hacía tales cosas que pensé que me encontraba en algún lugar de América ante la actuación de la mejor animadora del mundo. Hacían tales movimientos, tenían tal control sobre su cuerpo que en algún momento me encontré incluso envidiándolas.
Lo bueno para mí era que estaba actuando delante de Markie, y conseguí reunir toda la rabia que había estado guardando, todo ese deseo de demostrarle que al menos era una competidora digna, y conseguí absorber todo eso y lucirme en público. Por supuesto, siempre se ve mejor desde fuera, pero me pareció que había exprimido al máximo de lo que era capaz. Todo lo que Rebecca y yo habíamos aprendido durante esos dos miserables días, pude ponerlo en práctica y ni siquiera cometí un solo error. Al menos tenía algo de lo que alegrarme, al menos no pasé vergüenza delante de un montón de gente, incluidas tres personas que me motivaron aún más para rendir bien. No quiero ni imaginarme cómo habría estado mi moral si esta marquesa hubiera actuado delante de mí.
- Oye, ¿por qué estás enfadado? Lo has hecho genial, todo va bien, - me encontró Rebecca en el camerino tras la actuación de la maldita marquesa, así que, por supuesto, mi buen humor voló a climas más cálidos y sólo quedó decepción y una especie de páramo amargo.
- ¿No has visto la actuación de esa Pionia o qué? ¿Crees que tengo alguna posibilidad comparada con ella? - Eran preguntas puramente retóricas, y aunque mi amiga empezó a tranquilizarme diciéndome que todo iría genial y que lo estaba haciendo increíblemente bien, también era consciente de la situación, y no se puede ir contra la experiencia y la habilidad con la fuerza del deseo. Por mucho que yo quisiera.
Otra cosa que no dejaba de molestarme en esta situación era cuando el decano anunciaba algún resultado o decía algo en absoluto sobre mi posible futura estancia en esta universidad. Estos concursos se organizaban más bien para divertirse y demostrar el talento de los estudiantes de nuestra y otras instituciones educativas, pero para mí personalmente se estaba decidiendo el destino de mi estancia en estas paredes. Si el veredicto no fue anunciado públicamente hoy, ¿cuándo lo será? ¿Hoy más tarde o tal vez mañana? ¿Quién determina lo mejor? ¿Es sólo el decano o puede participar alguien más en esta votación? Espero que Arkadiy Petrovich no se encuentre entre este honorable jurado, porque entonces ¿cómo podemos hablar de la honestidad de esta elección del mejor entre los mejores?
- Hija mía, lo has hecho tan bien, has actuado tan bien, que ni siquiera sabía que ahora te dedicabas a este deporte, - mi grupo de apoyo formado por dos personas, - mi madre y Marat - ya me esperaba a la salida de los vestuarios.
- Gracias, yo tampoco me había dado cuenta de que me gustaba tanto hasta hace poco, - a pesar del asco que sentía en mi interior, conseguí esbozar una sonrisa y me volví hacia el chico. - ¿Y a ti? ¿Te han gustado mis saltos mortales en el escenario?
- Sí, mucho, ¿me enseñarás a hacer lo mismo? - Al menos a alguien le ha gustado, al menos podré dar un portazo al final de mi carrera, ya sea en gimnasia o en la universidad...
- Déjame que te construya un gran castillo con un dragón dentro, ¿vale? - La arena no me hará daño ni me romperá los huesos, a diferencia de este deporte, que esta vez me ha conquistado, pero la próxima vez puede que me machaque físicamente.
- ¿El dragón resoplará fuego? - Maldita sea, ¿cómo puedo estar triste tanto tiempo con este pequeño milagro? En cuanto mencionas un dragón, al niño se le iluminan los ojos como si viera en su colección todos los regalos del mundo que pudiera desear.
- Bufará más fuerte y más lejos que un camello, - y representó a este animal intentando marcar a alguien con su saliva, lo que hizo reír a carcajadas al niño, y mi madre y yo nos unimos a él.
- ¿Dónde está Oleksandr? ¿Adónde ha ido? - le pregunté a mi madre con el mayor cuidado posible, para no levantar sospechas, cuando nuestra diversión se hubo calmado un poco.
- Se fue por negocios y me pidió que me quedara con Marat, y pensé que habría ido al baño o se habría retrasado en algún otro sitio, pero este hombre estaba como siempre a lo suyo, como siempre a lo suyo.
Decir que me sentí ofendido sería quedarse corto. En ese momento, incluso su presencia podría haberme calmado un poco, pero al mismo tiempo me despertó nuevas emociones, pero no habría pensado que pronto podría oír muy malas noticias sobre mis estudios. Parecería que es un desconocido para mí, no debería reaccionar de forma tan extraña ante su ausencia, pero estaba disgustada y fue dolorosamente decepcionante que ni siquiera se tomara dos o tres minutos para acercarse a felicitarme por mi buen o no tan buen rendimiento. Habría tardado sólo unos minutos, pero sentía que era muy necesario para mí...
Pero las siguientes palabras de mi madre me sacaron todos los mocos rosas de la cabeza
- Por cierto, deberíamos ir al hotel, el mensajero debería llegar pronto, - con estas palabras, mi madre me desorientó un poco en el espacio, porque no podía entender de qué estaba hablando. Por supuesto, comprendo perfectamente que, como cuida de su abuela, casi no tiene tiempo libre, pero apenas ha empezado a encargar ropa en tiendas online, ¿verdad? Mis padres hace poco que se han alejado de tonterías como las redes sociales, así que no puedo aguantar otra tanda de preguntas y peticiones, necesito un año sabático.