JENNIFER
Sé que ella no entiende por qué acordé que tuviera una cita con Rafael. La única manera en que mi hermano reconociera sus verdaderos sentimientos es poniéndolos a prueba, tal vez los de ella no son tan profundos, pero sé que están ahí. Por otro lado, estoy dando vueltas una y otra vez en mi habitación, aún no tengo noticias de Justin o mi hermano, luego me siento cansada y decido tomar asiento sobre mi cama suspirando de solo pensar que quisiera que esté aquí conmigo, decido tratar de calmar mis nervios, saco mi libro de diseño y también veo una fotografía de la boda de mis padres, decido detallar el vestido de mamá ese volado en la parte de la falda y hombros anchos, ese escote ligero y esa flor sobre su cabello, mi madre se veía hermosa, sé que no puedo ponerme su vestido, pero puedo hacer algo mejor que eso e igual la estaría honrando. Anhelo que ese día llegue, para mí y me casaba ya, pero entiendo a Justin, que su hermana ya tenía planes y no los quiere opacar, por eso lo amo tanto, soy afortunada de haberlo encontrado y que él me hiciera ver que realmente me merecía un poco de felicidad.
…
Creo que me quedé dormida, porque un ruido sobre el vidrio de mi ventana me despierta. Me pongo un saco, las pantuflas y pongo a un lado la cortina que me deja ver que es Justin, mi Justin. Abro casi desesperada la ventana.
—Dulces, sueños, princesa — Sonríe como el que yo abriera la ventana fuera una gran Azaña para que él da un beso a lo que creo que es una rosa y la deja en el césped para luego marcharse con las manos en los bolsillos y hasta silbando está loco.
—Recuerdas el día que te traje esta rosa, me llena de alegría ver que has sabido cultivarla con mucho amor, porque está hermosa, pero no tanto como tú, te extrañe preciosa quiero que pasen rápido los cuatro meses — No me podía contener más, cerré la ventana y corrí rápido hacia mi jardín trasero no perdí tiempo y me lance a sus brazos aspirando su aroma, lo extrañaba tanto, tenía tanto miedo que algo le pasara que empiezo a llorar como tonta y seca mis lágrimas con sus pulgares, sentir su cuerpo cerca de mí hace que muchas ideas pasen por mi cabeza.
—Tenía miedo— Y traté de controlar mi llanto, pero no era fácil.
—No llores, mi hermosa, sabes que es parte de mi trabajo— Sé que es parte de su juramento proteger al pueblo, sé que es parte de su manera de vivir, solo me queda adaptarme a esto.
—Lo sé, pero igual me asusté mucho por ti — Él besa de manera casta mis labios y yo lo vuelvo a abrazar, pego mi cuerpo tanto al suyo que siento mi cuerpo arder, él toma mis mejillas y me vuelve a besar, pero esta vez de manera más demandante, enredo mis brazos a su cuello, siento su lengua jugar con la mía, mordisquea mis labios, siento ese calor emanar en mi ser, sé que las cosas se están poniendo calientes, pero de pronto se detiene siento su respiración entre cortada, su corazón trabajando a mil por hora, ¡Dios yo me siento igual! Todo en mí tiembla de una manera que me hace dar cuenta de que mi cuerpo tomó el control exigiendo más de él. Agradezco oír el motor del auto que es de mi hermano y tratamos de recobrar el control de mis emociones y sentimientos.
—Podría decir muchas cosas de verte a estas horas en mi jardín trasero besando a mi hermana, pero estoy tan casando que solo diré ya vete de aquí y deja a Jennifer tranquila por esta noche, y por cierto ¿Britany está aquí? —Quiere mostrarse indiferente ante la pregunta que formula como si fuera nada del otro mundo, pero yo conozco a mi hermano y sé que está afectado.
—Se fue a dormir—. Se me pasó por la mente comentarle sobre la cita, pero se me ocurrió algo mejor. Vas a tener que demostrar cuánto le importa Britany, hermanito, lo siento mucho, pero si no me queda de otra tendrás que entender que la puedes perder.
—Tu hermano tiene razón, debería irme a mi casa, porque si sigo un minuto más no voy a poder controlarme contigo, preciosa—. Me da un casto beso y se va casi corriendo, tenía ganas de decirle que no se controle, que no soy de piedra. ¿Sentirá asco de verme desnuda? No lo puedo culpar después de todo hacerme el amor no deberá ser fácil, solo con mirarme en un espejo es obvio, tengo esas enormes llantas por todos lados, mientras camino rumbo a mi habitación veo a mi hermano tocar la puerta de Britany no quiero que se dé cuenta de que lo vi, así que paso despacio sin hacer ruido y entro a mi cuarto, voy hasta mi baño, me miro al espejo que tengo delante de mí, me quito la ropa veo desnuda, no muchas veces he hecho algo como esto, pero no puedo evitarlo siento como si él me hubiera rechazado por cómo puedo lucir totalmente desnuda, me toco un lado del estómago, mi mano no puedo cubrir todo ese rollo, me veo al espejo, miro esa piel que cuelga debajo de mis brazos, la celulitis que hay en él, no debería sentirme así sin hablar antes con él, pero son tantos años donde me convencía a mí misma que a nadie le voy a gustar, mi exnovio terminaba dando la espalda cada vez que fueron pocas cuando tuvo sexo conmigo, siempre tuve en mi mente en ese momento que debía agradecerle estar con alguien como yo, por fuera yo era sonrisas, el mundo me admiraba, pero por dentro seguía siendo esa chica temerosa de volver a ser rechazada, por eso hacia todo por mantener lo que yo creía que era amor cuando en realidad lo que hacía era comprar su amor con regalos costosos, como el auto, los viajes, fui tan ciega en ese tiempo.