Ninguna Es Perfecta

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JENNIFER

Dicen que una relación se basa en confianza, en la comunicación y agradezco tener el valor de decirle lo que pienso, en el pasado siempre tuve miedo de decir lo que pasaba por mi cabeza, solo tuve un novio y creía que debía callar para no espantarlo, de alguna manera tonta me sentía agradecida con ese ex idiota porque llegue a pensar que tal vez nadie más me querría. Pero estaba tan equivocado con Justin puede ser yo, puedo ser capaz de decirle cualquier cosa que pasa por mi mente sin miedo a la respuesta, lo comprobé en el auto con su respuesta que me dejo más que satisfecha y me hizo dar cuenta que era verdad, aunque no soy la virgen María igual no tengo demasiada experiencia en eso y un jardín no sería lo idóneo, él provoca en mí muchas cosas cuando me besa o me toca como lo hizo antes, de solo recordar sus manos recorriendo mi cuerpo tiemblo.

—Te voy a prestar estos pendientes, son muy bonitos. — Mientras observo a Britany ponérselos, recuerdo la conversación con mi hermano horas antes.

—¡Estás loco, Owen! Si al idiota ese se le ocurre ponerte una denuncia por abuso de autoridad o algo así —me sentía molesta y no es para menos, una de las chismosas del pueblo decía que mi hermano le había pegado a Scott y mi hermano me lo había confirmado.

—Es que tú no estabas ahí, no viste como ella lo quería alejar y él no le hacía caso, no podía permitir que le volviera a pasar algo como con ese idiota que ya está bien refundido en prisión—Si, pues, el animal que se atrevió a tocar a Britany está ya en prisión mi hermano hizo todo para reunir las pruebas y convenció a las otras mujeres que desistieron de la denuncia eso me entere por Justin.

—Pero igual, tienes que pensar en tu carrera con que lo hubieras apartado y arrestado por lo que pretendía hacer hubiera sido suficiente, pero tu amor por ella te sobre pasa— Cuando se lo dije se sorprendió, no podía hacerme la ciega era más que evidente que mi hermano seguía enamorado de ella y nunca la había olvidado.

—¡Esta demente hermana! Solo era mi deber como oficial de la ley— ¡Aja!

— Sí, claro cómo no, y yo, ¿qué dedo me chupo, hermanito? No te quieras hacer el ciego y no admitir frente a mí que te conozco de toda la vida, aún la amas y además que yo sé que ustedes se besaron, así que suelta la sopa de una vez por todas y deja de mentirte a ti mismo.

Su rostro bajó su mirada al suelo y soltó un fuerte suspiro.

—Está bien, sigo enamorado de ella. ¿Contenta? Pero eso que importa, para ella fue un lapsus, una estupidez del momento, en cambio, para mí fue la gloria, de niño siempre soñé con besarla desde esa época ya me gustaba y cuando lo hice era como si un sueño se hiciera realidad, pero todo se fue al tacho cuando ella me dijo que solo fue un lapsus y ahora que quiero hablar con ella no puedo, cuando la tengo cerca es como si todo aquello que me lastimo regresara, pero Scott dijo algo cuando lo derribe que me dejo pensando por la manera en que ella respondió y él no le objetó nada como diciendo que era verdad.

—¿Qué fue? — ¡Carajo! Solo me faltan las palomitas de maíz, parece de novela.

—Que ella nunca me puso sobre nombres y sobre todo nunca había tenido nada con él, porque el Scott que recuerdo se llenaba la boca diciendo que ella era suya y ahora no sé qué pensar, creo que debería dejar de una vez esa tontería que alguna vez ella se va a fijar en mí.

No honde más en el tema, ya tenía algo en mente y más cuando noté en Britany la tensión al mencionarle a mi hermano. Creo que los dos son más tercos que una mula ranchera, pero ya me voy a encargar que mi hermanito habrá los ojos. De pronto un mensaje de texto me llegó al celular.

“Nunca serás feliz, gorda maldita”

Mi cuerpo tembló del miedo, quien podría hacer algo como esto, no entendía que les hice o a quien le provoco eso, ahora estoy dando vueltas en mi cuarto pensando quien podría ser, no me voy a dejar amilanar por cosas como esa, no soy debí, no soy la misma de antes, no voy a dejar que jueguen con mi mente, pero luego di un sobre salto, cuando oí que llego otro mensaje a mi bandera de entrada, tenía miedo de abrirlo y que siguieron con esas cosas, pero luego vi que era mi chocolatito y me calme me estaba mandando una dirección en una parte del pueblo que está en construcción.

Cuando llegué, lo vi a lo lejos, por un momento, pensé que podía ser una trampa de un idiota bromista.

—Amor — Y me besó de una manera tan dulce que duró más que unos segundos hasta que se calmó y tomó mi mano y me llevó unos metros más allá.

—Chocolatito, ¿Por qué me has traído a esta zona de casas en construcción? — Estaba en una casa que estaba casi terminada excepto el jardín, es lo que podía ver, tenía un pórtico hermoso parecido a la de la casa de mis padres. Estaba pintada de mi color favorito: el turquesa y blanco y se veía que habían plantado algunas flores recientemente. Eran rosas como las que cultivaba mi madre, pero me parece demasiada casualidad, creo yo.




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