21. Nueva Directora. ✓

De la nada el director Sebastián había desaparecido. Muchas teorías alrededor de su renuncia o despido o lo que sea que haya sido abundaban.

La última vez que lo vi, pidió que lo invitara a mi boda con Lucas, era imposible que eso pasara y me pareció un buen chiste... Aun así lo quería. Llegue a querer a mi director muchísimo y lo extrañaba un mundo. Actualmente aún lo extraño.

El asunto fue, que prácticamente no pasó nada de tiempo para que su suplente llegara.

Era una mujer que llevaba por apellido Ávalos. Su nombre Beatriz.

Beatriz Ávalos, era el reemplazo de mi director.

Al inicio debo admitir que no me agrado del todo, saber que ella era el reemplazo del director era algo muy difícil de aceptar, místicamente imposible de, si quiera, asimilar.

No se miraba que fuera la gran cosa, tampoco era nada bonita al menos no de su rostro, según lo que muchos de mis compañeros argumentaron, por el simple hecho de que ella era bizca y creo que hasta de estrabismo padecía: —pero eso no le quita el buen culo que tiene.

—Respeta —le pedí aunque bien sabía yo que lo hacía en vano.

Pese a todo eso, las apariencias siempre engañan; nada nunca es lo que parece y lo más obvio puede ser lo más equivoco.

Ella no era cualquier baratija, era más que la gran cosa y si, pues era bizca; pero y eso ¿Qué? Ese defecto facial no limito nunca su potencial; tenía buen cuerpo y lo mejor aún, tenía una preciosa mente. Por lo que me entere hizo que la mayoría de los deudores pagaran y que los que estaban atrasados con las mensualidades se pusieran al día, no hubo quien se salvara ni preferencias.

Cuando el director se fue, lo que más miedo me dio fue lo qué iba a ser de mí. La subdirectora me odiaba, el PutIClub no perdía oportunidad para hacerme ver o quedar mal y mi orientadora se moría de preferencias hacia Lucas. El director se había ido, la única persona que velaba por mí estaba quién sabe dónde y haciendo quien sabe qué, pero como nadad nunca es lo que parece...

Desde el principio la directora se le vio una gran preferencia hacia mí, se podía mi nombre, pero no solo mi nombre, se lo podía todo, completo; sabía que había participado en diferentes concursos de oratoria, una vez me pregunto que si saliera la oportunidad de participar en otro ¿Lo hiciera? Un rotundo y hermoso "SI" fue mi respuesta, fue la primera vez que miro con algo más que amabilidad. Me deje de sentir tan desvalida y me convence a sentir más protegida.

Me llegue a sentir incluso un poco superior cuando la directora Beatriz Ávalos me defendió del PutiClub en la cara de la subdirectora Isabel Alemán. Sabía que con eso conseguí que la repugnante y odiada sub me detestara aún más.

Era una excelente maestra, eso nadie se lo quitaba, su catedrático había sido un tal Luis Herrera, no tenía ni la menor idea de quién era el tipo pero en aquel momento estuve segura que era un gran maestro por la forma en que ella se expresaba de él.

El problema, grave problema, de Isabel era que nunca se dio a querer al contrario siempre nos infundió miedo, creo que nadie la respetaba sino que todos la temían. Aseguraba con vehemencia no tener preferencias y era lo que más tenía. Si uno se acerba a pedir ayuda porque algo no entendía nos explicaba pero primero nos humillaba frente a todos los demás, o aun peor solo nos pisoteaba y no nos aclaraba

A todo esto omitamos a sus preferidos, encabezando la lista: Julieta, luego sus amigas—copias— la mascota del grupo, Andrea y también Lucas. ¿Los demás? Pues poco valíamos o nada importábamos.

No sé por qué razón eran ellas sus preferidas, siempre lo quise saber pero nunca hice nada para hacerlo, Nancy me dijo una vez que la sub sentía tanto favoritismo por ellas porque quizá ella había sido igual de problemática, muy dada al noviazgo y aún más a los muchachos, poco inteligente, muy rebelde y nada esforzada al estudio de cuando joven.

A la verdad no era una teoría tan descabellada, tenía mucha lógica pero, como siempre hay un "pero", no pude creerla, no quise más bien. Ella eran tan parecida a mí, tan psicótica, perfeccionista, dedicada, inteligente, buena para lo que se le ponía enfrente, una completa sabelo todo que anteponía lo que le convenía ante lo que quería o necesitaba; no pudo haber sido diferente de cuando niña. Sí, es cierto las personas cambian, sin embargo, dudaba que lo hicieran tan radicalmente.

Antes hacía todo para ganarme su aceptación y deje de hacerlo hasta que alguien me dijo que: "En la vida nunca le vas a caer bien a todos y eso nunca te debe de mortificar, ni ocupar lugar en tu memoria"

Volviendo con la directora Beatriz, tampoco supe qué hice para caerle tan bien o ser digna de su aprecio. Solo me vio le caí bien y ya.

Algunas mentes retorcidas como Nancy aseguraron que el director me había dejado bien recomendada. Me pareció una teoría bastante divertida y aún más improbable.

Los cambios fueron violentos por así decirlo, hasta los maestros se quejaron de lo estricta que era ella. De igual forma se notaba a leguas que a la sub no le caía nada en gracia estas bajo su dirección. Pero de igual modo tenía que aguantarse.

Con los días todos nosotros nos fuimos acostumbrando a su presencia, a su forma de dirigir; con el paso de los días la aceptamos como la nueva Directora.

Por otra parte yo seguí con mi carrera de escritora amateur, plasmando en letras lo que se me ocurría, mi historia que originalmente se llama "Asesino sin Pudor" le cambie el nombre a "Todo por ti" además la trama era cambiada constantemente, una y otra vez hasta que llegue a un bloqueo mental. Lo admito, he pasado por eso en muchas ocasiones pero siempre he salido de ello. Además de eso, creo que más allá de un bloqueo era una decepción, mis libros no eran para nada vistos y eso me deprimió mucho.

Para mis compañeros era un cero a la izquierda nada notaba mi existencia y mi parte hipócrita, estaba satisfecha con eso. Las paredes que había levantado ante todos ellos estaban intactas, nadie cruzaba la muralla y yo no intento abrirles paso.