Marcus observó la lluvia azotar su ventana, con ese día oficialmente llevaban tres días con una lluvia torrencial y una niebla brumosa que a penas sí dejaba ver los alrededores del hotel, era como si el invierno hubiera llegado al país, pero ciertamente era imposible, no había nevado en aquella zona durante casi 50 años, así que su mayor preocupación sería la inestabilidad del suelo y las posibles avalanchas.
— ¿En qué estás pensando? — pregunto Jolie, su madre llegando a la sala de estar.
Jolie se abrazo así misma tratando de calmar el frío que la abrumaba, ni el suéter de lana que llevaba la abrigaba.
— Prende la calefacción.
Marcus acató la orden, volviendo al instante el clima más cálido, él amaba el frío, en cambio su madre que se había criado en una de las zonas más frías del continente no era para nada tolerante al clima.
— ¿Tú hermana está en su habitación?
Marcus confirmó.
— ¿Y tú padre?
— Rogers salió, dijo que iría al pueblo para ver qué tan peligroso es.
Jolie observó a la ventana, parecía que en cualquier momento el agua acabaría por romper el cristal.
— Iré con Kenny, debe tener miedo debido a la tormenta.
— Bien.
Jolie observó desconfiada a su hijo, conocía a los peligrosos seres que había engendrado, con excepción de Kenny, claro. La mujer se acercó a su hijo, recogiendo su cabello oscuro en un coleta alta.
— Por favor, no hagas un juego aquí, pasemos el tiempo felices y tranquilos, antes de ir por aquellos monstruos.
Marcus ladeó la cabeza.
— No te preocupes, madre, no haré nada malo.
Jolie apretó los puños.
— No tienes que imitar a alguien, que no seas como Wolfgang no significa que no seas fuerte.
Marcus cerró los ojos.
— Wolfgang es el hijo de tres reyes, un príncipe y una reina. Es obvio que él es superior.
Jolie abrazo a su hijo, que permaneció ignorando su muestra de afecto.
— No necesitas ser como él, tú eres único.
Las palabras de su madre resonaron en su cabeza, "Eres único" una hermosa manera de recordarle que no era tan afortunado como para haberse quedado con los Schillings, quienes lo regalaron a la primera oportunidad, no había sido lo suficientemente importante como para que ellos lo conservarán como su hijo, no era lo suficientemente loco como para importarles.
— Escúchame, Marcus, lo que sucedió no fue tu culpa, ellos lo necesitaban, no podían conservarlos a todos. Sólo se quedaron con sus hijos.
Marcus apretó los puños enojado.
— Pero aun así conservaron a cuatro que no eran sus hijos, si las cosas fueran tal y como tú dices hubieran conservado únicamente a Daken, después de todo él es su único hijo biológico.
Sin más, Marcus se puso de pie y se dirigió a la puerta, pero justo cuando estaba tocando el pomo de plata una sombra oscura se vertió debajo del espacio de la puerta, el sonido de una respiración pesada puso a Marcus en alerta, Jolie se acercó a Marcus en intento decirle algo, pero la interrumpió con brusquedad, dándole una indicación de silencio, Jolie quiso protestar pero justo una voz gruesa y gutural llegó a los oídos de ambos.
_<< HAMBRE >>_
Dijo aquella voz. Marcus abrió levemente la puerta, con la mirada fija al suelo, era la sombra de lo que parecía ser un hombre, no, era demasiado alta y con bultos por todo el cuerpo como para ser un hombre, además de tener unas manos totalmente desproporcionadas y una cabeza demasiado redonda y grande, no era un círculo perfecto, era más bien como la sombra de una calabaza. Aquella criatura caminaba lento pero sus pasos provocaban un sonido sordo y fuerte, parecía que en cualquier momento rompería el suelo.
Marcus cerró la puerta nuevamente y retrocedió sin querer encarar al dueño de aquella singular sombra. Los pasos se volvieron más ruidosos cuando el dueño de la sombra paso frente a la puerta. Jolie se cubrió la boca temblando, sin saber el porqué tenía miedo, por otra parte su hijo se llevó la mano a la cintura, dándose cuenta que no llevaba su arma en su correa. Marcus se maldijo mentalmente y retrocedió en busca de su arma, pero sus zapatos hicieron ruido al contacto con el suelo de mármol, haciendo que de repente todo quedará en silencio.
Jolie extendió su mano a su hijo, para que esté lo tomará y fueran en busca de sus hermanos, pero nuevamente una sombra se proyectó debajo de la puerta.
<< _MIAU_ >>
Seguido de un leve ronroneo fue lo que sonó a medida que la sombra se acercaba. Marcus suspiro aliviado y se dispuso a dirigirse de nuevo a la puerta.
— Tranquila, madre, debe ser uno de los gatos del hotel, el dueño ama los gatos por eso el hotel está lleno de ellos.
Jolie se mordió el pulgar sin estar convencida. Pero precisamente cuando Marcus volvió a tocar el pomo de la puerta, un fuerte golpe lo empujó hacía atrás.
<< ¡ _HAMBRE_ ! >>
Grito una voz ronca y grave, mientras la puerta se sacudía de forma violenta. Era como si respirara, yendo de adelante y atrás, sacudiéndose, tanto que los bordes de la puerta comenzaron a agrietarse, a pesar de ser de metal se veía que no iba a aguantar mucho más.
— ¿Qué está pasando?
Jolie corrió hacia Kenny, alzandolo y escondiéndose en una de las habitaciones.
— ¡Marcus! ¡Busca a Alizée! ¡Tenemos que escondernos!
Pero Marcus estaba paralizado, la puerta era azotada de tal forma en que parecía que un toro estuviera en los pasillos. Una enorme abolladura se marmifico en la puerta, no iba a resistir mucho, uno dos golpes más iban a hacer la puerta ceder, dejando a sea lo que fuera que estuviera allí afuera una vía libre para entrar en su habitación.
— ¿Hola? ¿Hay alguien ahí? Lo siento, pero me perdí de piso, ¿Puede alguien ayudarme?
La voz de Claudia saco a Marcus de su parálisis. Al instante la sombra desapareció y los golpes en la puerta se detuvieron.
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Editado: 04.03.2021