No es tarde

Capítulo 12

En California

— ¿De verdad? Cuánto me alegro — decía Stella mientras William le contaba que la niña ya había nacido. No era hipócrita estaba feliz de que su amando fuera feliz. — Cuando vuelva debería visitarlas.

Stella colgó. Faltaban algunas horas para que iniciara la fiesta. A su habitación entro Pandora, su hermana mayor.

— Mi hermanita... ¿a qué debo el honor de tu invitación? Ni siquiera mi padre me dio las buenas noticias, ah sí... no me habla.

— Abrázame — pidió.

Pandora era su hermana y se fugó con su novia hace unos años. Ahora vivían en Canadá pero estaba de viaje de negocios. Hace mucho que no la veía pues siempre huía de las reuniones.

— ¿Que sucede? ¿Estás herida? — pregunto al ver su comportamiento inusual.

— Jean... ¿pudo embarazarse? — quiso saber. No verse no significaba mala comunicación, difícil sí, pero no inexistente.

Pandora negó con la cabeza.

— Hermana... si pudiera darte un hijo... ¿lo cuidarías como si fuera tuyo?

Pandora no entendía y escucho con atención todo lo que le decía. Stella hablo con cuidado. Quería a su bebé pero seguramente su prometido la rechazaría si se enteraba. Pandora podía adoptarlo si no era ningún inconveniente después de hablarlo con Jean.

— ¿Quién es el padre?

— Yo... no lo sé...— contesto. Si ella se enteraba era capaz de ir a buscarlo y golpearlo por no hacerse responsable.

Pandora accedió en silencio.

Stella complacida fue a cambiarse.

La fiesta marchó de maravilla. Todos estaban mirándolos incluso Takumi quien tenía una expresión de desconcierto ante todos los invitados como si no los conociera. La fecha acordada de la boda sería al año siguiente según sus familias mientras ellos continuaban estudiando.

Stella regresaría a Mónaco, cuando estuviera cerca del parto viajaría a Canadá y entregaría a su bebé legalmente en adopción. Ese niño no merecía ser llamado bastardo ni incordio. Seguramente Pandora y Jean le darían una buena vida, mejor de lo que ella podía ofrecer.

 

En París

— De acuerdo...haré los preparativos...si...iremos allá Logan...no te preocupes. — dijo Zyphr con calma.

Habían sido seis meses.

Logan jamás abandono a su mujer incluso tuvo una charla con su hija diciéndole que su mamá dormiría para siempre y cuando cumpliera un año más le explicaría que sucedió, no tenía ninguna conversación preparada para ese suceso y quizás su hija no estaba preparada para afrontar la partida de un ser querido. Después de que le extrajeron el bebé, pasó a una incubadora y dejarían a esa mujer sin soporte vital. Iba a morir, lastimosamente no viviría para ver a sus hijos crecer. Logan no podía creer que Carla lo abandonaría.

Audrey lloraba cada noche porque en su familia ya no habría ninguna mamá.

Lizzy también estaba al corriente pero tenía sus propios problemas para lidiar. William seguía sugiriendo tener otro bebé aunque ella ya no quería. Había días en que él ya no iba a la casa y ella ya ni ponía atención. Fingir jugar a la casita era bastante agotador.

Entonces decidió platicar con su hermano y anuncio que regresaría a California a casa de sus padres. No pediría que le cuidara del bebé pero quería trabajar en su antigua agencia. Extrañaba ser estilista de artistas no modelos. Ron tuvo que acceder. Zyphr Jones envío a William a una sucursal con el fin de que se separaron más pronto para poder cortejarla libremente. Aunque aún quedaba tiempo para que partieran seguramente ellos pondrían sus asuntos en orden.

— Oye... Piper...

— Si, ¿señor?

— ¿Crees que Lizzy por fin me vea como hombre?

— Jefe, creo que no lo hará porque ella solo tiene ojos para su hija. — contesto resentida.

 

En Mónaco

— Pandora... ¿no puedes hacerme esto? ¡Dijiste que adoptarías a mi hijo! — reclamo muy molesta.

— Lo siento... Jean está embarazada... ¿no es fantástico? Stella exageras, solo debes buscar al padre de tu bebé y listo. Es fácil para ti ya que eres bonita y famosa. Estaría ciego como para dejarte ir junto a su hijo.

— Vete... no quiero volver a verte... es la primera vez que te pido algo y me decepcionaste. — dijo furiosa. Su bebé podría nacer en cualquier momento y sus planes estaban por los suelos.

— Ya entiendo, me aseguraré de no decir nada a nadie — le prometió.

Stella había pasado los últimos meses fingiendo que estudiaba arduamente. Incluso se negó a visitar a su padre diciendo que sus estudios eran muy importantes. Estaba aterrada. Lo único que le consolaba era que su estado no era muy evidente. Podía disimular un poco más además agradecía que no era famosa o de verdad lloraría si era acosada.

Ya no podía contar con Lizzy y se sentía muy sola además William tampoco la había contactado desde ese día. Estaba tranquila, estaba segura de que podría con ese reto incluso sin ayuda, rompería el compromiso y si era necesario emigraría a dónde nadie la conociera con el fin de que su hijo creciera en paz.




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