No es tarde

Capítulo 20

En París

Renée estaba cenando cuando subió a la habitación a llevarle alguna comida a su marido. Casualmente escucho que hablaba por teléfono así que pensó que era Lizzy quién le llamaba.

— Querido...

— ¿Qué? Tomaré un vuelo para allá — dijo moviéndose sin ver qué Renée estaba cerca. — Cariño... no te escuché llegar.

La comida cayó al suelo. Ron ayudo a su esposa a lavar la suciedad de sus manos.

— ¿Paso algo?

— Bueno... — curaba las manos de su esposa — Logan escucho que Lizzy estaba peleando por la custodia de Deneb.

— ¿Qué?

— Ese Alain insiste en que es su hija incluso hizo una prueba de paternidad. Lizzy está muy estresada y pidió que no le dijeran nada a nuestros padres ya sabes, son mayores... tendré que volar está noche.

— Iré contigo...— pero Ron negó con la cabeza — ¿por qué?

— ¿No dijiste que viajarías por trabajo? Renée...

— No importa... la salud de Lizzy es más importante. — reitero.

Ron le dio un dulce beso. Fue a darse un baño y Renée buscaría sus pasaportes para reservar el vuelo próximo. No sabía si fue su propia torpeza pero dejó caer el sobre de los gastos del Atelier dejando recibos tirados en el suelo. Ron era muy exigente con su marca de ropa pero hubo uno que llamo su atención. ¿Reservaciones de avión en medio de recibos de tela? Ser tan exigente y no se atrevería a cometer tal descuido.

— Cariño... ¿bajas a cenar? — pidió

— Ya voy... — guardo todo apresuradamente  y bajo. Ron le ocultaba algo, estaba segura.

 

Bajo y por fortuna se encontró con su representante quien le dijo que no podía viajar por lo que Ron viajaría solo. Después de cenar solo le dio un par de besos en la mejilla y Ron subió de inmediato a preparar su maleta.

— Oye Renée, ¿está algo mal con Ron? Nunca vi una despedida tan seca. Ustedes son demasiado cariñosos pero se nota cierto… distanciamiento.

— Oye... ¿puedes enviar a tu detective a investigar a Ron? — pidió.

— ¿Porque? ¿Sospechas que te engaña?

— Si... sé que hago mal pero... — lo admitiría solo frente a el — desde que Lizzy vino... siento que solo tiene ojos para ella. Es nuestra hermana lo sé pero como mujer siento que algo está muy mal

El manager prometió investigarlo, Renée no sospechaba solo porque si, lo noto desde que desesperadamente le dijo que debían verla. No era ciega pero creció con Ron y sabía cómo pensaba.

 

En California

Ron había tomado el vuelo más próximo a California. No se imaginaba como estaría su hermanita si pasaba por todo ese asunto sola. Llegó al aeropuerto y fue directo a la casa de Lizzy donde ella estaba dormitando. Entro sin esperar invitación. Nunca la había visto tan mal.

— Ron... ¿qué haces aquí? — pregunto al verlo.

— Tengo que llevarte al hospital — le dijo cargándola en sus brazos con mucho cuidado.

Lizzy estaba muy cansada. Al día siguiente podría recuperar o perder para siempre la custodia de su pequeña.

Tanto Alain como Takumi se habían asegurado que la prueba de paternidad saliera compatible. Lizzy no tenía cabeza para pensar en nada más, de hecho se sorprendido de despertar en el hospital con Ron a su lado.

— ¿Que me sucedió?

— Anemia — contesto — si no puedes cuidarte sola... mejor vuelve a Francia conmigo. No pienses solo en Deneb, eres muy descuidada.

— No puedo... me casare con Takumi, viviremos aquí... solo déjame pelear un poco más por mi hija.

Ron la miro. Lizzy era terca y si insistía seguramente se enojaría.

— Bueno... pero si veo que estás peor que antes me las llevaré sin preguntarles.

Lizzy sonrió. Era más que suficiente.

Ron salió e hizo algunas llamadas, no permitiría que nadie lastimar a su hermanita

 

A la mañana siguiente, en el juzgado se reunieron, Takumi, Lizzy, Alain y sus respectivos abogados. El juez que estaba leyendo los resultados de las pruebas lanzó una carcajada burlona y los mira.

— Pruebas insuficientes, se aplaza una semana. ¿Están burlándose de mí? ¿El señor Alain y el señor Takumi son los padres de la criatura? Asignare el hospital y el representante que los atenderá para hacer la prueba de nuevo. — Lizzy estaba conforme. Podrían pedir un amparo si sucedía lo mismo y tendría un poco más de tiempo para luchar por su hija.

Ron los llevo de vuelta, Takumi estaba en silencio.

— Lizzy, insisto que mejor descanses.

— Ron, estoy muy preocupada puedo perder a mi hija. — insistía. No podía pensar en otra cosa.

No menciono nada más, la semana paso en un parpadeo.

— La custodia se otorga al señor Alain...

 




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