DARRIEN
Piensa Darrien, piensa, quiero recordar, quiero ordenar mis ideas, me doy de golpes en la cabeza y regreso a la habitación, debería partirla la cara, golpearlo hasta ver sangre salir de su cuerpo para que pague lo que hizo, pero no puedo caer en su juego, debo reaccionar, debí darme cuenta de todas las barbaridades que hice o dije, ¡Por Dios! Le dije que me daba igual si se moría o vivía, le dije tantas cosas con afán de lastimarla, esos dos desgraciados deben pagar lo que hicieron, especialmente tu González, como fui tan ciego, confié tanto en ti, todo cuadra, todo tiene sentido ahora, siempre andabas detrás de mi oreja sugiriéndome que hacer o cómo reaccionar, siempre hablando mal de ella y lo malo que sería con ella en mi vida, todo por la estupidez que está enamorado de mí, jamás en mi vida ha pasado por mi cabeza que me gusten los hombres, pero ese tipo se volvió loco de verdad, pero me las va a pagar, tal vez no recuerde mi vida a su lado, pero sé que ella es importante, sé que ella y mis hijos son algo más que un nombre en un papel.
—Debería cargarla, necesita el calor que da la piel, además es usted el padre
No pude ni responder cuando ya la estaban colocando con todo y esos pequeños cables sobre mi pecho desnudo porque así me lo indicaron, podía tocar su pequeño cuerpo, sentía que estaba cargando algo liviano, pero con mucho peso, es como si provocara una presión en mi pecho muy fuerte, ella empieza a llorar y no me queda más remedio que hablarle, pero es como si reconociera mi voz, ¿Cómo es posible?
—Usted debió ser muy ligado a su esposa, como para que su hija reconozca su voz, siempre pasa cuando los papás le hablan al vientre de la madre.
Es tan delicada y suave, no puedo evitar conmoverme, sin embargo, no le encuentro sentido a esto que siento.
—Creo que fue suficiente y por favor ni una palabra a nadie de esto.
—Está bien
Algo en el fondo me decía que no estaba bien sentir eso, algo en mí se activó cuando la vi tan débil y delicada, tan enferma, todo por mi culpa
—¿Por qué está en ese estado? Seguro ella no se cuidó como es debido, claro eso es.
—¿Quién le ha dicho semejante mentira? Aquí el problema es el estrés al que fue sometida la señora Harper, según tengo en conocimiento ella tuvo amenazas al principio de su embarazo y al ser mellizos se tenía que tener sumo cuidado, la vida de ambas estuvo en peligro, gracias al estrés del que fue presa
El único culpable soy yo y mi afán de no querer demostrar cuando alguien me importa, al contrario, busque joderla tanto que casi las mato, Darrien Harper, asesino, me lo merezco, pero hay alguien más que debe pagar ese imbécil de González.
Cada vez que veo su cara, lo que quiero es golpearlo hasta ver que se queda sin dientes, lo que quiero es arrastrarlo hasta hundir su cara en la arena y lanzar su cuerpo a los tiburones, cualquier tortura es poca para lo que se merece, pero debo ser inteligente dominar mis emociones, pero mi corazón me traiciona queriendo saber de ellas, de mi esposa de mis hijos, no sé cómo pude ser capaz de tantas cosas malas, a mi mente viene su sonrisa, como si nunca se hubiera borrado de mi memoria, pero me negaba a aceptarlo, al contrario, hacía y buscaba la manera que sea para hacer que sufriera aun sabiendo que dentro suyo estaban mis hijos, nuestros hijos.
—Avisé en la oficina que se ausentara unos días para descansar.
—Gracias, tu siempre tan servicial Gonzales, a tal punto que supongo que me quedare aquí, pero antes necesito que me consigas algo de ropa en mi casa y un cargador, necesito conectarme con el mundo — Mientras termino la taza de café que me sirvió que no perdí de vista ni un instante, ese hombre es capaz de drogarme y hacer quien sabe qué cosas
Se marchó en lo que provecho para ver si en la casa hay cámaras, claro, sin que la otra traidora se percate que ando husmeando, no soy experto en esto, pero tengo noción de algo, necesito ser más inteligente que esa alimaña, no puedo buscarla y que entienda si antes no atrapo a ese sujeto, que da asco solo pensar las veces que alabe su trabajo, su lealtad y la manera en que solucionaba mis problemas.
Escucho el ruido de algo caerse.
—Creo que hay ratones por ahí, debería hablar con González para que los extermine — Elevo un poco la voz para ella me oiga, no puedo confiar en esa mujer, por ese motivo no la desenmascaro o la saco de donde está escondida como la rata que es.
He buscado varias veces por casi toda la casa y no hay nada, al parecer traerme aquí no fue algo que tuviera planeado, pensar que en mi casa estaba siendo vigilado pienso que hasta en la ducha habrá puesto cámaras y me da escalofríos, escucho el ruido del auto y eso me indica que llego, tal vez el plan que tengo en mente demore un poco, pero necesito que no tenga manera de escapar, si al enfrentarlo lo termino matando diré que fue en defensa propia porque el mismo va a admitir todo lo que hizo, no dejare que se salga con la suya, lastimo a mi familia, porque aunque no recuerde como sucedieron las cosas, estoy seguro de algo ellos son mi familia y si hoy no están es gracias al mal nacido que alguna vez se consideró cercano a mí, si tan solo Gonzalo estuviera acá, él me ayudaría estoy seguro, pero ya no sí que es de él, no sé si González fue capaz de eliminarlo para no hablar o de verdad está en ese país en medio de la guerra.