No me olvides

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Saco toda la ropa que puedo. Mi closet queda un poco vacío pero no importa si voy a pasar todo el verano en unas lindas vacaciones. Sé qué tal vez sea poco premeditado —me lo dijeron hace dos días— pero si a ti también te dicen que vas a conocer Europa estarías igual de feliz que yo.

Nunca en mi vida he salido de Perú y se siente una gran adrenalina el por fin dejar mi país natal e irme a Italia y algunos países cercanos. Todos han salido del país menos yo. Se siente como una nueva aventura que emprender. Estoy emocionada.

—Blair —llama mamá desde el marco de la puerta

—Sí mamá

—Podemos hablar de esto

—Creo que lo dejaste muy en claro ayer en la cena ¿No crees?

Solo recordar que mi madre se negó rotundamente porque decía que yo podía caer como ella, que saldría embarazada de cualquier hombre. Parece que mi mamá no me conoce lo suficientemente como para pensar que le abriré las piernas a cualquier fulano.

—Blair lamento mucho lo que dije, es solo que... —la miro ya que se demora mucho en pensar lo que va a decir—. Tengo miedo de que quieras quedarte ahí o que conozcas a alguien y te rompa el corazón.

—Mamá. Yo voy a divertirme, no voy a estar encerrada, quiero que sepas que soy responsable, no quiero mentir diciéndote que voy a encerrarme a mirar televisión o dormir. Porque no lo voy a hacer.

—Tu no vez televisión —corrige entrando en mi alcoba—. Mi pequeña, no quiero que te vayas.

—Mamá en pocos meses entraré a un trabajo estable con respecto a mi carrera, te ayudo con las cuentas del hogar y hago todo por verte feliz —la miro porque me parece muy mal que ella...—. A caso ¿No confías en mí?

Su boca se abre por la sorpresa al oír mis palabras. Sus ojos cafés me miran apenada.

—Confió en ti pero no confío en ellos, te seducen y alborotan tus hormonas y más si eres una extranjera que recién llega.

—Se cuidarme, nada me va a pasar —aseguro sentándose encima de la maleta para que la ropa entre ya que el cierre no avanza. Pinche cierre estafador.

—Pero Blair. Por favor hija no vayas

—Mamá yo no soy tú.

Al acabar de decir esas palabras siento que la he cagado, le he dado donde más le duele. En sus recuerdos.

Lágrimas salen de los ojos de mi madre antes de irse corriendo a su habitación.

Muy bien Blair. La mejor hija del año.

Les contaré una dramática historia de amor. Mi madre hizo un viaje después de su graduación, se fue a Bélgica donde conoció a él dueño de este espermatozoide que soy yo, pasaron uno de los mejores veranos de la vida. Mamá a veces llora recordando todo y más recalcando o gritando siempre por lo tonta que fue al enamorarse tan rápido, pero así es el amor ¿No? Bueno mamá regreso a Perú y empezó a trabajar aún se hablaba con él, cuando el señor sin nombre viene a Perú mamá le da la noticia de que es padre. Pero el susodicho ni bien se enteró que mi madre estaba embarazada se fue de nuevo a Bélgica.

Tristemente yo saqué todo de él, sus ojos, su nariz, su color de cabello, su boca, lo único que saque de mi mamá fue la frente y creo que eso ni cuenta, en fin, yo nunca menciono el nombre del señor sin nombre.

Si quiera el sin nombre vino a firmarme, ya que mi madre lo amenazó. Odio hasta tener su puto apellido de pila y el odioso nombre que eligió para mí pero según mamá ambos lo eligieron.

—Holi, holi, holi —grita Antonella entrando a mi habitación con un estruendoso ruido al golpear la puerta contra la pared

—Anto —digo un poco desganada

—Blair —responde con el mismo tono para luego reírse y abrazarme—. ¿Qué tal todo? ¿Tú mamá ya lo sabe?

—Sí —respondo tirándome en la cama boca abajo para luego dar gritos ahogados por la frustración. Antonella acaricia mi cabeza dándome pequeños «Shhh»

—No te sientas culpable Blair, ya eres adulta

—Lo sé pero es tan difícil. No quiero defraudarla, sé que para ella es duro que me alejé y la dejé sola, pero a veces siento que me asfixia tanta atención a veces solo quiero ser Blair Anderson y salir a fiestas, comer comida chatarra y ver porno HD.

Volteo riéndome, Antonella solo frunce el ceño sobando mi cabeza.

—Quiero beber hasta el culo y enrollarme con un chico por diversión. A veces siento que no vivo como una joven con hormonas, lo pienso todo metódicamente y cuando creo que voy a hacerlo no lo hago, ya no creo que sea una buena idea —miro hacia el techo—. Estoy harta de ser la hija modelo, la alumna modelo, la persona modelo, que todos quieren como hija.

—Entonces no lo pienses —señala mirándome fijamente—. Blair sé que tal vez esto no te guste pero tu mamá es una persona que te protege y quiere que hagas todo lo que ella no pudo hacer. Si quieres hacerlo que se jodan todos y hazlo pero si no lo quieres hacer, lo respeto.

—Eso no me ayuda en nada, Anto. Me siento mal por decirle a mi madre que no soy como ella. Ni siquiera puedo creer que le haya dicho algo como eso.




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