No me quites la oportunidad

Anen

Anen

 

- ¿Y dónde está el perro? - pregunta Max haciendo que desvié mi mirada en busca del perro, pero el perro ya no estaba.

- ¿A dónde se fue? -dije en voz alta

-Talvez vio a su amo y se fue 

- ¿Su amo? -fue justo ahí que me di cuenta que con quien hablaba de manera tan normal era Max con quien era la primera vez que tenía una conversación tan larga.

-Pues...pues no lo sé, me tengo que ir es tarde- me puse muy nerviosa y sabía que si me quedaba otro rato ahí no me podría controlar. Comencé a caminar retomando mi rumbo, pero Max me tomo de la capucha.

-Espera Renesme no te vayas-pronuncio mientras tiraba de mí capucha con un poco de firmeza, yo solo me detuve lo que hizo que el me suelte 

- ¿Te puedo preguntar algo? - yo solo asiento

(Baby por ti seria Batman)

- ¿Por qué siempre que hablas conmigo lo haces con indiferencia? -sus palabras hacen que la piel se me erice y el miedo a responder aparece

-Pues porque ...porque-en ese preciso momento me toma de la mano y me sonríe 

-Tranquila otro día me respondes- al terminar de decir eso suelta mi mano (espera te regalo mi mano)-Adiós Anen 

- ¿Adiós Anen? -repito, pero esta vez con tono de duda- ¿Qué quiere decir Anen? -no puedo evitar preguntarle eso, el gira su rostro en mi dirección 

-Eso te lo diré cuando tú me respondas- sin más emprende su camino dejándome a mí con la duda.

... 

Al llegar a casa encontré una nota de papá sobre la mesa del comedor: 

"Ya que no llegaste temprano te deje la comida en el microondas en la noche hablamos"

Papá

Decidí no comer no tenía ganas, mi mente buscaba la respuesta a aquel adjetivo con el que me trato Max "Anen", intenté hallar respuesta en Google, pero no la encontré sentía cansancio y también mucho estrés

-Tomare una siesta de 2 minutos -me dije a mi misma engañándome sabía que esa siesta tan corta se haría larga, de seguro son siglas el jamás me había dicho de otra manera que no fuera Renesme era la única persona que me decía así. Me recosté con el engaño que solo sería una siesta corta, no tarde en quedarme dormida; en mi hermoso sueño me estaba casando no precisamente con Max el chico que iba a desposar no tenía rostro.

-Rene...Rene ¡despierta! -Di un brinco lo que hizo que despertara completamente de mi sueño, era mamá la que estaba sentada a mi lado.

-Hija tienes que hacer tarea es muy tarde, y no quiero que te desveles

-Si mamá ya voy 

Mamá salió de mi cuarto repitiendo que me apresure, tenía un dolor enorme en la cabeza tanto que en toda la tarde había olvidado por completo a Mitsel ¿qué voy a hacer?

-Tengo que ayudar a Mitsel

 



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En el texto hay: romance, muerte, dolor

Editado: 25.04.2021

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