No me quites la oportunidad

Cap 25


-Y que es lo creo- sus ojos echan chispas

-Mira la verdad no sé porque ahora te tengo que dar explicaciones es obvio que es tonto hacer eso- me termina de fulminarme con la mirada, sus ojos cambian de dirección hacia Cristhian y con una mueca que la verdad solo me causa miedo se dirige a él.

-Y tú que le dirás a mi hermana cuando le cuente que estas abrazando a Renesme y básicamente están en una cita.

-Nada- se limita a decir y deja su actual posición para sentarse frente a mí.
¿Qué?- exclamamos juntos

-Es la verdad-se echa para atrás y cruza los brazos y yo solo puedo pensar que este hombre está loco-ella y yo no estamos haciendo nada de malo solo estamos hablando de la preparatoria y ya, ¿tú le encuentras algo malo?- se dirige a mi yo muevo mi cabeza en señal de negación- lo ves- se jacta- y la abrazaba porque le duele que hablen de su mamá cosa que sin querer hizo el recepcionista.

-Max me mira con ironía- vaya que son  muy buenos amigos- resalta la palabra amigos como si tuviera derecho hacerlo.

-Y ¿a ti quien te acompaña?-suelte Cristhian

-¿Yo?- se rasca la cabeza con un dedo- pues vine solo como bien tus ojos pueden apreciar- intenta ser sarcástico pero no le sale.

-¿Nos quieres acompañar?- suelto sin medir mis palabras (mierda)
-No- su voz es molesta- ustedes sigan creo que mejor me voy a un bar- me alegra que no accediera la verdad no se ni porque eh dicho eso, tal vez  fue  porque quería comprobarle que Cristhian y yo solo somos amigos y en realidad solo vamos hablar de la prepa; ya no se ni que estupideces digo.

El resto de la noche transcurre entre risas planificaciones y todo termina cuando Cristhian me deja en la puerta de mi casa le doy un beso en la mejilla como señal de despedida y entro a casa, mi padre ya está dormido y yo muy cansada así que después de sacarme el vestido rojo que solo me llegaba por encima de las rodillas y tenía todo mi busto cubierto me retiro el maquillaje y caigo en su un sueño profundo.


Narrado por Mitsel:
ACTUALMENTE:
Mi vida… no yo no tengo vida-desde el día en que mate a mi niño no he podido dormir siempre que sierro mis ojos escucho como no bebe me ruega porque no le haga daño, no tengo perdón soy la peor persona del mundo, soy una maldita egoísta, lloro y mi ojos me duelen mucho no he parado de llorar mañana se cumple un me. No sé si pueda resistir tanto dolor no lo sé…

Narrado por Rene:

Estoy caminando sola por la misma calle que desde los 12 años transito sola es muy sola la verdad mi barrio es algo un poco longevo, soy la única que pasa por aquí para ir a clases, no puedo evitar recordar la ves que me encontré con Max, llevaba su uniforme y ahora sé que el colegio al que van está cerca de mi casa cosa que antes ni me lo imaginada estos días salgo más temprano de lo común por eso es que no me los eh encontrado.

Ya en el bus mi teléfono suena- si Alo- contesto aun número desconocido.

-Disculpe hablo con Renesme Castelo- la voz de aquella mujer se me hace conocida.
-Si esa soy ella-hablo un poco bajo tengo una señora de avanzada edad a mi lado que está dormida sonríe mi hombro y no quiero despertarla.

-Oh mi pequeña soy la mamá de Mitsel-de inmediato se me dibuja una sonrisa en la cara, la señora Leyda es una persona muy dulce- disculpa que te llame pero te necesito y quería pedirte un favor, el viernes Mitsel salió  de su habitación y acepto ir al grupo de apoyo pero con una condición- suspira- pide que tu vayas con ella.

-Claro con mucho gusto iré estaré ahí en la tarde para que vayamos juntas – la señora me agradece y cuelga la llamada me causa mucha alegría el hecho de que ella por fin intente superar su dolor.

Llego al colegio miro Safiro en una de las bancas, ella no me cae nada bien se hizo pasar por la amiga de Mitsel pero al final se metió con Cristian el novio de Mitsel, hay como la detesto.
-Chaparra- grita mi mejor amigo que hace unas pocas semanas era casi un desconocido para mí-mira que hermosa- me abraza- el cabello rizado te queda bien deberías de hacerte una permanente.
-Tal vez pero mi cabello es así- lo miro con superioridad.

-Lo siento señorita Valiente- me guiña un ojo.

-Vamos Naitan se nos hace tarde para ir a clases-lo tomo del bazo y lo arrastro prácticamente al salón.
Le cuento a Naitan sobre Mitsel aunque los dos no se conocían bien a él le gusta que ella supere lo que paso y eso me alegra mucho.

El timbre suena y agradezco la rapidez con la que ha pasado el día porque enserio odio el lunes lo odio con mi vida, Naitan se va con su novia que cada día se ve más delgada no entiendo porque debe ser modelo ya que mi amigo casi no me habla de ella.

Mitsel sale con unos calentadores negros y una chaqueta que hace juego con esta, su cabello dorado esta recogido con mucho descuido y tiene unas ojeras enormes en sus ojos todos hinchados.

-Lista- me limito a decir.

-Te queda bien tu cabello natural- muestra una pasajera sonrisa

-Si- respondo y comenzamos a caminar hacia lo que se supone es un grupo de consuelo.
Al llegar nos recibe una señora de unos 36 años de tez morena y cabello largo y lacio, va vestida con una falda que cubre todas sus piernas con una blusa igual de pulcra que su falda.  

Tómanos asiento en las pequeñas sillas que están ordenadas en un círculo que de poco a poco se va llenando el lugar con rostros que solo me inspiran tristeza en mayoría hay mujeres de edad muy avanzada pero somos como 5 chicas jóvenes y 6 hombres de también avanzada edad. La sesión empieza con las historias desgarradoras de cada una de estas personas, pero hay una chica que parece de mi edad pero resulta tener 28 años que cuenta como su hermana menor se suicidó y en una carta la culpa a ella de su muerte. Todo comienza con los golpes que ella le propinaba a Sara, así es como se llamaba su hermana de 17 años, desde niña la golpeaba por sus travesuras cuándo ella creció ya no solo eran golpes si no también insultos, le echaba la culpa de todo, sus frustraciones las desquitaba con ella y no la dejaba en paz siempre odiaba que sus padres le dieran diferente trato ya que a Sara siempre la trataron mejor que a ella. Su otra hermana a la que si cuidaba porque le tenía mucho aprecio era quien defendía a Sara de los golpes de ella ya que sus padres casi nunca estaban en casa. Un día Sara intento defenderse de su hermana pero le fue peor, mientras Sara recibía los golpes le grito que ella se iba a matar, pero no le importó pensó que no tendría el valor para hacerlo cosa en la que se equivocó. Esa misma tarde que regreso del trabajo subió a su alcoba ah descansar cuando entro vio un charco de sangre en su habitación junto a quien reposaba su hermana que tenía las muñecas y los tobillos cortados. Llamó de inmediato a la ambulancia pero ella ya estaba muerte  hace horas. En la mesa de su alcoba encontró la carta en la que explicaba por qué se mataba donde dejaba muy en claro a ella como la única culpable ya que ni siquiera podía dormir en paz por todo el calvario que ella le hacía sufrir, los moretones que tenía en su cuerpo y cicatrices ya no lo soporto más, y su deseo era que su hermana cargara toda su vida con su muerte, ya al parecer lo consiguió.



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En el texto hay: romance, muerte, dolor

Editado: 25.04.2021

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