Diciembre, es un mes precioso, la nieve y la fría briza, es realmente perfecto para alguien que ame la nieve; pero en Pound Beach no hay nieve en esta época del año, pronto será el baile de invierno y de bienvenida.
- ¿Qué piensas hacer para navidad? – pregunta Max en la otra línea.
- No sé, la verdad; - le digo pensando en que sería mejor hacer, - la verdad no quiero ir a New York, Thiago debe de ser todo un caos de pañales sucios y comida regada por todas partes. – continuo y su risa se me contagia.
- ¿Dónde estás ahora? – me pregunta recuperando el aliento que ha perdido por la risa.
- Estoy en el balcón de la biblioteca donde tengo la oficina. – de sus labios sale un “oh, ya veo”.
- Yo tengo que hacer algunas fotos para navidad y promocionar unos perfumes de Hugo Boss, pero agende cenar con mis padres para navidad y año nuevo, - me dice y yo veo a Laramy buscar a alguien. - ¿Podríamos vernos para uno de esos días?
- Seria genial, pero creo que hare un viaje y no me iré a New York, mis padres creo que se irán de viaje con Thiago.
- ¿Y a dónde iras? – me pregunta, sé que quiere saber, pero no puedo decirle no quisiera que por un impulso arruine esto.
Mientras hablamos veo a Laramy pasar perdida por el jardín, sé que es grande, pero / ¿A quién anda buscando? / - ¡Ey rubia! – le grito desde mi posición, - ¡Por aquí! – le grito otra vez cuando ella busca de donde procedió la voz, - ¡frente a ti!, Max hablamos después cualquier cosa te llamo.
- ¿Qué haces ahí? – me pregunta cuando esta frente a mí, la base del balcón esta un tanto alta. – esta casa es hermosa, me dice.
- ¡Verdad! – le digo mirando a todos lados, - camina derecho por ahí, y sube las escaleritas, - le explico, - yo entro otra vez al estudio y ella entra por la puerta que le indique y se asombra.
- Wow, esta biblioteca es magnífica, - dice mirando a todos lados.
Quisiera agradecerle, pero sería ponerme en evidencia; así que le digo que vayamos a cenar que ya debe de estar lista y salimos para ir al comedor de la cocina, allí encontramos a Margaret, Jey, y los demás empleados quienes se tensan y me hacen sentir incomoda, aun no se acostumbran a que Margaret figure como la dueña de la casa, a mí también se me es incómodo tenerlos en esta situación, pero es necesario para el bienestar de todos.
Luego de la cena me junte con Margaret en la habitación que duerme, le explique que quería ir de viaje con ella y los chicos.
- ¡Alucino! – Dice con sorpresa, - ¿puedo llevar a mi familia? – al escucharla no sé, qué decir y eso es lo que me preocupa.
- No, es sólo para nosotros, además eso sería ponernos en evidencia con lo de la mentira, - le digo dejándole claro que no es buena idea.
- Es verdad, - me dice, - pero ¿crees que podrían irse a algún lugar por navidad?
- Lo pensare, - le extenúo; ¿quieres algún lugar en específico? – Vuelvo a interrogar, - lo piensas y me dices, para avisarle a Jaime para que haga todo lo concerniente, - le digo, sentándome en mi escritorio en donde está su laptop la cual está llena de calcomanías de Harry Potter, - podríamos…
- ¡Ya sé! – Grita espantándome, - quiero que vayan a New York nunca han ido y seria genial que pasearan allá y conocieran todo, - yo asiento con la cabeza como si pensara que es buena idea.
- Está bien, - digo y ella se para a abrazarme, eso me sorprende, - le diré a Jaime cuando baje, le pediré que acomoden una buena casa, donde puedan conseguir pasarla bien y disfrutar de la ciudad.
- Eres genial, gracias por todo de verdad, - dice y siento que esto se tornara incomodo; - no entiendo porque las personas solo te buscan por lo que tienes, - dice y se bien a lo que se refiere.
- ¿Estuviste hablando con Martha? – Le pregunto, ella asiente con la cabeza volviéndose a sentar en la cama, - no le hagas caso, pero si, la verdad ni yo sé porque se acercan por lo que tengo, ¿me imagino que te pasa igual en la prepa ¿no?
- Si, - dice; - es agotador, las populares se me han acercado para hablar conmigo, ser mi amiga, pero cuando salimos una vez dos semanas después que llegue, me hicieron pagar todo a mí.
- Típico, ya lo pasé, - le espeto, - ¿y después que hiciste? Supongo que ahora que les has negado gastar tu dinero ya no te tratan igual.
Terminamos esa fastidiosa conversación burlándonos de las populares, aunque ella quiere ser popular y tener mas amigos, pero no por una mentira y que las personas gasten el dinero ajeno a pesar de que le pagamos.