Ya es sábado, no amanecí en mi habitación, pero no dormí tan mal, Jaime se encargó de disimular una de las habitaciones de abajo de rosa, llena de carteles de Shawn Mendez, Justin Bebier, Selena Gomez, EdSheeran, Eminien, Bruno Mars, Luis Fonsi, camila, entre otros; espejos y perfumes, cremas, prendas que tal vez nunca usaría y que se los regalaría para Navidad a las hijas de las empleadas y a ellas en sí.
Martha estaba en la cocina frente al lava platos, siempre me gustó abrazarla por la espalda y nunca habría una excepción.
- ¡Buenos días Martha! ¿cómo estás? - Le pregunté con una sonrisa y tomó de alegría al verla tan radiante tarareando una canción que me cantaba de niña.
- Estoy bien mi niña ¿cómo amaneciste? Espero bien, tu desayuno está sobre la mesa. - Al sentarme subí el pie izquierdo en la silla a lo que Martha me observa y sonríe como una posesa… - ¿nunca dejarás eso? Eres una niña grande.
A lo que mordiendo mi tostada con ojos bien abiertos y encogiendo los hombros en forma de no saber a qué se refería y las dos reímos como posesas, cuando de pronto escuchamos las dos una voz.
- Buenos días, - era él; Jey quien me ayudó días antes cuando sucedió lo de Brat.
- Hola joven, - le contestó Martha. - Tome asiento para su desayuno, - Levante la vista y justo en ese momento nuestras miradas se cruzaron /pero ¿Qué rayos hace el aquí? Esto está mal/.
Por mi cuerpo cruzó la misma sensación escalofriante que cuando me paso el cuaderno en el casillero y me pregunto si podía llamarme por mi nombre.
- Buenos días saludó Leticia.
- Buenos días dijo Arturo; - mirando a Martha preguntando como debían saludarme con la mirada, ya que había una persona que no era del personal completo de la casa.
- Hola Arturo, hola Leticia; se pueden sentar, ¿soy alguna extraña acaso? Todos nos miramos y nos reímos tontos.
Jey nos observó perplejo no entendiendo nada. Él asintió a respuesta de la pregunta de Martha y no dejaba de mirarme, cuando lo miraba me sentía extraña, no sabía que me hacía sentir curiosa hacia él.
El desayuno había pasado, unos chasquidos de dedos me saco de mis pensamientos;
- Estoy bien, está bien no mandaré nada, por cierto, princesa; Angélica me dijo que estuviste con ellos hace dos semanas; y que te vio muy linda Y rozagante.
- Si, estuve allá y me divertí mucho, Max me llevo a sus secciones de fotos, me llevo a parques, vivimos una peli en el cine y vine para la casa en el jet, ¿y tú embarazo cómo va? Le pregunte ya fuera de mi histeria.
- Estoy muy bien, las náuseas no son tan constantes como al principio.
- Ximena es hora de filmar tu parte, - se escuchó decir una voz masculina a lo lejos en el teléfono.
- Si, ya voy, amor hablamos en cuanto pueda; te amo, por cierto, te envíe el prototipo de la nueva línea de Cantu's Secret.