Mientras esperábamos al maestro de la clase de Física, estuve pensando que haré para poder tener amigos, aunque fueran esos siete tontos; pero la idea de no tener con quien quejarme me estaba volviendo casi desquiciada.
- ¡Hope! ¿estás bien? - escuche a una rubia de ojos celestes preguntarme sentada desde su silla cerca de la mía.
- Si estoy bien, ¿por qué preguntas?
- Ayer estabas ida y lejos de todo lo que te rodea.
- Estaba preocupada por algo de mis padres.
Cuando terminamos nuestra pequeña conversación con Laramy entraba Jey pasando su mano de un lado a otro y yo incliné mi cabeza para reírme cuando vi sus pies frente a mí.
- ¿Es muy gracioso? - Expulsó con tono de dolor y rabia; - me la desquitare ya verás.
Lo mire a la cara y levante mis hombros en gesto de restar importancia y Peet se río por lo bajo al escuchar la amenaza y ver mi gesto.
Es increíble como podía tener clases con ellos y sentarnos cerca, como si la fuerza gravitacional nos atraerá a todos hacia el mismo lugar.
- ¿Qué libro estás leyendo Peet? - pregunte.
- Leo "Un Secreto vuelto rumor" de Oswell Masticad.
- No sabía que te gustarán las novelas de misterio y romance mezclado con un toque de rebeldía medieval.
Dejo de leer su libro colocando el marcador en las páginas donde se quedó / que cuidadoso es este chico/, para mirarme con atención y contesto a mi pregunta.
- En realidad no, pero el señor HayField lo menciona en uno de sus libros como el más amado por uno de los personajes principales que me intrigo el leerlo.
- ¿Qué libro leíste de HayField? - pregunte con notorio interés; - el menciona ese libro en varios de sus repertorios literarios.
- Lo leí en "amor de invierno", pero lo leí en la biblioteca del condado, aquí no lo tienen en ninguna parte.
- ¿Si quieres te regalo una de mis copias? Tengo dos, ya sabes lo que son los regalos cuando te gusta leer.
- ¿¡ENSERIO?! - exclamó con un notorio brillo de felicidad e incredulidad. - ¿De verdad harías eso por mí?
- Si. No puedo dejar que un buen libro se desperdicie.
En ese momento el profesor McCoweld llegaba al salón. - Siento la demora chicos; ¡silencio! Bob a tu lugar; - ordeno con voz fría y seria.
- Llegue tarde porqué me estaban dando las informaciones sobre sus materias optativas, primero deben pasar por el mural y ver las que les interesan.
* * * * *
Durante los cambios de materias decido mirar las materias optativas para ver cuál o cuáles me interesarían.
Una vez estuve frente al mural observé las diversas clases con los profesores y las listas con números vacíos para colocar su nombre.
- ¿Te inscribirás en alguno o sólo estarás mirando, como tonta?
Esa voz de pito y chillona era poco común y con ello pude descubrir de quién provenía.
- ¡Ah! ¿Decidiste poner tu neurona a funcionar? - Le pregunté al verla mirar con interés las optativas.
Continúe con mi inspección y encontré dos materias que llamaron realmente mi atención "principios administrativos y administración de mercados".
Saqué de mi mochila el bolígrafo y decidí inscribirme en ambas.
- ¿Por qué has tomado esas dos; bebé? - me preguntó una voz sumamente molesta pero masculina.
me gire colocando los ojos en blanco para encontrarme con el patético de Brat.
- Si son optativas, se pueden elegir; según tengo entendido.
- Esa es una buena cuestión, también las tomaré; ¿Si no te importa? - /es tan raro que siquiera puedo entender como las chicas de aquí pueden considerarlo genial/.
- ¿Y eso que tiene que ver conmigo? - le interrogue, esperando lo obvio en él.
- Todo, estamos unidos por un beso tu y yo; ¿Lo has olvidado?
- ¿De qué rayos hablas? - sé que recuerdo el suceso de la clase de teatro, pero no debo de hacerlo notar o no me dejara en paz.
- Lástima que lo hayas olvidado eso me da ganas de volver a hacerlo, - sujeta mi barbilla e intenta acercarse para besarme.
Retiro mi cara y con ello me muevo muy rápido sujetando su mano y doblándola hacia atrás con toda mi fuerza, le hago presión y cuando veo que intenta soltarse en otro movimiento más rápido tomó su otra mano libre y la coloco en su espalda apretando, cuando empieza a chillar aprovecho y tomó su línea trasera de su chaqueta y me deslizó hacia delante por encima de él dejando sus brazos juntos hacia delante sin que pueda salir de la chaqueta del equipo.