Fue extraño que Jey me abrazara no lo negaré mi cuerpo se tensó rápidamente al sentirlo, pero eso era algo que nunca diría o por lo menos no en ese momento.
Me hablo cerca del oído y me solté.
La verdad no lo sentí venir, estaba más concentrada en que Margaret estaría al rededor y debía aprenderse todo lo concerniente a mi infancia, a Thiago y nuestros padres, también sobre el secuestro, también sobre Max... Oh Max, ¿tenía que contarle esto? O ¿podría ocultárselo? Pero si quería que Jey dejara de preguntar sobre quien es Max necesitaba hacerlo.
Hablaría esta tarde con él, el decirle sobre ella era decirle donde estaba, pero la verdad extrañaba mucho poder abrazarlo y bromear con él tirándonos rosetas de maíz cuando veíamos películas en el cine de casa ya que ir al cine público con él era terminar haciendo una sección de fotos con el modelo juvenil más famoso de Estados Unidos.
Tome mi celular y marque el número de Max enviándole un mensaje.
"Necesitamos hablar, es importante"...
Su respuesta no se hizo esperar, sabía que estaba desocupado de sus secciones de modelaje para sus exámenes de primer período al igual que nosotros en el PrayMond.
El día paso normal, Jaime iría al otro día a inscribir a la chica al instituto, le pedí que le fuera explicando cómo debía actuar y las oportunidades de hablar e ir donde su familia y que no podía decirle a nadie donde estaba.
Su familia necesitaba mucho de la ayuda y ella no dudo en aceptar lo que se le propuso; no importaba si era descubierta al final su familia y ella no serían perjudicados.
* * * * *
Hoy iniciaban mis cursos optativos asi que llegaría tarde a casa, no era que me emocionara mucho el llegar temprano luego de aquel hecho tan vergonzoso de mi parte, besarlo pensando que no me acordaría de ello por estar ebria.
Pero no fue así, aunque me reí en su cara por lo que dijo de besarlo y desaparecer, fue algo que sucedió en contra de mi voluntad; pero ya que Margaret está en la casa es momento de alejarnos un poco y guardar las distancias por lo menos hasta que ella se ponga al día con todo.
Los pasos siguientes serian inscribirla en la escuela bajo el mismo apellido que yo me empeño en ocultar, pero es necesario decirle que debe estar firme en cuanto a decirle a los maestros y personal de escolar que no deben de divulgar la identidad de la Princesa del Emporio Krofort; que nada de fiestas, pero presumo que eso será algo difícil de controlar, tendré que permitirle una o dos al mes, eso es algo que debo de hablar con Jaime y Martha.
- ¿En qué piensas, nena? – pongo los ojos en blanco al reconocer esa voz.
- ¿Qué quieres Brat? – Le pregunto dándome la vuelta en la silla, hacia donde él está sentado justamente a mis espaldas.
- Estamos en la misma clase optativa, bebe.
- Deja de llamarme así, - digo sonriendo entre dientes.
- Me gusta ese sonrojo en tus mejillas al decirte así.
- No es de vergüenza este sonrojo, idiota; digo dándole énfasis a la palabra. – me giro para que no me entren ganas de matarlo.
La clase optativa duro lo necesario para no permitirme escuchar o molestarme en mirarlo, necesitaba llegar a casa, escuchar tantas estupideces de una sola boca es suficiente por un día.
- Bienvenida Hope, ¿Qué tal tu dia?
- Hola, Rafael, cansador y ¿el tuyo? – le pregunto mientras me sujeta la puerta.
Camine durante algunas horas lo que fue relajante y agotador, pero necesario para hacer saber que no he podido comprar otra bicicleta desde que me robaron la mía hace unas semanas en la casa de Plumette, por lo cual se siente aun culpable y me pide disculpas todos los días.
Lo de hoy fue el colmo, - Ya basta Plumette, no fue tu culpa, ya déjalo. – Le inquiero con molestia.
- Pero fue por ir a mi casa. – me dice justificándose.
- ¡Basta! – grite exasperada en la mesa frente a todos, - podría comprar dos bicicletas más como esa, si el señor Kro… - si el señor de la casa se entera que la perdí, lo menos que él quiere es que pase problemas. ¿Está bien?
Todos los chicos en la mesa me observaron en silencio y con confusión aparte de también tener el ceño fruncido.
Pero eso no hace imposible que mis ojos se desvíen hacia dos personas que están riendo muy amenamente entre ellos, sin percatarse de mi presencia, / ¿Se están llevando bien? si solo tiene tres días aquí, ¿en qué momento se hicieron amigos? Y sobre todo ¿Por qué siento que me estoy enojando? /
- ¡Hola Hope! – me saludo desde lejos Margaret, quien aferraba el brazo de Jey muy confianzuda, mientras me saludaba con la mano.
Aferre fuertemente mi mochila y entre a la casa por la puerta del frente, no quería pasar por donde estaban.
- ¿Esos son celos?
- ¡Maldición! – dije girando hacia el lado derecho de donde Salía Jaime. – Me has asustado, - le dije colocando mi mano en mi pecho. – No sé de qué hablas.
- Claro que sabes, - espeto esté acercándose a mí, - si te vi desde la ventana; - dijo señalando a la sala de estar que obviamente estaba ocupando cerca de la ventana. – desde allí se puede ver el lado del jardín donde están la señorita y el jovencito Jey.