Que Max estuviera celoso de Jey sin saber quién es, me hizo pensar por primera vez algo que nunca había pasado por mi cabeza y si atamos cabos, no quiero pensar la respuesta y al final tener razón.
Perder a mi amigo me aterra, pero más me aterran estos sentimientos que están naciendo en mí, nunca había besado a nadie por más ebria que estuviera, es el primero que me besa, si estuve enamorada de Ramsés, pero nunca llegue a besarlo o confesarle que me gustaba, pero él se acercó a mí con intenciones de hacer eso y más cuando Max llego intensifico los intentos, cada vez que intentaba besarme Max aparecía, el hecho de que Fiensellthon fuera cuatro años mayor que yo, le dio la ventaja de jugar conmigo.
Max no estaba celoso sin razón.
- Hope llegaras tarde al Instituto, - la voz de Eliezer uno de los muchachos de la seguridad móvil me saco de mis pensamientos.
- ¿Ah? Sí, ya me voy… gracias por avisarme, podrías decirle a Martha que por favor prepare un helado casero del sabor favorito de Margaret para celebrar su inicio en la escuela.
Mientras salía disparada por la puerta de la cocina me topé con Leticia quien al parecer venia del frigorífico con los vegetales para la cena y los materiales para el almuerzo del personal.
- Hola Leticia, ¿Cómo estás?
- Buenos días señorita, está muy animada. – me dice con una gran sonrisa.
- Si, extrañaba mucho hablar con el amor de mi vida, - le digo y salgo disparada, sé que sabe que me refiero a Maximiliano.
Salgo corriendo aún más rápido y me choco con un cuerpo que está parado frente a mí, - ¿Con que el amor de tu vida? – esas palabras me sorprendieron y dejaron ver a un Jey con los puños cerrados.
Vislumbre sus puños y luego mire su rostro el cual estaba fruncido por el enojo, - si tienes novio ¿Por qué me besaste? – inquirió apretando más sus puños y apretando fuertemente sus dientes, no eran los míos, pero podría decirse que me dolieron a mí también de tan apretados que la tenía.
En mis labios se formó una sonrisa y no sabía si me parecía gracioso que estuviera molesto o celoso por lo que dije. – te ves lindo cuando estas celoso. – Digo sin medir lo que estoy diciendo, - pero me refería a mi mejor amigo.
Con esas palaras veo como todo su cuerpo se relaja y me deja pasar. / ¿No ira a la escuela? /
Entro en el auto con Marcos quien me espera con la puerta del copiloto abierta y al entrar me percato de que Margaret está en el asiento de atrás con los brazos cruzados.
- Buenos días Hope, - dice soltando los brazos. - ¿Por qué debo de ir en este asiento? – pregunta mirando alrededor de todo el automóvil.
- Porqué eres la señorita de la casa y nadie debe de pensar o creer que no lo eres, por eso. – Le explico obvia ante su pregunta, y la entiendo, ni siquiera a mí me gusta ir en el asiento de detrás.
Llegamos a la escuela en un santiamén, es decir más rápido que de carreras, llevo a Margaret a la oficina académica para dejarla con Portillo y me voy a mis clases, pero mientras camino por el pasillo veo al grupo de Judo en el que esta Jayson riéndose mientras los últimos salen del baño de los chicos.
Pasan por mi lado y se quedan observándome y sonriendo, - Eso fue un gran chapuzón, - dijo uno de ellos, - Vaya que, si lo fue, - dijo otro. Por suerte su guardaespaldas no está por estos prados.
/ ¿Guarda espaldas? / y fue cuando vi salir a un húmedo y asustado Peet, quien se acomodaba sus gafas; me acerqué a él y olía a desinfectante / por suerte estaban limpios/.
- ¿Estás bien? – Le pregunte y el solo me observo con cara de sorpresa y vergüenza. – deberías defenderte Peet, no es bueno que los dejes abusar de ti; ¿Jayson sabe que los miembros del equipo de judo abusan así de ti?
- No, y tú tampoco le dirás que viste que esto paso. – Me inquirió con una mirada de anhelo a que mi respuesta fuera positiva.
- No le diré, pero algo debemos hacer, no puedes andar por ahí como un perrito mojado en el escusado.
El sacarle una sonrisa comprueba que Peet es un alma noble, jamás los acusaría con Jayson o con las autoridades de la escuela; que lo consideren ñoño es mejor a que nadie le hable por chivato.
… - Por cierto ¿dónde está Jayson? – Le interrogo en cuanto me percato de la razón por la cual le han hecho eso.
- Tenia una competencia de judo con otra prepa, por eso no vino al instituto esta mañana. Tal vez no venga mañana tampoco.
- y ellos aprovechan la oportunidad para fastidiarte, ¿Verdad?
Solo asintió con la cabeza y las ganas de patearles el trasero se incrustaron en mí, pero pensaría en un plan mejor, que no fuera poner a Peter en un aprieto de orgullo. Se lo importante que es para un chico mantener su orgullo intacto y lo afectado que puede resultar si una chica lo defiende.
- ¿Vamos a clases? – me pregunta caminando a mi lado. – mi clase esta de camino a la tuya.
Caminamos juntos a las respectivas clases, antes de entrar al aula divise a Peet mientras llegaba a su aula y llevaba sus libros de lectura actuales y me fije en su vestimenta, / ¿Cómo es que soporta vestirse como un auténtico ñoño? ¿Pareciera que es su madre quien lo viste? / - En parte eso explica porque lo molestan.