No soy Yo

Capitulo 8

CAPITULO 8.

¿Hola?- Nadie respondió y decidí entrar en la cocina ya que su madre me había dado permiso para hacerlo. Y me encontré con una de las escenas más tiernas que recuerdo

Allí estaba él, su delantal negro lleno de blanco, su cabello y rostro cubierto por harina , con su mirada fija en un gran engrudo que parecía ser una especie de torta de chocolate por su color.

-Si sigues batiendo de esa forma perderás todo el relleno-dije riendo

-Solo quería prepararte una torta de chocolate ya que son tus favoritas- dijo Lucas apenado- Es nuestro aniversario y quería sorprenderte- sin pensarlo dos veces corrí hasta donde estaba en la cocina para  abrazarlo, sin duda allí era mi lugar favorito, entre sus brazos.

¿Anna estas bien?- Pregunto Ian, trayéndome a la realidad de nuevo con su pregunta, mis ojos estaban cargados de lágrimas y no me había percatado de ello.

-Sí, lo siento. ¿Puedo pasar al baño?- le pregunte sin mirarlo

-Claro-

Ian me acompaño hasta la segunda planta de su casa y me dejo frente a una puerta blanca al final del pasillo

-Aquí es- Ian me regalo una sonrisa de esas cálidas, que sin decirlo te dan ánimo, a diferencia de los demás no había lastima en su rostro.

-Gracias- Al entrar al baño, mis lágrimas comenzaron a caer sin control. Varios recuerdos invadieron mi mente. ¿Cuándo dejaría de doler?

-Profe la pequeña torta de mi hermano ya está lista. La esperamos en el patio, no tarde-

 

 

Volví a mirarme al espejo, Ryan me esperaba, debía salir del baño, enjuague mi cara y espere unos segundos que el rojo de mis ojos se vaya

-¿Que huele tan bien?- El patio de mis vecinos sin duda era hermoso, había un gran árbol que decoraba con su sombra más de la mitad del espacio, una piscina y una mesa de material con hermosas sillas para espacios verdes. Era un lindo lugar pero que sin duda le hacía falta color, flores, plantas.

-Seguramente el café por que la torta de Ian, tiene un aspecto extraño-  largo una carcajada Ryan mientras que su hermano le regalaba una cara de total desagrado.

-Es solo un nuevo modelo niño- retruco el mayo de los hermanos, rodando sus ojos-

-Is Sili in nivo modilo niñi- respondió el pequeño haciendo burla a Ian, sin duda los hermanos estaban dándome un gran espectáculo que se mantuvo largos minutos haciendo que mis cachetes dolieran por el dolor. Atrás habían quedado las lágrimas por los recuerdos.

-¿Profe?- dijo Ryan– acaso la torta no tiene forma…-buscaba con su picara mirada una descripción a la torta- ¿extraña? –chasqueo sus dedos como si hubiese encontrado la palabra adecuada

-Digamos que no tiene una forma convencional- dije riendo

-Ves Anna sabe apreciar el arte- respondió un Ian orgulloso

-Puede que también no sepa lo que es el arte- respondió entre risas el pequeño

-Ey las criticas eran para tu hermano, no para mí- le regale mi mejor cara de ofendida a mi vecino menor

-Bueno pero usted se puso de su lado- rodo los ojos Ryan

-Niño, ella me conoció primero a mi es lógico que lo esté-  sonrió Ian

-¿Profe?- indago el pequeño de ojos negro

-¿Si?- respondí mientras tomaba algo de café

-¿Cómo alguien tan inteligente como usted era amiga de mi hermano?- casi el café de mi boca termina en la mesa por las carcajadas que ese comentario había producido

-Digamos que esas no fueron mis mejores épocas- respondí entre risas

-Ja- dijo Ian sin entender mi comentario- ¡EY!- Con Ryan chocamos los cincos mientras el mayor de los hermanos mostraba su mejor cara de enfado

-No olvidemos la parte donde era su amiga porque él siempre me regalaba dulces- levante mis hombros restándole importancia a Ian mientras Ryan reía sin parar  y el mayor de los hermanos ponía su cara aún más roja de enfado-  No te enojes, es solo la verdad-le sonreí

-No es la verdad, es tu verdad, eras mi amiga porque era el más hermoso del barrio y de la escuela- dijo levantando su brazo queriendo exhibir sus “músculos”

-Amigo- le toco el brazo Ryan-ella era tu amiga solo por interés, no trates de mentirte- Ian rodo sus ojos indignado mientras con el pequeño reíamos por su expresión.

Sin duda la tarde fue una de las más divertidas que había vivido en el último tiempo, los hermanos se encargaron de hacer ese día uno donde las lágrimas quedaron a un lado y recordé lo que era sonreír de forma sincera, se encargaron, con sus ocurrencias, de que al menos por un rato, mi mundo fuera más liviano, tuviese más color.

-Gracias - Dijo Ian mientras tomaba la taza que minutos antes estaba llena de café para lavarla.

-¿Por?- tome una de las tazas ya lavadas para secarla, muy a pesar de los anfitriones me ofrecí para ayudarlos a limpiar el desastre que habían ocasionado en la cocina para poder realizar la torta.

-Por venir, hacía mucho tiempo no veía reír tanto a mi hermano,hoy volvió a ser el por un rato- dejo la taza en la mesada para que luego de terminar la que tenia en mis manos pueda secarla-

-No tienes que agradecerme, Ryan es un gran chico, no se que sucedió con el- lo mire, no buscando una respuesta si no dando mi apoyo- pero dale tiempo, el estará bien- un Ian totalmente conmovido asintió a mis palabras- Ademas- deje la taza totalmente seca e su lugar y tome la que Ian había terminado segundos atrás- yo tengo que agradecerles realmente me divertí hoy

-¿Anna?-Dijo Ian, en tono serio, casi preocupado

-¿Si?- respondí para mirarlo su forma de hablar me había alertado

-¿Realmente eras mi amiga por los dulces?- una carcajada se escapo de mis labios

-No, claro que no-respondí una ves que deje de reir- eso era casi el motivo total pero no el principal- él cruzo sus brazos en señal de desaprobación

-¿Cuál era el motivo principal?- dijo ofendido

-Eras buen amigo y guapo además- sonreí queriendo convencerlo-




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.