Sinceramente no creí que una pequeña broma que aparte salió monumentalmente mal me costaría desperdiciar toda una tarde con Dylan, quien no era precisamente de mi devoción, en realidad lo destetaba. Ni siquera me habia traido a un lugar bonito para la dichosa cita, de hecho más común al elegir el lugar no pudo ser, era una puta cafetería desolada, ni siquiera los gorilas que tenia por guardespaldas estsban, porque obvio Dylan los habi sobornado.
Ese viernes había aguantado las incontable ganas de vómitar cada vez que Dylan me decia uno de sus halagos baratos que mas bien trapasaban directamente la linea hacia la vulgaridad y corriente, o cuando rozaba mis manos con la suyas. Odiaba el contacto odiaba su contacto en especifico y odiaba esta supuesta cita a la que me vi obligada a venir.
—Y dime Ali ¿quieres ir a mi casa esta noche?, mis padres no estaran.
"Asco" esas palabras se plantearon en mi cerebro en cuanto pude decorar el mensaje que Dylan trataba de darme. Él creía que yo sería otra idiota zombie que aceptaría acostarme con él y ya, pues no, a mi el me daba repulsión en todo los sentidos y no que era el único, no por el odio que le tenia, eso me pasaba con todos los chicos, pero siempre lo trataba de ocultar siempre lo guarda para mi.
La sola idea de besar a alguien me daba asco, por favor quien disfruta del coctato de otra boca, del compartir saliva Ajena y germen ¿quien rayos sabe donde estuvo antes? que toco antes, era asqueroso y me parecía mucho más asqueroso Dylan quien tocaba a alguien diferente casi a diario y besaba la boca de todos. Casi podría jurar que tenía baba de todo el instituto en su boca.
—¿Hola?, Alicia ¿sigues conmigo o ya te Fuiste a tu mundo?.
—¡Claro! no tengo ningún lugar a donde ir, Dylan.
Evite con cada fibra de mi ser entornar los ojos por sus palabras, porque todos decían eso, porque todos creían que me iba a otro mundo, pero no seguia en este por desgracia. Si pudiera ir a otro mundo jamás regresaría sin embargo eso nunca pasara es por eso que trato de transformar este mundo, trato de darle un poco de mi estilo, aunque luego me castiguen y muchos me odien y todos me quieran por interés y nadie lo haga de verdad, aunque tenga que hacer favores, fingir ser fuerte y convercerme a mi misma que no sienro nada por Caden, pero al final del dia todo cae de golpe y vuelve la Alicia estúpida que es consumida por el mundo con facilidad.
Y es por eso que me encuentro en este intento de cita con Dylan en una cafetería de ochentera con personas inexistente, porque claro el niño rico puede hacer que todo un lugar se despeje con tan sólo ordenarlo, no entendía muy bien porque las persona amaba tanto dinero, me he hecho esa pregunta en más de una ocasión y en ninguna de ella obtengo alguna respuesta coherente. Lo más sercano que tuve a una fue lo que me dijo Jack hace un mes : "si lo necesitaras entendieras, pero tú estas podrida en dinero y lo encuentras sin sentido" no podía negar que él tenía algo de razón, dinero me sobraba, aunque no era a mi a a quien le perteneciera exactamente más bien era de mi padre exclusivamente de él, pero había algo en la lógica de Jack que no me cuadra absolutamente, y si yo fuera pobre como es la etiqueta que le impone la estúpida sociedad no creeria de algún forma que este me gobernara, ¿cómo un pedazo de papel puede tener tanto control? así de adsurdo es el mundo que se hace llamar cuerdo.
—En conclusión me encantaría besarte —musito el rubio en un cariñoso hilo de voz acercándose más a mi, invadiendo mi espacio personal, tocando mis mulos y causandome náuseas, quién sabe en cuentas parte estuvo esa mano y a cuantas personas toco antes que tocarme a mi. Traté de no perder la calma o al menos disimular no hacerlo. Subí mi vista lentamte hasta chocar con la oscura mirada de él acompañada de una de esas sonría de conquistador que suele poseer, la que servía con todos menos conmigo y no es que me sintiera orgullosa de eso al contrario me hacía sentir mal, rara más marginal de lo que ya era, de lo que la sociedad me oglibada a creer.
—Dylan no creo que sea buena idea —trate de quitar su mano lentamente de mis piernas para que no sospechara, para que él siguiera creyendo que los escalofríos de mi cuerpo era por deseo y nerviosos y no por miedo y no asco. Tenía que fingir lo más posible y tratar de alejarlo.
Justo cuando mi mano hizo fricción con la suya tratando de alejarla de mi muslo, cuando creí que me libraria de él y se alejaría completamente de mi, Dylan entrelazo nuestras manos y así estaba con una mano que había tocado incontables mas, que también había tocado más pieles convirtiéndome en otra piel tocada de tocando a la vez millones de piel y eso me asquio de tal forma que no quería disimular mas, lo quería alejar de inmediato de mi y correr hasta a mi casa para en encerrarme en mi habitación y olvidarme de que tuve un momento "romántico" con Dylan.