Empezaba a creer que tal vez Emma tendría un poco de razón porque estaba enojada con Caden, quería matarlo para ser sincera y más cuando vi los golpes que poseían seguro por la porquería que vende, pero en lugar de descargar mi furia como siempre suelo hacerlo lo bese, lo bese con todo el odio contenido y se sintió genial, fue como si miles de ratas estuvieran en mi estómago desgarrando mis estrañas y como si mi corazón estuviera en llamas, toda esa maldita adrenalina no la había sentido antes y tal vez si alguna vez llegaba a probar las drogas seguro y se sentiría como eso.
Finalmente el auto se detuvo frente a la casa y yo me encargue de hacerle señas a Rogelio para que me abriera. Caden seguía sin decir una sola palabra desde que paso lo del beso, pero la sonrisa en su rostro lo delataba y sabía que ese momento era perfecto para molestarlo pero lo cierto es que por primera vez no quería arruinarlo, me gustaba como se sentía y no quería abrír mi boca para dañarlo como siempre, pero tuve que hacerlo.
-Vamos, Lorena ya nos debe de estar esperando. -No podía mirarlo al rostro, solo lo dije de forma apresurada antes de bajar del vehículo dándole la espalda tomando rumbo hacia la casa.
-¿En serio vas a hacer esto Alicia? -cuestión Caden saliendo del auto y dándole un puertazo al mismo, yo por mi parte solté un suspiro cerrando los ojos sin deterneme o darle la cara. -Te creía más valiente idiota, claro como ya cumpliste tu capricho -espeto solo para provocarme, lo sabia muy bien, él quería que yo fuera hasta donde estaba, quedando a solo centímetros para que le dijera que no le temía mientras todo mi cuerpo temblaba y él lo notaba, pero esta vez no caería en el mismo juego de siempre, en cambio entre de lleno a la casa escuchando como él me seguía.
Jack estaba en la sala con su teléfono y del otro lado estaba mis guardaespaldas viendo algo en la lapto cosa que ignore totalmente y segui de largo dirigiéndome a la cocina para buscar a Lorena, Caden siguio gritándome que teníamos que hablar y yo simplemente lo ignore quienes no lo hicieron fueron los dos enormes hombres que le cerranron el paso evitando que se acercara a mi.
Esos idiotas, entonces yo tendria que entablar contacto visual con el maldito de Caden si o si por su culpa, los odio.
-¡Jorge suéltalo!, ese imbecil no me hará nada -Dije enfrentandolo, justo como él quería y manteniendo mi vista fija en en su rostro, Caden había ganado odiaba eso, lo odiba a él con toda mi alma y aún así no pude evitar sentir pena por él y su ojo morado.
-No estés segura de eso -protesto él, haciendo el intendo de hacercarse a mi, cosa que Jorge evito tocándole la herida del abdome logrando que Caden soltara un quejido y en cambio Jack por su parte entornara los ojos levantandose del sofa.
-Iré a buscar a mamá.
Tate, el otro gorila, también se levantó de su asiento y le tomó el rostro a Caden, sus bruscas manos le cubríam toda la cara provocando que lo apretara lastimando su ojo herido.
-Es que no te basto lo de ayer niño o quieres más -amenazo Tate haciendo más presión sobre su agarre provocando que Caden soltara otro quejido. Lorena llegó por su parte a la estancia con una caja de primeros auxilios, pero no pudo avanzar más al presenciar la escena que me había encargado de titular *los tres cavernicolas", yo por mi parte estaba apunto de detener a esos gorilas si las palabras de Jorge no se hubieran adelantando dejándome estática en mi lugar.
-El jefe fue muy claro ayer niño, si seguías viendo a su hija te dejaría más que un ojo morado y mira aquí estas paseandote como si nada.
La sangre me hirvio en cuando note la mirada apenada de Caden centrada en mi y lo entendí todo. Lorena por su parte les reclamo a los dos estúpidos recordandoles que yo estaba presente.
Fue mi padre, pero por supuesto siempre era mi padre. Si algo iba mal o estaba jodido era por su culpa y ahora se había tomando el atrevimiento de decidir sobre mi amenazando y golpendo a Caden, precisamente a Caden, la única puta persona que me mantiene cuerda en esta porquería de vida que él me obligaba a llevar, a él simplemente no le basto con encerrar a mi madre en un manicomio donde la llenaban de sedantes para que no pudiera emitir palabra, no le basto con cortar mi libertad obligándome a ser seguida por Jorge y Tate cada día, ni siquera le basto con amenazarme con que si me revelaba dejaría de verla los domingos, no, para él todo eso no fue suficiente, sino que tenía que tratar de alejar a Caden de mi amenazandolo de muerte.
-Tate suéltalo ahora mismo -exigí posiciendome frente a él, ya no estaba dispuesta a seguir siendo un peon más en el sucio juego de mi padre.
-Señorita tengo órdenes directas de su padre.
-¡Me importa una mierda las ordenes de mi padre! suelta a Caden ya mismo.
Estaba furiosa, podía sentir como mi rostro se encontraba caliente de la ira y Tate incluso pasó saliva con nerviosismo y finalmente lo soltó.