Capítulo 4
Aiden
Esta chica se esta metiendo en negocios que no le incumben y entre más escarba entre mi vida más la voy a destruir ¿Por qué me importa destruirla? No lo sé, nunca lo sé, mi objetivo era matarla pero al parecer el plan se pospuso después de verla ahí, con toda su naturaleza, viéndola como descuartizaba al animal, como ella podía engañar a los demás a su antojo. Ella es igual a mi solo que tenemos una diferencia, a ella le importan a su manera las personas a su alrededor ¿yo? Solo me preocupo por mi mismo, ella es mi adorable fanática que me ve desde las sobras sin saber que yo la veo todo el tiempo sin que se dé cuenta, algún día esa fanática será toda mi perdición pero no dejaré que pase eso, ocupo destruirla antes de eso, yo no puedo perder ante nadie, nadie en este mundo es lo suficientemente valioso para quedarse menos Dania Ritman
Joshua
Me encontraba acostado en mi habitación cuando un llamado a mi puerta me sacó de mi trance de estudio, no era normal que alguien tocará a la puerta y menos sin mis padres presentes, todos sabían en el pueblo que ellos trabajaban hasta tarde. Me pare de mi escritorio, abrí mi puerta y esta rechinó al moverla, mi padre tenía que arreglar esa porquería de puerta. Fui por el pasillo hasta las escaleras mientras sentía mi pulso a mil, algo estaba extraño, algo me decía que no debería abrir esa puerta, pero calle todas las alarmas al escuchar una voz familiar.
-El chico debe estar en casa- dijo el oficial Galway-
- No lo creo- contesto otro oficial-
Me iba acercando lentamente cuando di un suspiro sin pensar, tomé el pomo de la puerta y una gota de sudor cayó desde mi frente, sostuve con fuerza el pomo de la puerta y noté mis manos sudorosas, suspiré una última vez y abrí la puerta dejando ver al oficial Galway.
-Hola muchacho- dijo el oficial Galway, mientras me miraba con pesar y tristeza-
-Ocurre algo oficial…- dije preocupado-
-Lo siento mucho muchacho- dijo el dándome un abrazo- Tus padres sufrieron un accidente de tránsito, sus frenos fallaron y estos perdieron el control del volante haciendo que el carro callera cuesta debajo de la colina de la carretera- dijo el oficial mientras me sostenía con fuerza-
- ¿Mis padres? - dije con lágrimas en mis ojos-
-Si muchacho- dijo el oficial Galway-
- ¿Dónde están? OCUPO VERLOS… por favor- dije suplicándole al oficial Galway pero el se separó del abrazo y me negó con la cabeza-
- Mandaran a recoger sus cuerpos cuando haya un equipo especializado…. No hay rastro de ellos hasta ahora, pero una persona que callo y volcó de esa manera no puede…- dijo el oficial Galway, pero yo lo interrumpí-
-ESTAN VIVOS, TIENEN QUE IR POR ELLOS- dije gritando mientras lo empujaba lejos de mi- ELLOS… ELLOS… no pueden morir- dije sollozando y gritando-
-Lo siento muchacho- dijo el oficial Galway y se dio media vuelta- vendrá una asistente social a ayudarte, espérala hasta entonces- dijo yéndose-
-TIENEN QUE IR POR ELLOS, ELLOS ESTAN VIVOS- grité a todo pulmón mientras mis lagrimas bajaban con fuerza-
-Lo siento- dijo el segundo oficial dándose media vuelta y seguir al oficial Galway-
-NO ESTAN MUERTOS- grité con fuerza mientras me sostenía a mi mismo- Mamá… papá… ¿verdad que siguen vivos? - dije mientras mis lagrimas brotaban de mis ojos-
*Por otro lado*
- ¿Hijo que haces aquí? - dijo el oficial Galway-
- ¿Quién murió? - dijo Bruno-
-HIJO- dijo el oficial Galway alejando a su hijo de la comisaría-
-No dije nada malo- dijo Bruno-
-Lo sé, pero no puedes decir eso, por dios- dijo el oficial Galway-
- ¿Por qué ven tan mal a los muertos? -dijo Bruno indiferente-
- ¿Lo hiciste tu? - dijo el oficial Galway con pánico-
- ¿Hice qué? - dijo Bruno-
- ¿los mataste? - dijo el oficial Galway con palidez en su rostro-
- ¿esta semana? - dijo pensativo Bruno- no- dijo simplemente y su padre suspiro con alivio, como si hubiera retenido todo el aire que tenía dentro-
- ¿Entonces que haces aquí? - dijo el oficial Galway-
-Viendo trabajar a mi amoroso padre- dijo sonriendo con una sonrisa perversa-
-Tu no vienes por mi- dijo el oficial Galway resignado-
-Claro que no- dijo sinceramente Bruno- Hay mucho movimiento de policías- dijo Bruno admitiendo a lo que iba-
-Murieron los señores Anders- dijo el oficial Galway mirando hacia la puerta con nerviosismo-
- ¿Murieron? ¿Cómo? - dijo Bruno interesado-
- No se sabe, al parecer fallaron los frenos, aún están investigando- dijo el oficial Galway-
-Mmm interesante- dijo pensando Bruno-
- ¿Estás seguro de que no fuiste tu? -dijo el oficial Galway-
-No fui yo- dijo Bruno cansado e irritado-
-Entonces si fue un accidente- dijo el oficial Galway suspirando-
- No creo- dijo sonriendo Bruno-
- ¿a qué te refieres? - dijo el oficial Galway con cierto temor hacia su hijo-
-Nada, come sano papá, respira no fui yo, y si lo fuera tu estarías ahí para cubrirme las espaldas ¿verdad? - dijo con tonó amenazante Bruno-
-si hijo- dijo su padre volviendo a palidecer-
-Nos vemos en casa papá- dijo Bruno dando media vuelta e irse de la comisaría-
*Bruno*
¿Accidente? Claro que no, no existen accidentes, menos si están esos dos sueltos por el mundo, él no se acercaría ni un centímetro a esa familia por mas ganas de matarlos que tenga, pero ella… ella… la persona más manipuladora, calculadora y sanguinaria que conozco… aquella loca de su mente como yo… solo ella es capaz de algo tan perfectamente calculado para que todo se vea como un simple accidente, solo ella…
Caminé unas cuantas calles hasta llegar a aquella casa, aquella casa que escondía tantos secretos, aquella casa que escondía al peor monstruo, aquel monstruo que escondía un sinfín de secretos, aquel monstruo que escondía su verdadera naturaleza, aquel monstruo que se esconde detrás de esa amable sonrisa