Nothing is easy [editando]

Capítulo 3

Capítulo 3: Lucas B.

–Parece un fantasma – susurro al ver pasar a una joven de piel blanca, con una chompa negra e igualmente su pantalón.

Tenía el cabello recogido de una forma despreocupada, las hebras negras de su cabello le cubrían parte de su rostro, podía ver que tenía la nariz y los ojos rojos.

Una musa perfecta…

Cruza la pista sin percatarse que el semáforo estaba en rojo, al parecer estaba sumida en sus propios pensamientos y no se daba cuenta de lo que pasaba alrededor de ella. Camino en dirección de ella sin saber la razón concreta, solo era preocupación, me dije a mi mismo, claro una mujer sonámbula deambulando en la noche es peligroso. Llega a un pequeño parque y se sienta sobre el césped, me acerco un poco más y puedo oír como se recriminaba a sí misma; en ese mismo instante me olvidé de los modales y de la prudencia, me senté a su lado y le animé.

Era conocedor que las palabras de aliento de personas extrañas eran mejores, incluso sabía que podrías abrirte con alguien que sabes que jamás en su vida ibas a volver a ver, y la mujer frente a mí me lo estaba demostrando en este mismo instante, mencionó que estaba despedida, que era algo injusto porque solo no se presentó al trabajo por ir a enterrar a su padre, que hoy mismo había muerto, se estaba quedando sola en este mundo. Ella se sentía en la miseria, quería desaparecer en estos mismos instantes, no se sentía capaz de poder lidiar con todo.

Yo también estaba pasando mis propios problemas, pero creo que nada comparado a lo que ella estaba viviendo en estos mismos instantes; puse mi mano sobre su espalda y ella se apegó a mi pecho, como si nos conociéramos de muchos años, las personas que pasaban nos quedaban mirando, lo único que podía hacer era bajar mi cabeza rogando que el gorro ocultara mi rostro para que no me puedan reconocer.

Tenía miedo de volver a salir en los titulares por problemas, y si eso pasaba me imaginaba los titulares estilos “Escritor monta escándalo con su amante después de la denuncia de la modelo Ainhoa” “Una mujer más, víctima del escritor abusador” “En Arequipa con su amante luego de ser acusado de abuso físico”.

Podría esperarme lo peor de los noticieros de este país, no perdonaban a nadie, sabía que mi agencia estaba haciendo lo posible para poder detener las noticias, pero al ser violencia de género, era algo que no podía detenerse fácilmente.

Su hiperventilación hace que mi atención vuelva hacia ella y puedo notar que ha dejado de llorar y se había dormido sobre mi pecho, sonreí de lado de lo irónico que estaba siendo la vida, dos personas consolandose en sus peores momentos.

Pongo detrás de su oreja las hebras de su cabello y puedo detallar mejor su rostro, tenía una nariz pequeña, que ahora se encontraba roja por el llanto y quizás también por el frío, sus pestañas eran tupidas y rozaban sus mejillas ligeramente, tenía sus labios entre abiertos y estaban rojos debido a la emoción y el llanto de hace minutos. Dormida y despierta parecía alguien malditamente inofensivo y en peligro constante.

Saco el teléfono y veo que ya estaba haciéndose muy tarde, no podía dejarla en el parque porque era peligroso, tampoco podía llevarla al hotel porque tendría la atención de todos y era lo que más quería evitar. Comencé a darle pequeñas palmadas sobre sus mejillas intentando que se levantara.

Cuando estaba despierta le propuse acompañarla hasta su casa, pero se negó, alegando que vivía cerca y podía ir sola; no sabía la razón exacta, pero igual no le permití irse sola y sin su consentimiento caminé tras de ella a una distancia prudente, algunas calles estaban vacías y me felicité por haber decidido acompañarla a lo lejos, hasta que llegó a su hogar, al parecer. Una vez que la vi cerrar la puerta me sentí tranquilo y regresé a la habitación del hotel, acomode la ropa en mi maleta, mi portátil la guardé en una mochila aparte  junto con el cargador, la puse sobre la silla del comedor y pude ver los dos boletos que necesitaría para llegar hasta mi destino no deseado.

–Prefiero ir a Cuzco, que aislarme en una ciudad tan pequeña y poco desarrollada – gruñí.

Dejo afuera la ropa que utilizaría para irme mañana por la mañana. El teléfono suena.

–¿Qué? – respondo molesto.

–Buenas noches, si estoy bien, gracias por preguntar – oigo como Robert comienza hablar con sarcasmo – Lucas, ¿Aún te quedarás dos días más en esa ciudad?

–No, mañana mismo me voy. – me saco la ropa.

–Puedo preguntar por qué el cambio? – es visible la curiosidad en su voz.

–No tengo ni una razón para quedarme en esta ciudad. – quito las frazadas de la cama y me acuesto. – Más rápido mejor.

–Tienes razón. Bueno… – se queda en silencio al otro lado de la línea, yo solo espero que se anime a hablar y sabía que era algo malo – Ainhoa ha llevado este caso a los tribunales.

El pesar en mi pecho es grande, paso mi mano libre por mi cara y doy una gran bocanada de aire.

–No me sorprende – intento controlar mi ira – Supongo que está teniendo muchas promociones de patrocinadores.

–Eso no nos importa – habla con serenidad – Solo tenemos que conseguir evidencias de que todo  lo que está diciendo es mentira, que todo lo que está diciendo es inventado.

–Como si fuera fácil – me río con ironía – ¿Cómo puedes demostrar con evidencia que siempre la he respetado?

–Solo tenemos que saber cuales son sus dichas pruebas de abuso, para poder buscar cámaras de seguridad que puedan desmentir.

Mi relación con ella solo duró 5 meses, una relación en la que intenté formalizar de mil maneras, porque quería tener la seguridad de que alguien me amaba y siempre estaría para mí a pesar de las circunstancias. Le compraba los bolsos de marca que le gustaban, íbamos de viaje a los países que ella quería conocer, pero al parecer no fue suficiente para que me pueda amar; quizás debí regalarle un anillo de oro blanco y así hubiese podido evitar todo lo que estaba pasando, no entendía porque su necesidad de llegar tan lejos con esto, que pudo haberla motivado a hacerlo.



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En el texto hay: mentiras, embarazo, decepción

Editado: 01.07.2024

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