Capítulo 7 Luna de miel

P.O.V ERICK

-Te tengo una sorpresa, ven - le digo vendándole los ojos con suavidad

Y es que Emma no lo sabe pero he planeado nuestra luna de miel e iremos de viaja a su país Ecuador. Lo que estoy seguro de que le va a fascinar

- Ok ¿pero debo estar mucho tiempo así? - dice apuntando la venda en sus ojos

- En realidad sí, pero estate tranquila, serán varias horas

- No por favor no me hagas esto sabes que no me gusta no ver nada - dice quejándose

- Te va a gustar mucho - aseguro

-Esta bien pero quiero que sepas que no me agrada estar vendada

Había planeado todo perfectamente, así que después de empacar algunas cosas básicas de ella fuimos a tomar un vuelo que había reservado para nosotros, fue difícil no responder el millón de preguntas que tenía, y en cuanto el vehículo despegó se aterró un montón, pero aún así, no iba a arruinar la sorpresa. Y así fueron alrededor de seis horas.

Hasta que llegamos

P.O.V EMMA

El tiempo que estuve vendada fue horrible, demasiado desgastante, y supe que estábamos volando hacia algún lugar porque lo que sentía no podía ser producto de nada más. Tenía muchas dudas pero confiaba en Erick con los ojos vendados literalmente, así que no dije mucho más.

- Llegamos - escuché

Y fue un gran alivio

- Al fin ya no soporto esta venda

- Espera un momento - empezó a quitarme la venda y efectivamente estábamos en un ¿avión?

- ¿Dónde estamos? - dije aún tratando de adaptarme a la luz, el hecho de estar vendada era incómodo y tenía que pasar algo de tiempo para ver con normalidad

- Míralo tu misma- dijo, junto a mí

Salí en cuanto pude ver mejor, fue casi inmediato

- No lo puedo creer Erick ¿estamos donde creo que estamos? - dije sin salir por completo

- Si crees que estamos en Ecuador, Si si estamos aquí - dijo con una sonrisa y con un tono de voz que me hacia pensar que el no creia que esto fuese para tanto, sin embargo para mi era extraordinario

- Gracias, no sabes cuánto extrañaba estar aquí- dije mientras lo abrazaba

- Ahora me puedes dar un tour por aquí ¿no? Emi

- Sí claro, es que no puedo creerlo, podré ver a mi familia, mi ciudad, mi país todo

- Tranquilízate que por si no te has dado cuenta es noche

- Tienes razón - dije mirando el cielo oscuro, con una luna inexistente debido a las nubes que tapaban el cielo

Erick había planeado todo y si fue la mejor sorpresa que pude recibir, me sentí viva y llena de alegría, la última vez que había venido fue cuanto tenía 19 años

Fuimos al hotel que Erick había reservado y como el viaje fue muy largo nos quedamos dormidos inmediatamente.

Voy despertando poco a poco por la luz de la ventana y junto a mí esta Erick, mi esposo

Está muy dormido así que me levanto lentamente y voy a ducharme, al salir me pongo unos jeans, una blusa blanca y unos tenis blancos

- Buenos días preciosa - dice mientras yo me arreglaba un poco el cabello

-Buenos días Erick ¿Cómo amaneciste?i

- Estoy un poco cansado pero hoy saldremos a pasear

- Si estás muy cansado no lo hagas, tenemos más dí...

- Quiero hacerlo - me interrumpe- voy a ducharme

- Está bien, después bajamos a desayunar ¿sí?

- Claro amor

Entró a la ducha y recibí un mensaje

Mamá:

Buenos días Emi ¿Cómo llegaron? , ¿Están bien?

Yo: Buenos días mamá ¿Tú lo sabías?

Mamá : Sí, es una linda sorpresa ¿no?

Yo: Claro, es la mejor sorpresa del mundo

Mamá : Bueno solo escribía para saber si llegaron bien. Buen viaje me saludas a Erick

Yo: Tú también saluda a papá y a mis hermanos

- Gracias amor por darme esta sorpresa, no sabes cuan feliz me haces, eres el mejor hombre del mundo - digo francamente acariciando su rostro

- Tú inspiras a que me transforme en el mejor hombre para tí

- ¿bajamos a desayunar? - digo con una sonrisa

- Claro- dice tomándome de la cintura para salir

Después de desayunar no nos detuvimos fuimos muchos sitios, probamos varuas cosas, y el conoció mucho mas, el clima estaba perfecto y nos sacamos fotos en cada lugar en que estuvimos.

Había tantos lugares que ir, incluso estuvimos en la playa, era irreal el hecho de caminar junto a el, descalzos en la arena, mientras las olas aún breves nos miraban los pies.