Capítulo 11

—Tenías esto planeado, ¿no?

Alonso suelta una corta risa y mira al frente.

—Más o menos, hace días quería pasar tiempo a solas contigo y más porque dentro de unos días es tu cumpleaños.

Oh, es cierto, casi olvido que estoy a nada de cumplir años y también ya no falta mucho para entrar a la universidad.

—Es cierto, en una semana ya voy hacer mayor de edad.

Quito mi mirada de él y la dirijo al hermoso paisaje que tenemos en frente.

Me gusta mucho a donde me trajo, aunque mientras veníamos en el auto me quede dormida y el me despertó para caminar como unos cinco a mas minutos, valió la pena y ya no hay tanto sol a pesar de que son las tres y media.

—¿Ya pensaste que vas a estudiar?

Suelto un suspiro mientras me hago un corto masaje en mis hombros.

—Sí, ya se lo que quiero estudiar.

Eso era verdad, antes no sabía que podía estudiar, pero ahora que no tenía presiones para que eligiera una carrera se me hizo más fácil saber cuál quería.

Él con cuidado acuesta su cabeza en mis piernas y estira sus piernas que salen del mantel donde estamos sentados.

—Eso es muy bueno.

Hago un sonido con mi boca, afirmando.

Bajo mi vista hasta sus ojos azules cielo que parecen como si me estuvieran analizando.

—¿Por qué me miras así?

Él suelta una pequeña risa.

—Porque así observo a la mujer que amo.

Siento como mis mejillas se calientan y eso me indica que me he sonrojado.

—Te sonrojaste.

Dejo de mirarlo porque siento un poco de vergüenza.

Alonso se levanta de mis piernas y se ubica delante de mí.

—Oye —me llama.

Vuelvo a mirarlo con mis ojos marrones a sus ojos azul cielo.

—No fue mi intención hacerte sentir incomoda, costal.

—Lo sé.

Con una de sus manos agarra mi mentón y la otra la ubica en mi mejilla haciendo pequeños círculos con su dedo pulgar.

—¿Entonces?

«¿Enserió me va hacer decirlo?»

Él permanece en silencio esperando que diga algo.

«Al parecer si»

—No es eso, solo que a veces —suspiro —. Es extraño decirlo, pero no me incomoda que estés cerca de mí, me agrada mucho sentirte cerca.

Parece que lo entiende porque solo me dedica una sonrisa.

—Bueno, ya aclarado el tema, como sé que no te incomoda que me acerque me acercaré mucho más que los últimos meses.

En ningún momento dejo ir mi mentón o mi mejilla mientras se acercaba, ya sabía lo que iba a pasar y estaba emocionada, sentía como si una tormenta estuviera en mi estómago en ese momento mientras él se acercaba cada vez más hasta que por fin cerré los ojos en el mismo momento que sentí sus labios posarse encima de los míos.

Al principio solo que quedó quieto, pero después de unos segundos sus labios comenzaron a moverse y yo intentaba seguirle el ritmo que era lento, como si estuviera saboreando cada parte de mis labios.

Sus labios eran suaves, ya no recordaba cómo era sentir sus labios en los míos, pero se sentía fenomenal, la mano que estaba en mi barbilla hace segundos que fue deslizando hasta llegar a mi cintura al igual que la otra mano que ya lo estaba en mi mejilla sino en la parte de atrás de mi cuello donde comienza mi cabello.

Yo tenía una de mis manos en su pecho y la otra en la parte de atrás de su cuello acercándolo cada vez a más a mí.

En algún momento el me agarro de las caderas para que me sentara encima de su regazo, Alonso me acerca más si se es posible a su cuerpo para rodearme con sus brazos mi espalda.

Me siento muy cómoda con él haciendo esto.

[...]

—Creo —me da un beso.

—Que —otro beso.

—Nos tenemos que ir -finaliza dándome otro beso.

Pongo mis manos en su pecho para dándole una clara señal para que se levante de encima de mí, eso hace se ubica a mi lado ofreciéndome la mano y la tomo para también sentarme.

—¿Te gusto este día?

Como siempre pasa cuando estoy con él una sonrisa se instala en mis labios.

—Me ha encantado —me acerco a él y ubico mis labios en los suyos para darle un pequeño beso—. Gracias, Lonso.

Alonso agarra mis mejillas con cuidado y me da otro beso mucho más profundo que el primero.

—Vámonos a casa —murmuro cerca de mis labios.

—Si vamos a casa.

Pero antes de que pueda apartarse por completo lo atraigo otra vez a mí, esta vez yo profundizando el beso.