Capítulo 13

-¡Feliz cumpleaños mami!

-¡Feliz cumpleaños mi vida!

Me despierto por los gritos de Alonso y Aurora.

Una sonrisa se instala en mis labios al notar que tienen un Copcake cada uno en sus manos.

Me quito la manta de mi cuerpo y me siento.

-Muchas gracias a los dos, los quiero mucho.

Aurora deja el Copcake en la mesita de noche y se sube en la cama para sentarse en mi regazo y repartirme besos por toda mi cara.

-Ti voglio tanto bene mamma.

Agarro sus mejillas entre mis manos y ahora soy yo la que le reparte muchos besos por todo su rostro.

-Anch'io ti amo moltissimo mia piccola aura di gioia.

-¿Le estas enseñando italiano? -Pregunta Alonso.

Sonreí con culpabilidad.

-Si -mencione despacio -. No me pude resistir la verdad, es muy buena hablándolo.

Alonso se acerca hasta llegar a la cama y sentarse, abre sus brazos para abrazarnos mientras se nos tira encima sin aplastarnos.

-Vi amo un mondo, tutti e due, mia amata.

« Nosotras también, mi amado »






 

[...] 



 

-Me gusta este, ¿Qué te parece Alonso? -mencione mientras me veo a través del espejo.

-Te ves hermosa con todo y aunque tuvieras una bolsa como vestido te dijera que eres la mujer más hermosa del lugar, porque para mí siempre lo vas a hacer.

Dejo de mirarme al espejo para voltearme y sonreírle.

-Muchas gracias Lonso.

Observo como él se levanta de la cama y comienza a caminar hacia mi dirección, miro para la puerta porque me pongo nerviosa de lo que sea que valla hacer.

Cuando siento que detiene sus pasos a lado mío vuelvo a dirigir mi mirada hacia sus ojos azul cielo que tanto amo y adoro.

Una sonrisa se instala en sus labios mientras rodea mi cintura con sus manos y me acerca más a su cuerpo.

-Te amo tanto que a veces duele, siempre supe que era lo más preciado para mí, siempre te vi como la luz de mis ojos, la niña que amo y ahora la mujer que amo.

Me quedo en silencio mientras él me dice todo aquello que hace que en mi estómago sienta las tales mariposas que todo el mundo habla.

-Sé que apenas hoy estas cumpliendo tus dieciocho años, pero me gustaría proponerte algo si estás de acuerdo.

Aleja su rostro unos centímetros de mi cara y me vi tentada a protestar cuando se apartó.

-¿Dime? -pregunte.

La mayoría de las veces Alonso me propone muchas cosas a las cuales digo que si dependiendo lo que dijera.

Su rostro se pone un poco serio así que me imagino que lo que va a decir es delicado.

-¿Sabes que yo he estado trabajando mucho estos últimos meses? -pregunta

-Si lo sé -respondo.

-Sé que todavía nos falta mucho camino por recorrer, pero, ¿te vendrías a vivir conmigo?

En un momento quedo analizando sus palabras, no me lo puedo creer, Alonso quiere vivir conmigo, pero recuerdo que no soy yo sola y siempre tengo que pensar bien antes de tomar la decisión, sabiendo ya la respuesta le pregunto:

-Nuestra hija, ¿está incluida?, ¿no?

Con una sonrisa él vuelve acercar su rostro al mío hasta quedar a una mínima distancia.

-Claro que sí, mi costalito por nada del mundo la puedo dejar.

Me siento tan feliz que no se me hace difícil decirle lo que tanto espera oír.

-Sí, acepto irme a vivir contigo.

Antes de que él pueda hablar lo galo de su camisa hacia abajo asiendo que sus labios choquen con los míos y así besarlo como se lo merece esta noticia.

« ¡Vamos a tener una casa! »

[...]

-Feliz cumpleaños hija.

Un poco incomoda le devuelvo el abrazo a mi padre.

-Gracias papá.

-Sé que las cosas están difíciles entre todos, pero nunca olvides que eres mi hija, mi niña.

Algo en mí se sintió triste al escucharlo decir eso, porque a pesar de que ya no tenemos la misma relación que antes, él siempre me ha cuidado y protegido en lo que ha podido.

También sé que su relación con mi madre se ha visto afectada por todo esto, eso me hace sentir mal porque pienso que también es por eso que mi madre es así conmigo, aunque con Alonso también es muy fuerte al decirle cosas, pero creo que la peor parte me la llevo yo.

-Lo se papá, nunca lo he olvidado, aunque sea difícil de recordar.

Él me estrecha más entre sus brazos, como si abrazarme con más fuerza lo hiciera sentir bien.

-Siempre te voy a amar mia piccola.

-Yo también te amo papá.

Intento pensar en otra cosa que no sea este momento tan emotivo, mis ojos están llenos de lágrimas que no quiero derramar porque lo más seguro es que me estropee el maquillaje que con tanto esfuerzo me costó hacer.

-Bueno -Dice papá deshaciendo su abrazo y alegándose de mi -A pesar de que tu mamá sea lo que sea, ha invitado a la familia, no a toda si no a los más cercanos a nosotros a tu cumpleaños.

-¿Mamá lo permitió?

-Sí, digamos que la tuve que convencer un poco para que fuera así.

Comenzamos a bajar las escaleras.

-¿Sabes quienes vienen? -pregunte.

-No sé, pero me imagino que viene tu tía Julieta con Alberto y los chicos.

Me quedo callada mientras terminamos de bajar las escaleras.

Hace mucho tiempo que no veo a Victoria, solo espero que venga hoy.

Al llegar a la sala me consigo con que están sentados Dellen, Monica, Dante, Emmanuel mejor amigo de Dante, mi tía Julieta y su esposo, el pequeño Alex, Victoria, Alonso, Aurora y mi madre.

Estoy feliz de que al menos por un día mi madre no me valla hacer unos de sus comentarios o algo por el estilo.

-¡FELIZ CUMPLEAÑOS ADARA! -Dicen todo en unísono cuando ven que llego.

En serio que no puedo explicar lo que en estos momentos estoy sintiendo, me siento tan feliz tan gozosa de ver que estas varias de las personas que amo aquí.

Todos se comienzan a levantar de los sillones y comienzan a venir a abrazarme uno por uno.

Cuando Dellen me va abrazar alguien comienza a moverlo para que se quite y solamente puedo sonreír intentado aguantarme la risa.