-Bueno chicos, ya saben lo que tienen que hacer, no quiero equivocaciones, hoy no se pueden equivocar ¿okay? -pregunta la directora.
-Okay. -contestamos todos al unísono.
Ella se retira hacia el auditorio del colegio y se comienza a escuchar susurros de todos los chicos hablando.
Hoy es el día de la graduación, habíamos estados practicando desde hace semanas como debemos entrar, a mí me toca sentarme en la fila número cinco con Mia y a Lian le toco sentarse en la fila de adelante en la punta contraria a la nuestra.
-¿Están nerviosas? -nos dice Lian.
-Yo nunca estoy nerviosa, rata inmunda. -Comenta Mia.
Ruedo los ojos esperando que no comiencen a pelearse otra vez como siempre lo hacen.
-Hoy te la dejo pasar loca obstinada, solo porque estoy feliz. - dice Lian.
La ojos verdes solamente rueda los ojos al escucharlo.
«Creo que nunca van a cambiar».
-Cambiando de tema -dice la morena -. ¿Dónde van a estudiar? -pregunta mirándonos a Lian y a mí.
-Yo voy estudiar en la universidad central, no pienso irme de mi cuidad o del país. -Respondió el rubio.
Ellos se quedan callados así que me imagino que es mi hora de responder:
-Pues lo mismo que dijo, Lian, yo me inscribí en la central, ¿y tú, Mia? -mencioné.
Ella nos observa con un poco de duda, pero igual decide hablar:
-Había estado pensando en irme a estudiar fuera del país, porque pensé que ustedes se irían y... no quería estar sola, pero como ninguno de ustedes se van, yo tampoco. -Su ánimo al principio fue de caído, pero al final se volvió a animar y eso me hizo sonreír.
-¡Ay que bella! -Chille antes de abrazarla.
-¡Yo también quiero! -grito Lian.
Y como pudimos nos abrazamos los tres esperando que nuestra amistad durará toda una vida.
[...]
-Pase a la tarima para recibir su título de graduando, Adara Sanper. -Al escuchar mi nombre me levanto de la silla.
Comienzo a caminar hasta llegar a la tarima y subir con cuidado las escaleras para no tropezarme con mi vestido.
Puedo escuchar de fondo los aplausos de mi novio y las demás personas presentes mientras recibía mi medalla y mi título.
Cuando toman las fotos bajo de la tarima mientras llaman a la que puedo considerar mi mejor amiga.
- Pase a la tarima para recibir su título de graduando, Mia Selemin.
Como pude aplaudí y ahora me encaminaba de nuevo a mi sitio, mientras iba a este puede ver de reojo a mi novio con nuestra hija así que alce mis manos la sacudí en forma de saludo y ellos hicieron lo mismo, con una sonrisa volví a sentarme en mi sitio mientras llamaban a la siguiente persona que pasaría a la tarima.
[...]
-¡Felicidades mami! -Grita, Aurora corriendo apenas me vio salir del auditorio.
Me agacho un poco para poderla abrazar porque no la puedo cargar en estos momentos.
-Gracias, mi amor. -Digo pensando mis manos por sus hermosas mejillas rosadas.
Ella al ver como, Mia y Lian venían, corrió hasta ellos gritando sus nombres, estos dos la atraparon y comenzaron a abrazarla, se me hizo una escena muy bella.
-Muchas felicidades, costal mayor - Al escuchar la voz de, Alonso, camino hasta él para abrazarlo y él hace lo mismo conmigo -. Espero sigas logrando todas tus metas, te amo, Adara.
Sonrío como tonta al escucharlo y me separo un poco de él para verlo mejor.
-Yo también, Lonso.
Baja un poco su rostro hasta que sus labios chocan con los míos en un beso corto pero que trasmite el gran amor que nos tenemos, al separarnos del uno del otro, Alonso con unas de su mano me muestra las flores orquídeas blancas que no me había dado de cuenta que llevaba.
-Estas son para ti.
Una sonrisa se instala en mis labios de nuevo mientras la huelo.
«Huelen de maravilla».
-Muchas gracias, Alonso.
-Todo para mi bella novia.
Sin poder evitarlo lo vuelvo a abrazar.
Amo abrazarlo, me siento segura cuando estoy con él, sé que Lonso nos protegería de todo el mundo si ese fuera el caso.
-¡Mami, papi!
Al escuchar a Aurora me alejo de él para poder concentrarme en mi hija.
Veo como viene corriendo, Mia y Lian vienen hablando de algo detrás de ella, cuando Aura ya ha llegado hasta nosotros tiene una sonrisa grandísima y está saltando.
-Mia y Lian, me dijeron que, si me daban permiso de ir a comer helados con ellos, yo quiero mami -me dice para después dirigirse a su padre poniendo ojos de cachorrito -. Papi dame permiso de ir a comer helados po favo -vuelve a decir, pero esta vez abrazando las piernas de Alonso, da un poco de risa, pero tengo que mantener la seriedad.
Alonso me mira intentado saber que puede decir y yo solo levanto los hombros en modo de indiferencia, así que el vuelve a mirar a nuestra hija.
-Puedes ir a comer helado si estás con tu mamá y conmigo. -veo como comienza a saltar de la emoción y a decirle a su papá que lo ama y demás cosas, esta vez no puedo aguantarme y suelto una pequeña carcajada que hace que ella pare de saltar y me mire.
-¿Por qué te ríes, mami? -interroga con una mirada seria.
Sonrió en modo de inocencia:
-Por nada, mi amor.
Ella rueda los ojos, muerdo mis labios para no reírme otra vez de ella.
-Iré a decirles a Mia y Lian que ustedes dijeron que sí. -así se va caminando hasta donde están ellos.
Pero antes de que ella llegara hasta allá, pude notar que algo había cambiado en la relación de ellos dos, pero no sabía que era.
[...]
[...]
Había estado horas buscando un lugar de trabajo, menos mal que Aurora estaba con mi madre y no me tendría que preocuparme de que algo malo le pasara.
Ya estaba harta, tenía hambre y me dolían los pies de tanto caminar, en todos los lados que iban me decían que no.
No buscaba un lugar en específico para trabajar, ya que no podía exigir porque me acababa de graduar, solo buscaba un lugar cerca de casa y donde me sintiera cómoda.