Nuestro Cielo

Manuel Capítulo 3

Manuel 

Ver la foto de mí hermana acostada en una cama, ha removido en mi cosas que jamás pensé sentir, en este momento estoy haciendo un esfuerzo sobre humano, al escuchar a la tal Aitana contar todo lo que ella y Moisés habían hablado por teléfono.

Siempre he sido pacifico, lleno de calma, pienso y medito las cosas antes de hacerlas y antes de hablarlas.. Hoy estoy sintiendo que mi calma se está evaporando…

Que ha hecho Avril en esta vida para pasar por tanto, no es justo, como todo en un abrir y cerrar de ojos se vuelve oscuro e intranquilo en su vida..

- Ha dicho algo más Aitana? – me pregunta Julián en cuanto me ve salir del despacho.

- Solo lo mismo que le escuchamos hace rato decir…

- Ella tiene que saber dónde está Avril! – me dice Julián algo alterado.

- Puede ser, pero con esa actitud tuya no creo que nos las diga.

- Bueno, el pacificador está aquí.. – me señala con ironía.

Le pongo los ojos en blanco al escucharlo, nos sentamos al lado de Santiago, el cual tiene un rostro totalmente decaído, creo que ha envejecido 10 años en menos de 8 horas..  

- Mi hermana ya viene.. – nos dice sin nosotros preguntar algo.

- Crees que pueda ayudarnos..

- Nadie conoce mejor a Moisés que Samantha.

En eso mi teléfono repica en la pantalla se visualiza el nombre de Virginia, contesto deslizando.

- Dónde estás? – me pregunta sin saludarme.

- En casa de Santiago.

- Que haces allí?

- Algo sucedido con Avril… 

- Que le paso?? Manu… que pasa?

- La secuestraron.. – le digo sin anestesia.

- Que!!!!

- Amor, de verdad no quiero hablar horita, te cuento luego.

- No! ya voy para allá… - y tranca el teléfono sin despedirse si quiera.

- Mujer tan obstinada dios – digo en voz alta.

Papa me escucha, y levanta los hombros como si entendiera lo que le digo…

- Papa, no quieres recostarte un rato..

- No hijo, no hasta que mi niña este acá en casa, con nosotros.

- Te ves fatal… - le digo tocando su hombro.

- Fatal se ve Santiago - me dice señalando en dirección donde él se encuentra sentado – tiene un guerra interna, culpándose por lo que está sucediendo.

- No es para menos…

- No es su culpa… - me dice papa mirándome fijamente – no actúes como Julián, tú no eres así.

- Lo se papa, pero es Avril…

- Avril, es mi hija lo recuerdas, pero no por eso culpare a alguien de lo que está sucediendo.

- Tienes razón!

Camino junto a papa, a la sala para sentarnos junto a Santiago, en cuestión de segundos vemos como su hermana entra a la casa toda desesperada, arrodillándose frente a Santiago.

- San, mírame.. que paso? – le pregunta, levantándole el rostro.

- Moisés, la tiene..

- Qué? – en su rostro se refleja la perplejidad.

- Lo que escuchaste! 

- Cómo?  Como es posible eso, de que hablas? 

- Aitana, nos lo dijo, nos contó todo..

- Aitana??

Y en ese instante como si fuese sido llamada, ella aparece en la sala, Samantha la observa con confusión , se levanta de donde estaba y se acerca a ella..

- Como es eso de que Moisés la tiene? – le pregunta con agresividad.

- Porque es así! – le responde ella tímidamente.

Decido intervenir, porque esta situación se está escapando de nuestras manos, estas 2 mujeres son las únicas personas que pueden tener una idea de donde Moisés escondería a Avril.

- Cálmense un momento, necesitamos ayuda de ustedes dos… - las dos mujeres me observan detenidamente – solo ustedes pueden al menos tener una noción de donde el la tendría.

Veo como Samantha baja su mirada y asiente, pero al pensar algo su rostro se transforma nuevamente en confusión.

- Porque ella tendría una idea? – Me pregunta.

- Porque yo era su amante, Samantha… - le dice Aitana hundiendo sus hombros…

- Cómo?

- Sam, no es el momento… - le dice Santiago a la distancia.

- De verdad necesitamos, su ayuda… - les digo a las dos mujeres..

Samantha se aleja y busca sentarse cerca de Santiago y Aitana queda conmigo, asintiendo.

- Samantha, viste algo extraño en él.. ayer? – le pregunta Julián.

- No, normalmente no hablo con él, solo le entrego a Sarah, la lleve al parque él estaba allí como siempre, esperándola… yo me fui al café del frente y desde allí los observo.

- Sabes dónde queda su apartamento?

- Si, vive en la villa doral.. – nos dice y toda la seguridad se mueve para ir a esa dirección.

- Ya no vive allí – dice en un susurro Aitana, que solo yo puedo escuchar.

- Como dijiste? 

- Compro un apartamento fuera de la cuidad, hace meses.. allí nos veíamos.

Logro sonreírle por esa información tan pequeña que nos ha suministrado…

- Señoritas, podrían anotarnos las 2 direcciones… - las 2 asienten.

Papa les busca con ayuda de Inés papel y lápiz para que anoten.




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