Narra Diego...
Una vez mas me habia peleado con Sandra, era tan fastidiante estar a su lado, que en ocaciones como hoy preferia irme al departamento que una vez comparti mis sueños de vivir con Dalia.
Eran casi las 10:00 pm cuando escuche sonar mi celular, el numero comenzaba con 333 por lo que asumi que era de Guadalaja, me tomo por sorpresa escuchar que era Dalia la que pedía por mi ayuda,era muy alagador que me buscara porque eso solo podía significar que aun podía confiar un poco en mi, y una llama de esperanza se encendio. Debía reconquistar a Dalia, en estos dos años que pasaron me hicieron ver que hize mal en no saber luchar por ella, las consecuencias de mis actos era muy caras, no podía seguir asi.
Al ver en el aeropuerto a Dalia me invadieron unas ganas inmensas de besarla, de poseerla, pero decidí actuar diferente controlar mis impulsos, y dejar que las cosas se vallas dando, Dalia ya no tenía 17 años, era una mujer más madura en unos meses cumpliría 21 y no podía evitar recordar la primera vez que la hice mía.
Despues de ir a cenar unos ricos tacos, lleva a Dalia a nuestro departamento, era muy inquietante tenerla tan cerca y no poderla besar, habíamos decidido compartir cama, pero solo seria eso un acompañante;
me inquieto mucho cuando me conto que su madre no estaba muerta si no que su papá la habia corrido y que se había aprovechado de su posición social para amenazarla, me dio a leer cada carta y entendí por qué se sentía de esa manera, así que me apresure a investigar lo mas que pude de la Sra. Mariana González. Pero habia algo mas en todo esto no conocía mucho al sr Monzalvo, pero de algo estaba seguro es que el no mentiría para lastimar a Dalia, mientras mas información obtenía crecían mas las dudas, no sabía que decirle a la mujercita que tenía a mi lado, no tenía las palabras exactas para decirle que algo no encajaba
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Eran casi las 2 de la mañana y por la hora no podía recorrí a algunos colegas así que lo haría en un horario más apropiado quizá ellos pudieran conseguir más información.
.- Sabes pequeña aun me faltan algunas cosas para poder darte una investigación más concreta pero por el momento solo te puedo decir que el teléfono si está registrado a nombre de tu madre, pero me gustaría que antes de que la buscaras, hablaras con tus tíos, talvez ellos si te puedan dar alguna explicación.-
.-Si yo también tenia pensado eso, solo que no quise preocupar a mi tía, con mi llegada tan repentina mañana por la mañana iré a verla, sé que ella me dirá por lo menos que paso, no podra mentirme al saber que se que mi madre esta viva, muchas gracias Diego, por darme este apoyo...-
.- No tiene nada que agradecer hermosa.- le di un pequeño beso en la cabeza a Dalia y comencé a hacerle cosquillas para que se riera un poco se ponía notar que estaba algo preocupada y estresada por la situación.
Narra Dalia...
Diego llevaba cerca de una hora investigando a mi madre, pero mensionaba nada acerca de eso estuvimos platicando de como nos habia tratado la vida, era muy rraro poder tener nuevamente estas conversaciones con el, sin terminar gritándonos, besándonos, o teniendo relaciones, podía notar la madures de ambos, aunque no lo niego.. moria por lanzarme en sus brazos.
Despues de una guerra de almohadas y cosquillas las cosas te tensaron un poco, yaque Diego termino encima se mi, sentía su respiración tan cerca y acelerada que mi cuerpo reaccionaba, asi que sin pensarlo lo tome del cuello y comenze a besarlo, fue un beso tan lleno de sentimientos encontrados que no supe controlar mis ganas de llorar, alarmando a Diego...
-Te he lastimado o hize algo que no debería...- escuche decir en tono preocupante. - No es eso, solo que a pesar de estos dos años que han pasado aun me dueles... El solo me dio en beso en la cabeza y se disculpó parándose de la cama con rumbo fuera de la habitación,
.- Voy por un vaso de agua, o talvez de tequila... gustas algo.-
Porque cuando sentía que las cosas podían estar bien, terminaban de la manera contraria porque aun dolía tenerlo tan cerca, Talvez si lo sabía, el punto es que no quería reconocer que me moría porque me hiciera suya una vez más...
.- Diego espera te acompaño...-
Tome un largo suspiro y me decidi acompañarlo, fui a la cocina y tome dos vasos tequileros y los llene.
-Bien, dejémonos de arrepentimientos, te parece si por hoy finjimos no tener un pasado, no tener una vida lejos el uno del otro... - Me parece perfecto hermosa- lo escuche decir en tono coqueto y seductor.
Solo habíamos bebido tres vasitos, pero ya sentía mi cara arder del calor, solo tres vasitos me bastaron para tomar el valor que me hacía falta para poder dejarme llevar por esta ola de emociones.
Deje mi vaso en la mesa y comencé a besar a Diego , lo bese como tantas beses soñé y añore volver a besar sus labios , se había convertido en mi perdición en una adicción de que debía satisfacer, comencé a acariciar su espalda con mis manos, con la misma sicronia el se desiso de mi riducula pijama mata pasiones dejándome en ropa interior, me elevo poniendo sus manos en mi trasero, con mis pienas rodie sus caderas y ponía sentir su erección crecer, el calor se apoderaba de nuestros cuerpos, entramos a la habitación conocíamos a la perfeccione el camino, sentándose la orilla de la cama aun con mi cuerpos sobre el nos seguimos besando, sus manos comenzaron a recorrer mi espalda y en un dos por tres se desiso de mi brasier, comenzando a saborear mis pechos con su boca y lengua por dios se sentía tan jodidamente excitante, sus manos me estrujaban con desesperación, nos retiramos la única prenda que nos faltaba, ahra estábamos completamente desnudos, adoptamos la misma postura de unos minutos antes haciendo que entrara en mi, nuestro aliento era muy caliente que sofocaba pero la mismo tiempo pedia mas de sus besos, de sus caricias con mis manos en su cabello lo fue guiando a las zonas donde quería sentir su aliento, estábamos tan agitados y exitados que sin darnos cuenta ya estabanos recostados en la cama y habíamos llegado al orgasmo...