Narra Diego…
Al entrar a la habitación del veo como Dalia esta en mar de llanto y auque trato de desimular su mirada era triste su ojos se vein hinchados por haber llorado, al ponerme junto a ella puedo ver que encontró el anillo que le habia dado, mismo que le dia de nuestra roptura al enterarze del embarazo de Sandra ve lo avento, sin dudarlo ese dia después de que ella entrara a la casa de su amiga lo tome y decidi guardarlo con la ilucion de dárselo después.
En mi tonta y estúpida mente creía que las cosas se mejorarían entre nosotros, pero mi cobardía mi irracionalidad para comprender las cosas jamas hizo el intento de hablar con ella de aclarar como tal cada parte de lo que habia sucedido, Dalia haia puesto una barrera tan grande entre nosotros que cada vez que estábamos frente a frente terminábamos haciendo el amor, el deseo y la pasión hablaba por nuestro cuerpo, dejamos el sentimiento puro y el amor aun lado, solo dejábamos que nuestra atracción actuara, jamas puede regresarle el anillo, jamas pude decirle que desde que lo vi supe que era para ella un anillo en forma de flor, una flor para mi era sinónimo de puereza, pero al mismo tiempo belleza y elegancia, una manera tan precisa de describir a Dalia.
Al posisionarme junto ella comencé a devorar sus labios con pasión, deseo, anehelo,temor pero el amor puro sobre salía de aquel beso y era el amor que tarde me habia dado cuento que eras ma grande lo que llegue a pensar.
(—)
Mi cuerpo pedia a gritos por su cuerpo por sus caricias, pero antes de dejar que una vez mas consumiera la pasión decide tomar el tema que nos habia separado hace mucho tiempo.
.-Cuando compre este anillo sabia que era el indacado para ti, era igual de puro y bello que tu, que tus ojos, ojos que brillaban en tono su resplendor, resplendor que opaque, apague por estúpido Dalia, sabes no hay dia en que no te pensara en que no te extrañara, no queir adarme cuenta de que tan importante eras, eres y seras para mi…- Suspire para contuniar Dalia solo escuchaba con la mirada fija en mis ojos, miestras sus ojos derramaban lagrima involuintarias no podi ver como la mujer que amo lloraba por mi culpa por mis estupideces, temores, estaba por demás describir como pendejo que habia sido.
Hiba a seguir a hablando y explicando cada uno de mis sentimientos para antes de que pudera decir algo Dalia se acerco a mi uniendo nuestros labios en un desesperado beso se aferro de una manera que jamas lo habia echo… despego nuestros labios y fue entonces cuando susurro.
.-Hazme tuya Diego, quiero sentir tus besos, tus caricias en mi cuerpo antes de irme, quiero que esta noche sea única e inolvidable a tu lado, quiero recordarte como lo mejor que me paso…Te amo.-
No podía creer las palabras que Dalia me decía, me pedía que la hiciera mía que quería recordarme, será acaso que para ella esto era despedida no tenía pensado verme nuevamente, el miedo de imaginar tal cosa se apodero de mi abrace de una manera desesperada a Dalia para después envolverla entre mi cuerpo con caricias y besos, recorrí su cuerpo como nunca, sentía a como si fuera la primera vez que la tocaba sentía mi alma desenfrena por ella, tenia sed de ella, le habia ello el amor tantas veces pero en esta ocasión era diferente.
Lentamente fui deslizando mi boca por su cuello, pechos, su abdomen cada centímetro de su piel, ella de la misma manera con sus manos recorria mi espalda mis hombros, brazos. Nos despojamos de todas nuestras prendas, entre en ella de manera sigilosa para después aumentar mis movimientos quería mas de ella queria sentirla completa, así que me deje llevar por sus besos por sus caricias, nos besabamos y entre mas se inteficaban sus besos mis movientos también, llegamos al climax del momento, Dalia gemia mi nombre mientras yo decía el de ella, ante poniendo un te amo… Me aferre a su cuerpo y la abraza quedamos dormidos.
Al despertar sentí un vacio en mi cama, me levante a buscar a Dalia por todo el departamento y como no era muy grande termine mas rápido de lo que parecía, se me hacia eterno el tiempo buscándola Dalia no estaba y tampoco su equipaje sentí mi mundo derrumbarse, ahora no solo mi cama vacia estaba sino mi alma, me habia sincerado con ella habíamos ello el amor y ahora se habia marchado sin decirme adiós, una vez mas se marcho… mi teléfono comienza a sonar y mientras lo tomaba para ver de quien se trataba vi una nota junto a el.
*Diego amor, perdóname por no despedirme, por no darte la cara pero no puedo seguir con esto… No puedo seguir haciéndole daño a tu familia, escucharte anoche me hizo darme cuenta de muchas cosas, y una fue que empezamos mal las cosas, siempre dejándonos llevar antes de meditar las consecuencias de nuestros actos, sin medir que le hacíamos daño a terceros, no puedo y no quiero convertirme en el moustro que destrulla una familia, mi cordura y mis sentidos no podrían con tan amargo y gran peso.
En pocas palabras no quiero convertirme en el moustro que también destruyo mi familia, no quiero, se que es duro y muy difícil para ti como para mi, pero intenta rescatar tu familia intenta salvar lo que un dia te unio a Sandra, ve el lado bueno y positivo a nuestra historia sin final feliz y ve en busca de la felicidad de tu familia, la felicidad de tu pequeño que como bien me dijiste el se ha encargado de hacerta la vida mas facll y llevadera, mira y al tenerlo en frente pregúntate si acaso esos lindos ojos y pequeña sonrisa merecen ser obstruidos por las consecuencias de tus actos?...
Sabes te ame, te amo, te amare por simpre… “Nunca te olvidare” amor.* Dalia.
Mi teléfono seguía sonando, pero sin darme cuenta también mis lagrimas caian sin parar, nunca pensé poder llegar a llorar de esta manera por una mujer, por una niña pues comparado con mi edad Dalia era una niña de 20 años y yo un hombre de 30. En algo tenían razón sus palabras y su nota, mi hijo no merecia que su infancia no se destrullera con la sepracion de sus padres.