Desde que te conocí, supe que serías el amor de mi vida, no hay día en el que no piense en tí, no hay día desde aquella primera vez cuando junte nuestra piel.
KEDAE
Narra Dalia
Había regresado a Guadalajara, mi semestre en la Universidad comenzó con las reseñas de nuestro viaje de intercambio, era un echo que sucedieron muchas cosas en este tiempo, podía decir que yo era otra, y muchos lo pudieron notar, no faltó el típico comentario de que me veía más bonita, que me veo más madura, felíz, incluso que me vía radiante, y si todo eso era cierto... Disculpen la modestia, pero a ver vivido tantas cosas en tan poco tiempo me había llevado a un grado que jamás creí experimentar, mi vida se tornó como una montaña rusa, subidas y bajadas en un abrir y cerrar de ojos.
No había vuelto a tener contacto con mi madre y eso me ocasionaba un poco de molestia, pero todo se discipaba cuando recibía alguna llamada o mensaje de Diego; Las cosas ahora eran más sencillas a pesar de que me dolió despedirme de él en el auropuerto me daba tranquilidad que no tuviéramos que escondernos, las condiciones de mi padre fueron claras yo no podré viajar hasta las vacaciones, Diego me comentó que a la primera oportunidad vendría, pero han pasado tres semanas desde que nos vimos por última vez, y de verdad lo extraño tanto.
Entre mis actividades y quehaceres se me pasaba más rápido el tiempo, solo faltaba dos meses más para poder viajar a la Ciudad y poder ver a Diego, no pude evitar suspirar tan solo de pensar en él, y en su último comentario, te volveré a conquistar, me encargaré que te enomores cada vez más de mí, hasta compensar todo los años que te hice sufrir, está vez si haré las cosas bien; enamorarme Diego ¡Por Dios! ¿Acaso podré amarte más?
-Dalia, ¿Que harás saliendo?-
-Hola Ara, tengo que hacer tareas, y quedé de ir con David a dar una vuelta en la tarde. Y ¿Tu?-
Ara era una buena amiga, la conocí al inicio de la licenciatura, ella sabía que David y yo éramos muy buenos amigos, también lo acontecido España, lo que sucedió con mi madre y obviamente lo de Diego.
-Tambien hacer tarea, y quedarme en casa aburrida como ostra.-
-Deberias acompañarnos, no creo que a David le importe.-
-No, Dalia como crees, salgan ustedes, no quiero hacer mal tercio-
-No seas boba, es obvio que no, sabes que es solo un buen amigo, aunque no se, que pasará con mi vida y con Diego, lo sigo amando y así será por siempre puedo estar segura.-
-Hay amiga debes ser más segura, es obvio que las cosas saldrán bien y que el también te ama, de otra forma no hubiese aceptado todo ese desafío de hablar con tu papá.-
-Pues que te digo, de verdad lo extraño.- Nuestra plática es interrumpida, por la llamada más esperada en el día.
*Hola corazón ¿Cómo estás? *
*Diego, justo estaba hablando de tí, te extraño tanto*
* Y yo a ti bonita*
Después de 3 minutos Diego termino la Llamada, eso me dejó un poco triste, pero sabía que hoy tenía mucho trabajo, y debía respetar eso.
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Después de realizar mis actividades escolares y domésticas, si también me toca lavar los platos, mi ropa, recoger mi habitación, etcétera, entro en un dilema ¿¡Que me pongo!? David me dijo que pasaría por mí a más 6:00 pm y que no me preocupe porque ponerme, es evidente que me conoce bien, pero vamos ¿Aque mujer le gustaría salir sin arreglarse?.
Después de meditar por más de 15 minutos...
Listo como con David nunca se sabía que haríamos, debo llevar algo casual pero cómodo, pero tampoco muy sport, ni muy elegante, eso lo aprendí los primeros meses de conocerlo, cuando David decía acompáñame, era porque necesitaba platicar, divertirse o simplemente distraerse, porque había algo que lo agobiara; por lo que decidí ponerme unos leggins color negro, una blusa color coral, unas botas no muy largar ni mucho menos altas, y aún bleiser negro, cabello suelto y lacio,
Eran cerca de las 7:30 pm cuando David me pidió que lo acompañará al expiatorio...
-Seguro deseas expiar tus pecado Dav- jajajaja no pude evitar soltar una carcajada.
-Cual, si soy todo un Ángel después de esto me voy a ir al cielo-
-Jajajaja de que hablas- en eso David me señaló con el dedo hacia la fuente, sin pensarlo voltee y al ver aquella silueta, no podía creerlo.
-Dav, enserio no me estás jugando una broma esa caja es enorme y ¿Cómo llego eso hay?-
-Porque no mejor vamos a ver-
Entonces decidimos correr, así la fuente por ello digo, que con David nunca se sabe...
En la caja grande que estába en la fuente había una caja más pequeña, y otra, tas otra al final una pequeña caja con una rosa roja y una nota que decia.
"Dirigente al parque y encuentra la siguiente pista"
-David ¿Que significa ésto?-
Pero antes de poder seguir reclamando empezó a correr, ¡Maldita sea debo hacer más ejercicio ya me cansé!
El parque es algo grande, así que perdí de vista a David. Trate de pensar y me dirigí a la fuente que está dentro del parque y si hay había otra caja, está vez más pequeña... En su interior había otra rosa roja, con otra nota.
"Dirigite a la cumbre de la ciudad... Una pista la Catedral"
¿Que carajos significaba ésto? ¡Juro que me vas a escuchar David!
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¿De que se tratara todas estas pistas?
Acompañenme a leer el siguiente capítulo.