" Y por fin el gran día llego, nuestro destino se sello con aquel beso de amor, aquella tarde lluviosa, unió a nuestro corazón, ahora yace en este enlace que nos unirá por toda la eternidad"
KEDAE
Narra Dalia.
Nuestro gran día llego, ¡No podía creerlo! ¡Hoy era mi boda! Era el gran día que por años soñé, que añore y siempre con él, con Diego, era magnifico estaba a unas horas de unir mi vida a la del hombre que amo.
Nunca imagine que este día podría llegar, se que este es nuestro día, pero no podía evitar recordar nuestro primer beso, nuestra primera vez, pero también aquella tarde cuando sentí que la vida se me desmoronaba cuando descubrí lo del embarazo de Sandra, la tardes clandestinas en la que hicimos el amor, lo que vivimos en España.
Realmente estaba feliz, después de casi 9 años de aquel primer beso que marcara nuestras vidas hoy serie el día en que confirmáramos nuestros votos de amo.
Terminaron de peinarme era un chongo muy moderno, de esos que hacer con trenza y un poco rulo para darle la forma, me colocaran la tiara que llevaría puesta, el velo, para después el vestido, el maquillaje era fantástico, una sombra para mi estilo era semi ahumada, ya que no era oscura tenia pequeños detalles en rojo daba brillo a mis ojos, un labial nude, me veía en el espejo y no me reconocía. ¡Era toda una novia!
-Hija ya estas lis...- Mi papá quedo tan asombrado que solo en respuesta me abrazo. No puedo creer que mi niña se vaya a casar.-
-Pa, te adoro, de verdad muchas gracias por todo tu apoyo.-
Nuevamente me abrazo, y prometimos no llorar para que el maquillaje no se me estropeara.
Salimos de la casa rumbo a la iglesia, en el carro de mi papá este tenia decoraciones, en flores blancas y rojas.
Como era de esperarse mis damas de honor era Elena, Laura, Abigail, Gloria, Vidali, con sus respectivas parejas los vestidos eran en color vino con ramo blanco, mientras que el mio era vino con detalles sencillos en diamante al centro de cada flor.
Al entrar a la iglesia se entono la marcha nupcial, fue entonces cuando lo vi hay parado con un traje negro camisa blanca corbata negra y azahar color vino, se veía estupendamente guapo, mi camine por aquel pasillo se me hizo eterno ese recorrido mi papá fue el encargado de entregarme en el altar...
-Te entrego a mi tesoro Diego, has lo brillar siempre por que este es diamante es único.-
-Recibo a esta mujer como la joya mas valiosa que he visto en mi vida Alberto.- -Ahora es tu turno de cuidarla.-
No sabia que decir tenia un nudo en la garganta, el sacerdote empezó a oficiar la misa y llego la hora de los votos.-
-Yo Dalia Monzalvo te acepto a ti, Diego Velazquez como mi esposo, mi compañero, prometo ser te fiel en lo prospero y en lo adverso, en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida hasta que la muerte nos separe...-
-Yo Diego Velazquez te acepto a ti, Dalia Monzalvo como mi esposa, prometo ser te fiel en lo prospero y en lo adverso, en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida hasta que la muerte nos separe y mas allá de la eternidad.-
-Por el poder que la santa iglesia me otorga, los declaro marido y mujer, Diego puedes besar a la novia.-
En es momento Diego me tomo con una mano por la mejilla y con la otra la cintura, para después unir nuestros labios, para sellar esta unión ahora estábamos unidos ante la ley de Dios y la ley del hombre y no había mas dicha que estar a su lado,
Comenzamos a salir de la capilla para empezar a tomarnos fotos con nuestros amigos y familiares, era un momento en el que ambos estábamos disfrutando, se tenia programado 30 minutos para fotos, felicitaciones para que a las 8:00 pm empezara a entrar donde seria la recepción del evento.
Se planifico que hubiera una pequeña barra con cocteleria para los invitados, así como snacks para que fuera mas llevadero la espera, 5 minutos antes nos pidieron entrar para que nos preparamos, así que había llegado el momento de quitarle la falda pomposa para dar paso a mi vestido.
-No dejas de sorprenderme, te ves hermosa, mi vida.-
Nos volvimos a besar, sin embargo el anfitrión interrumpió.
-Recibamos con un fuerte aplauso al señor y la señora Velazquez...-
Todos comenzaron aplaudir, y bien es hora de que los señores habrán la pista de baile y así que regalen me un fuerte aplauso para estos dos enamorados.
En ese momento se escucho un piano en acompañamiento de un violín con la música de Nunca te olvidare de Enrique iglesias, comenzamos a bailar suavemente, el me agarraba de la cintura y me susurraba en el oído.
-Eres el amor de mi vida Dalia, y no me cansare de repetirlo, una y mil veces, quiero estar contigo hasta que seamos unos viejos y morir abrazados, y si existe otra vida volverla a vivir a tu lado.-
-Te amo... Jamas pensé que este sueño pudiera hacerse realidad.-
-Un amor verdadero supera cualquier adversidad.-
En ese momento todos empezaron a gritar -beso beso beso- Como era de esperarse nos dimos un gran beso, y ese era la señal para cambiar el violín y el piano por una música mas pegajosa se apagaron las luces y se encendieron luces de vario luces de varios colores, y se escucho de fondo un pequeño remix que teníamos preparado con un grupo de música versátil, empezamos con una de las favoritas de ambos y de la época de Diego jaja vaselina That i Want, después el rock de la cárcel obvio era pequeñas partes una bachata, la macarena, para después ir mezclando diferente tipo de música con la intención se sacar a bailar a mi papá y Diego a su esposa, a mis tíos, a nuestras damas de honor y en minutos ya teníamos a nuestros amigos y familiares mas cercanos bailando.