Hice lo que la cuidadora me indicó entré al edificio que era bastante grande pero se veía pequeño debido a que como los apartamentos reducen el espacio de la edificación, por lo que se logra ver sólo es pequeño pasillo. Subí por las escaleras hasta que vi la segunda planta que era igual a la anterior. 246, 246 repetía en mi mente mientras miraba las marquillas de madera de las puertas decían 230,231,232...y así de esta manera buscando caminé un rato por el pasillo.
—¡La encontré!—Mierda, lo dije en voz alta, miré a ambos lados de manera rápida buscando a alguien, afortunadamente no había nadie en el pasillo que pudiera haberme escuchado. Así que puse la llave en la puerta respiré hondo y la abrí.
Mi primera impresión fue un poco confusa vi a una chica rubia dormida en me imagino, su cama. y otra chica estaba sentada frente de una mesa de estudio con su portátil. Además de otra cama que estaba tendida, tenía cosas pero no había nadie y por último una cama vacía.
—mmm hola—Dije muy despacio para no despertar a la chica que dormía. La chica con su portátil giró en su silla en dirección hacia mí muy fuerte con un toque de dramatismo.
—¡hola soy Valeria duermo en la primera cama en la izquierda!—lo dijo con el mismo entusiasmo con el que giró cuando me escuchó. mmm. ¿Primera cama a la izquierda? en la gran habitación se encontraban cuatro camas, la primera a la izquierda dónde dormía Valeria, la segunda de esta fila que es la cama que se encontraba vacía pero aparentemente habitada. En frente, la primera cama a la derecha que es donde dormía la chica rubia, y la última de esta fila que imagino será mi cama.
—hola, soy Irene, y imagino que duermo en la segunda cama a la derecha—Ella sonrió se veía como alguien amable. Este chica tenía el cabello castaño casi negro poseía una ascendencia india ya que no notaba acento alguno y manejaba el español a la perfección. Tenía una cara fina, en forma de v, una nariz grande pero perfilada, sus ojos eran muy grandes también negros al igual que sus pestañas. Era delgada y traía puesto un jean con una camiseta blanca que decía "I love my cat".
—¡Estas en lo correcto!, esa es tu cama. Por cierto puedes guardar tus cosas personales ahí —señaló un baúl que estaba al pie de mi cama. He de agregar que todas las alcobas poseían ese baúl—también puedes poner tu material de trabajo en la mesa de estudio—señaló la mesa de estudio al lado de mi cama. Estas mesas también la tenían todas las alcobas.
—ya veo, muchas gracias—sonreí —¿Qué estás estudiando?—le pregunté.
—estudio ingeniería industrial—oh, debe de ser una genio.
—vaya, es una carrera difícil—ella sonrió —si, un poco—contestó un tanto apenada. ¡en serio debe de ser una genio!
—¿Qué carrera vas a estudiar?—Me dijo sonriente mientras se sentaba de nuevo en la mesa de estudio.
—Literatura—Dije muy orgullosa.
—ya veo, eres una amante de las letras, yo soy muy mala redactando, tal vez puedas ayudarme—La manera sonriente en la que lo dijo me dejó un poco impactada (solo unos segundos) ya que no esperaba esa reacción; Esperaba una reacción del tipo cuando le dije a mis compañeros de la secundaria que estudiaría literatura.
Lo recuerdo perfectamente estamos en el salón de clases, hace no mucho que habíamos entrado al último año de la secundaria y el profesor nos pidió que pasáramos al frente uno por uno diciendo ¿qué queríamos estudiar?, ¿por qué?y ¿cómo nos veíamos en diez años?. Todos empezaron con su carreras tipo derecho, administración, contaduría, medicina, y todo tipo de ingenierías. hasta que llegó mi turno. Me levanté de la silla, todos me observaban cuando y llegué al frente.
—hola soy Irene, como todos lo saben—algunos rieron—y quiero estudiar literatura—dejaron de reír y hubo uno de los silencios más incómodos de mi vida.—Porque quiero ser escritora—más silencio, pude ver las expresiones de algunos me miraban y levantaban una ceja o, tenían la boca abierta—en diez años me veo como una escritora reconocida—continué a pesar de las reacciones. Pero, nadie me dijo nada, así que me devolví a mi puesto. De camino todos me observaban, los escuchaba cuchichear. Aún así fingí que no pasaba nada extraño. Ya en el recreo me senté a comer en unas mesas del patio.
—¿En serio piensas estudiar eso? —apareció mi supuesta amiga de.... de.... la verdad no sé de dónde salió en todo caso es que estaba ahí.
—si, si voy a estudiarlo —ella se sentó justo a mi lado —pero Irene, ¿De qué vas a vivir? tu eres una de las mejores del curso ¿quieres con tanto empeño arruinar tu vida?—ya había tenido esa charla con mis padres. Pero ellos me dieron la oportunidad ya que confían en mí.