Ojos Escarlata

XIII

Hacia mucho frío, el aire calaba hasta los huesos y la nieve entraba por las grandes puertas abiertas de la entrada, Viktor camino hacia esta tratando de ver hacia afuera sin embargo la abrupta tempestad arrelominaba la nieve, tembló con violencia al sentirse sacudido por otro golpe de frío y corrió para cerrarla, de pie en aquel lugar vio hacia afuera que la nieve sobre el suelo estaba tornada de un color rojo escarlata como si estuviera bañada de sangre. Azotó las puertas y se dio la vuelta observando el montículo de nieve sobre el centro de aquel gran recibidor antiguo y comido por el polvo, la polilla y el moho.

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Viktor abrió sus ojos sobresaltado gracias a todo lo que vio, a lo que pasó y a lo que vio cuando sus ojos se aclararon en aquella tenue iluminación.

- Viktor calma, soy yo.- Yuuri puso su mano sobre el pecho del doctor tratando de calmarlo.

- ¿Que paso?- tomo la mano del hombre respirando con agitación.

- Te quedaste dormido gracias al té y creo que estabas teniendo una pesadilla.- le quitó la mano y dejó que se sentará.

- Fue algo extraño, una casa enorme y nieve.- dijo el mayor pasando la mano por su cabello.

- Pero solo fue un mal sueño, está seguro entre estas paredes y está noche la pasará aquí, ya es muy noche.- Yuuri sonrió de lado y vio sus manos.

- No quisiera molestar.- intento ponerse de pie.

Seguía sintiéndose mareado por los somníferos, sus piernas temblaron y cedieron ante su peso, Yuuri le dio la vuelta a la cama con rapidez para poder tomarlo y que no se golpeara sin embargo ambos cayeron al suelo gracias al peso y la gravedad, gravedad que unió sus cuerpos he hizo florecer las sensaciones agradables en ambos.

- No es ninguna molestia mi buen amigo.- Yuuri acarició la mejilla del peliplata.

- No quisiera molestar y tampoco quiero abusar de su amabilidad.- se removió un poco sintiendo algo duro rozar con su entrepierna.

- Para mí es un placer tenerte aquí...- ambas manos fueron a las mejillas ajenas- De verdad desearía poder apresar tu cuerpo eternamente conmigo en esta casa.- le vio a los ojos.

Viktor estaba cautivado por aquellos ojos que parecían danzar con las llamas del fuego, ya era un echo de que sus sentimientos eran intensos, deseaba probar esos labios carnosos, deseaba besarlo con tanta intensidad que perdió la razón y lo hizo, atrapó los labios del conde en un beso furtivo, feroz y apabullante que aturdió a Yuuri por unos segundos hasta que correspondió al acto con intensidad.

- ¡Lo siento!- exclamó cortando el beso- Lamento haber hecho eso, esto es antinatural y está mal de verdad.- quiso levantarse pero Yuuri le tomo por las solapas del saco.

- ¿Que es antinatural?- cuestionó sorprendido- Amar a otra persona no es antinatural, somos dos hombres que sienten un amor mutuo que es tan válido como cualquier otro... Vitya, cautivaste mi corazón mi amor.- se levantó un poco para besarlo una vez más.

No había marcha atrás con aquel nuevo beso, Viktor sintió sus deseos más ocultos aflorar con fuerza y estaba dispuesto a tomar al conde si el estaba tan dispuesto a eso, los trajes bien confeccionados terminaron hechos unos simples trapos sobre el suelo de aquella habitación, la ropa interior aún apresaba los miembros de ambos mientras Viktor movía su cuerpo contra el del pelinegro frotando y haciendo sentir su excitación.

- Deberías detenerme en este momento.- susurro Viktor devorando el fino cuello.

- No tengo porque detenerte mi amor, mi alma ya te pertenece y quiero que nuestros cuerpos estén unidos.- acarició la espalda del hombre.

Las últimas prendas fueron retiradas exponiendo la desnudez de ambos hombres, Viktor se incorporó tomando una de las piernas del chico para dejar besos sobre ella, bajo hasta la cara interna del muslo y después hasta la ingle escuchando jadeos escandalosos deslizándose por la boca de Yuuri. Se deleitó besando el miembro del conde que estaba pidiendo atención a gritos, Yuuri dio un gemido agudo cuando la lengua habida de su amante se entorno alrededor de miembro y sus dedos atraparon el cabello platinado invitando a que continuará sin embargo Viktor no quería que Yuuri se corriera aún, alejó su boca escuchando un gemido de reproche pero pronto eso se convirtió en algo más.

- Joven conde, si no me detiene ahora mismo lo puede lamentar.- jadeo llevando su miembro a la entrada palpitante.

- ¡Tómame... Vitya tómame en tus manos y llévame en el camino de la lujuria!- extendió sus brazos dispuesto.

Viktor no dudó más sobre aquellas palabras y sin previo aviso dio su primera embestida, el cuerpo del conde trataba de expulsar su miembro sin embargo él continuó penetrando hasta que toda su longitud estuvo dentro del estrecho canal que apretaba de una forma simplemente exquisita. Un par de lágrimas se deslizaban por las mejillas de Yuuri provocadas por el dolor punzante que invadía sus entrañas, Viktor comenzó a repartir pesos por todo el pecho desnudo tratando de relajar al hombre y eso funcionó, el cuerpo de Yuuri tuvo menos resistencia y entonces comenzó a mover su cadera.

Embestida tras embestida Viktor estaba presipitando a Yuuri al orgasmo, sus rostros estaban tan cerca que podían sentir sus alientos calientes chocando entre sí hasta que en un gemido el pelinegro derramó su semen sobre ambos abdomenes.

- Mi cuerpo vibra por ti.- dijo Yuuri jadeando.

- Que bueno que disfrutes tanto, porque no quiero parar.- salió de golpe.

Yuuri tembló al ver el fulgor de aquellos iris azules y gimoteo cuando el hombre le dio la vuelta con brusquedad, una fuerte palmada en su glúteo derecho lo hizo volver a gemir con fuerza, de una embestida Viktor estuvo dentro del hombre y el ritmo fue intenso, Yuuri pego su pecho a la alfombra sintiendo como su cuerpo era arremetido con excesiva violencia, el peliplata puso su mano sobre la espalda del chico y después le tomo de los brazos para levantarlo del piso.




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