Ojos Escarlata

VXII

Víktor despertó de un salto sobre su cama, tenía la garganta seca y su cuerpo estaba sudando a chorros, vio a una de las sirvientas entrar y después salir corriendo de la habitación, pensó que era porque no tenía camisa y trato de moverse para alcanzar la jarra con agua fresca, su cuerpo entero dolía como si hubiese estado en alguna pelea callejera y se sorprendió de ver cómo Chris y Otabek entraban de forma desesperada, estaba muy confundido al verles una expresión de alivio.

- ¡Víktor gracias al cielo que despiertas!- exclamó el rubio yendo a por la jarra.

- ¿De que estas hablando?- cuestionó tratando de sentarse mejor.

- Víktor has estado inconsciente por dos días ¿No recuerdas nada?- Otabek lo vio de forma sería.

En ese momento todos los recuerdos de lo que había pasado llegaron a la memoria del peliplata como una cascada que lo dejo aturdido, tomo el baso con agua que le extendió Chris y lo bebió de un trago.

- ¿Cómo me encontraron en el bosque?- cuestionó ya más tranquilo y menos sedimento.

- Jamás regresamos al bosque...- Chris atrajo dos sillas para sentarse aún lado de la cama- Los lobos nos escoltaron hasta el cementerio y a los pies de la gran reja vimos tu cuerpo, corrimos hacia ti y estabas desmayado con el cuello de la camisa manchado de sangre, tu cuello lleno de moratones y dos agujeros sobre tu vena principal.- explicó mientras le pasaba el espejo al peliplata.

Recordaba todo, sin embargo era algo que no iba a comentar pues le parecía insólito.

- Te trajimos aquí de inmediato y el señor Giacometti te atendió.- dijo Otabek cruzado de brazos. 

- Estás vivo de milagro.- el ojiverde soltó un suspiro.

- Todo este tiempo estuvimos engañados, hasta Yuuri lo estuvo.- comento un tanto perplejo.

- Todos en el pueblo pensaban que la señorita Babicheva era una mujer extraña al igual que el conde Katsuki, pero ella era otra cosa.- Chris se puso a jugar con sus dedos algo nervioso.

- ¿Qué paso?- cuestionó el peliplata al verlo.

- Antenoche fuimos a la mansión, por fuera se veía muy hermosa, pero por dentro parecía que nadie la había habitado por años.- explicó el kazajo.

- Además... Encontramos restos de personas, eran ya solo hueso pero había por lo menos una docena.- suspiro el rubio un tanto compungido.

- Seung también era un monstruo, bajo la iglesia habían unos cadáveres de niños, animales, ancianos...- agrego el más bajo.

- Presas de bajo riesgo.- susurro Víktor frotando su sien.

- ¿Qué vamos a hacer?- cuestionó Chris.

- ¡Iremos a San Petersburgo, si quieren que todo termine donde comenzó les daremos el gusto y los mandaremos al infierno de donde nunca debieron salir!- se intento poner de pie pero aún seguía débil.

- Estoy de acuerdo, pero esperaremos unos días hasta que te recuperes por completo.- Otabek alcanzo a detenerlo antes que cayera.

- Víktor ¿Qué son esos morados en tu cuello?- cuestionó Chris ya muerto de duda.

- No lo sé, lo último que recuerdo es verlos alejarse y nada más...- mintió sin saber muy bien el por que.

- Ya veo... Mandaré un telegrama a JJ informándole sobre nuestro retraso y que llegaremos lo antes posible.- se puso de pie y salió.

- Mencionaste al conde ¿Qué pasaba con el y Mila?- pregunto Otabek cuando se quedaron solos.

- La señorita que siempre le acompaña era amiga de Mila y Yuuri desconocía quién era ella de verdad... Supe eso cuando me quedé en su casa.- comento un tanto pensativo.

- Hay algo que no me cuadra en toda esta ecuación ¿Quién era la silueta? Y ¿Por que el conde Katsuki ha desaparecido?- Víktor vio al hombre y su sospecha.

- Lo del conde puedo responderlo yo, me comentó que saldría a un viaje de negocios al este de San Petersburgo.- disipó una duda y una sospecha.

- Oh, bueno eso explica muchas cosas.- bajo la cabeza- ¿Crees que encontremos respuestas?- cuestionó dudoso.

Víktor sonrió y no supo que decir, el hombre a penas tenía veintiún años y era normal que su mente dudara de todo y él en esos momentos no tenía una respuesta clara a esas dudas, Otabek salió dejando que Víktor pudiera descansar, sintió un ardor en su cuello proveniente de los pinchazos, había sentido el filo de aquellos colmillos blanquecinos y el crujir de la piel rompiéndose a su paso, le pareció ridículo haber visto el rostro de Yuuri antes de caer inconsciente, su mente de verdad le había hecho una alucinación muy fuerte por la pérdida de sangre, de no haber estado consientes de lo que pasaba pudo haber jurado que un hilo de sangre escurría por la comisura de sus labios los cuales estaban deformados por una sonrisa lujuriosa y diabólica, sonrió ante sus pensamientos ya que era algo imposible, Yuuri le parecía la persona más pura que había conocido antes y aunque el chico negó ser un ángel para el lo era.

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Tres días más pasaron hasta que Víktor pudo recuperarse por completo, había perdido tanta sangre que en un par de ocasiones al ir subiendo las gradas para su habitación se había desmayado por suerte nunca iba solo, en esos momentos estaban esperando el tren que los llevaría a San Petersburgo el cual iba con media hora de retraso, al abordar fueron a sentarse a su cabina y cerraron la puerta con pestillo bajando además las cortinas de las ventanas.

- Escuchen, no había comentado nada ya que mi padre estaba todo el tiempo con nosotros... JJ tiene un serio problema en Greenside y quiere nuestra ayuda, no solo vamos a ir a averiguar porque Phichit nos guio ahí.- comento Chris con la voz muy baja.

- Sea lo que sea es necesario ayudarle, el fabricó nuestras armas junto al viejo Yakov.- Víktor sonrió recordando aquel hombre gruñón que gritaba todo el tiempo.

- Opino igual, no le conozco pero no podemos dejar que personas mueran por esas criaturas.- dijo Otabek con seriedad.

- Nos enfrentaremos a un hombre lobo, uno que cambia cada luna llena y que es altamente peligroso... JJ no ha podido darle caza solo.- dijo el rubio muy serio.




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