Antes de que dé inicio esta Historia de proeza deportiva y espíritu de voluntad...
Tobira un niño de apenas cinco años se divierte yendo al Jardín de infantes de la mano con sus padres, Takeshi Kugawa un hombre de negocio, padre amoroso y esposo devoto, y Megumi Tanaka una maestra de grado de Tottori. El niño se balancea usando los brazos de sus padres como si fuera un columpio mientras canta alegremente.
Luego de caminar varias calles llegan al establecimiento donde las maestras dan la bienvenida a los niños con una sonrisa en sus rostros.
Takeshi y Megumi fieles a su amor por Tobira, besan su frente con la promesa de que lo vendrán a buscar para llevarlo a tomar helado y disfrutar del atardecer de la primavera.
Las horas pasan volando, los niños poco a poco son recogidos por sus padres mientras que Tobira espera a sus padres observando por la ventana como se pone el sol, finalmente llegan muy apresurados como si el tren que los debía traer al pueblo se hubiera atrasado.
Megumi: “Yo…amm…lo siento mucho maestra Isumi, nuestro transporte sufrió una avería y tuvimos que volver lo más rápido posible”— Inclina su cabeza en señal de disculpa
Megumi se acerca a su preciado hijo mientras su esposo continúa disculpándose:
Megumi: “Lo siento mucho mi amor, el sol ya se puso” — lo alza al pequeño entre sus maternales brazos
Ve un brillo de tristeza en sus ojos:
Megumi: ¿Pero sabes qué? ¿Hace mucho calor, porque no vamos con papa a tomar helado? — Intenta calmar a su hijo que al escuchar sus palabras salta de alegría
Tobira: ¿Y poder comer tres conos de helado?
Takeshi: “Oye oye con uno no te basta?” — Se acerca diciéndole a su hijo con una sonrisa, mientras toma de la mano a su esposa
Tobira: “Está bien, uno solo”— Refunfuña el niño
Esa noche la familia disfruta de una cena deliciosa, Tobira juega con su comida mientras su madre lo regaña, una llamada interrumpe la cena, Takeshi se levanta y camina hacia el teléfono:
Takeshi: “Si, Familia Kugawa ¿quién habla? “— pregunta con su mirada en Megumi y Tobira
Megumi mira a su esposo, muy preocupada por su rostro. Luego de unos breves minutos acaba la llamada y cuelga el teléfono, Takeshi se sienta en la mesa y le pide a Tobira que vaya a su cuarto que debe hablar con su madre.
Desde su cuarto, el niño se encuentra recostado a punto de dormir, pero la curiosidad lo llama a querer escuchar la conversación de sus padres. Con cuidado se asoma a la puerta, sin que se percaten:
Megumi: “¿Cuánto tiempo estaríamos fuera? No olvides que Tobira es apenas un niño, necesita de nosotros—se toma de la cabeza preocupada por la situación
Takeshi: “Lo sé cariño, es que fue muy repentino, mi madre hace tiempo que sufre de esta enfermedad, pero el que se haya agravado nos deja pensar que quizás no logre vivir para mitad de este año”
Sin comprender lo que sucede, el niño vuelve a la cama y cierra sus ojos. La puerta se corre silenciosamente, sus padres lo observan felizmente como ha crecido el niño.
Al día siguiente luego de que se hayan despedido, Tobira juega con su vecina Tohka de diez años quien se ofreció a cuidarlos en algunos tramos del día, y su madre por el resto del día como un favor a Megumi.
Por la noche, Mikasa la madre de Tohka mira la tv y teje con cuidado una sábana para Tobira, mientras ambos niños juegan en el cuarto de Tohka. En el canal que la vecina sintonizo surge una noticia con la premisa:
“¡INTERRUMPIMOS SU PROGRAMA FAVORITO PARA UNA NOTICIA DE ULTIMO MOMENTO!:
En la ruta 53 que une a la prefectura Tottori con la de Okayama ocurrió un accidente que involucra un camión de transporte y dos autos, se nos ha comunicado que dos pasajeros de uno de los autos, conductor y acompañante han fallecido en el acto mientras que el conductor del camión esta ileso y el del otro auto recibió heridas leves. Se desconoce el motivo del hecho, pero se ha reconocido los dos fallecidos, el conductor es Takeshi Kugawa de 32 años y Megumi Tanaka de 28 años, residentes de la Prefectura de Tottori…”
Impactada Mikasa solo apaga la TV incrédula, sin querer creer lo que acaba de ver, pero es tarde, Tobira ya se encontraba mirando la noticia detrás de ella…
***PARTE II***
Tres meses después…
Luego de lo sucedido, Mikasa pediría a los familiares del niño poder hacerse cargo de él, a su pesar aceptaron viendo la predisposición de la mujer para criarlo.