¡okushon! Viaje al viejo mundo Temporada 2

Capítulo XII: Animarse en la flor de la juventud

Al día siguiente, Steve camina por la avenida muy cerca del hotel y a su lado Urichia lo acompaña, ambos vestidos muy a la moda y con rostros nerviosos.

Las ropas les combinan y hasta podría decirse que hacen juego uno con el otro. Para Steve fue una decisión difícil ya que, a pesar de su muy buen aspecto, los gestos y aura de seguridad que emana, se siente como pez fuera del estanque cuando se trata de compartir una tarde con la chica que le gusta. Pero en ello interviene su madre con el conocimiento de lo que le gusta a una chica y aunque el joven se resiste a que le ayude, William logra convencerlo, así como todos los chicos del equipo de futsal.

Steve logró vestirse de la mejor manera posible con un pantalón de jean, camiseta azul y una camisa de un color negro que no desentona en lo absoluto. Y por supuesto arriba los ropajes de abrigo para las temperaturas bajas de esa época del año.

Por su parte, Urichia optó por un pantalón corto, medias que superan la altura de sus rodillas, un buzo holgado que le llega hasta por debajo de la cintura y también una campera de gran largo y bufanda. Sin embargo, cuando llegan hasta el centro comercial cuya temperatura permite un ambiente climatizado, se quitan los abrigos y quedan deslumbrados por lo bien que están vestidos. Steve queda boquiabierto y sin palabras. Su belleza lo deslumbra. Y Urichia, por su parte, solo exclama:

 

Urichia: “Te ves bien”

 

Sin embargo, se da media vuelta y piensa entusiasmada:

 

Urichia: “¡No puede ser, que bien se ve! ¡demasiado atractivo!”

Steve: “Entonces ¿A dónde quieres ir?”

Urichia: “¿Cómo?”

Steve: “Si, dime donde te gustaría ir”

Urichia: “Ahm, pues, en este centro comercial hay una tienda de carteras que he oído hablar que tienen una gran variedad”

Steve: “Vamos…entonces…”-dice avergonzado

Urichia: “Jejeje, oye, oye”-golpea levemente con su codo el brazo de Steve- “no estés tan tímido, disfrutemos de este día”- dice, pero por dentro es otra cosa- “¡que mal, que mal, tendría que actuar tímida y no tan descarada!”

Steve: “¡Jajaja! ¡¿tímido, yo?! ¡ven, que este sea un gran día para los dos”-se repone lanzando forzadas carcajadas

 

Urichia, mientras recorren los pasillos del centro comercial, encuentra la tienda que tanto esperaba ver y corre emocionada. Con gran velocidad observa cada una de las carteras. No deja cartera alguna sin ver. Steve sonríe al verla tan feliz y mientras, su corazón palpita muy rápidamente y se sonroja.

La chica se detiene y ve a Steve, a quien sonríe y le dice que vaya con ella para continuar recorriendo la tienda.

Tras esto, continúan caminando y a elección de la chica, Steve elige la próxima tienda a conocer. Entonces es cuando una frase la deja atónita y con su corazón en las mismas condiciones que él hace momentos:

 

Steve: “Me da igual la tienda si es contigo con quien la recorro”

Urichia: “¿Qué?”

Steve: “¿Huh?”-se da cuenta de lo que acaba de decir- “¡no, no, no espera, yo…hum!”

Urichia: “¡Jajaja, eso fue inesperado!”

 

Luego de eso, llegan al patio de comidas donde buscan el mejor lugar para degustar de los platillos regionales y también los de las cadenas de comida rápida mas conocidas en el mundo. Urichia se decide por un local de pastas y Steve a uno de carne de res con diferentes salsas a elección. De hecho, el patio de comidas está casi lleno y encuentran una mesa vacía de entre los montones que hay. Rápidamente Steve se apresura a capturar la mesa. Gracias a sus reflejos de arquero logra arrebatarle la mesa a un grupo de pakistaníes, entonces Urichia se acerca y en parte lo regaña por haber sido tan malo con esas personas.

Steve espera a que Urichia tome asiento como dicta su propia escala de valores donde respete a las mujeres, aunque fuera un donjuán enamoradizo. De hecho, solo ocurrió una sola vez, pero a ojos de Urichia, el chico es un donjuán interesante:

 

Steve: “Eso se ve delicioso”-elogia las pastas que seleccionó Urichia

Urichia: “¿Verdad? ¿quieres un poco?”- le ofrece con el rostro sonrojado

Steve: “¿P-Puedo?”-se siente avergonzado

Urichia: “Si quieres”

 

Urichia enrolla los fideos y con la otra mano debajo para que la salsa de tomate no se escurra y enchastre la mesa, acerca el tenedor hasta Steve. El rubio acerca su rostro y sopla un total de tres veces hasta que las pastas están a una temperatura templada para ser comida. Entonces abre la boca y come los fideos que le ofreció Urichia:

 



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En el texto hay: estudiantes, futbol soccer, torneos

Editado: 11.05.2024

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