En Watford, ciudad donde concentra el equipo argentino “San Lorenzo”, Tobira y su grupo llegan hasta el hotel con la mirada puesta en el partido por la semifinal del torneo. Después de haber conseguido el segundo puesto Okumi pudo acceder a la semifinal, pero frente a ellos se encuentra el mejor equipo de un país con raíces en el deporte rey tan profundas que no será sencillo.
El día está frio, pero el enérgico Tobira propone ir a un salón de juegos que alcanzó a ver cuando estaban de camino al hotel. Si, el mismo día en que llegan, pero con la intención de despejarse antes de iniciar el entrenamiento por la tarde.
William duda al comienzo, pero el profesor Hanamichi es quien lo convence con la excusa de que necesitan disfrutar un poco más de la ciudad y que quizás no podrían volver hasta dentro de unos años. William acepta y permite que vayan los que lo desean siendo Tobira y Miro los que lideran al grupo, también Urichia y Steve. Por su parte, Hideo se queda en cama con su pie aún hinchado y con pequeños dolores punzantes por lo que queda bajo el cuidado de su padre e Inosuke decidió descansar un poco por el viaje.
De cualquier manera, los más hiperactivos son los que deciden salir a recorrer las calles de Watford, una pequeña ciudad con grandes extensiones de tierra al norte de Londres.
William decide echar un vistazo al bar que se encuentra cerca de la sala de espera. Allí pide un té helado y se envía mensaje con Sara, su esposa, a quien le comenta que Steve está en camino a un salón de juegos arcade con unos miembros del equipo y el profesor Hanamichi. Ella le pide que le envíe saludos de su parte y que desea suerte para el partido de mañana.
Él sonríe y da un sorbo final a su té helado.
A su lado, un hombre se sienta y pide whisky escocés, entonces William gira su cabeza y ve que es John:
William: “¿Por qué adoptaste esa costumbre de aparecerte tan de repente?”
John: “No me culpes sino a las películas de…”
William: “Si, si, ya se. El famoso espía británico. ¿Y bien? No parece que hayas venido por curiosidad sobre si el whisky escocés es mejor que el irlandés”
John: “Jajaja, tienes razón, aunque el irlandés es mejor. El próximo equipo será contra San Lorenzo ¿los conoces?”
William: “No mucho, solo que es uno de los mejores de su país”
John: “Son los últimos campeones de liga, copa, y hace 2 meses ganaron la copa libertadores juvenil”
William: “Copa libertadores juvenil sé que es el torneo americano por excelencia”
John: “Ganar tanto en tan poco tiempo no es para nada común”
William: “¿Sí?”
John: “Ajá”-da sorbos al whisky- “pero no es el problema que sea un equipo que sabe lo que es ganar”
William: “Supongo que debe ser por algún jugador diferente”
John: “El futbol tiene equipos con jugadores, eso es obvio, pero cuando tienen alguna joya eso hace que sus características se potencien”
William: “¿Seguro que puedes contar esto?”
John: “Cállate y escucha. Es un defensor, su nombre es Lucas Rodríguez y a pesar de no tener estatura tan prominente, es alguien que sabe posicionarse y tiene fuerza de sobra. Curiosamente se parece mucho a Tobira”
William: “Es un defensor que sube al ataque ¿cierto?”
John: “No tiene gol, pero es alguien que arma jugadas como Hideo”
William: “Por lo que dices puede que sea una combinación entre Tobira y Hideo”
John: “Parece que ese chico será el más peligroso. ¿Se puede utilizar videos para analizar a ese jugador?”
William: “No es ilegal, pero tendrás que buscar esos videos desde tu parte”
John: “Seguro”
John da un último sorbo a su whisky y lanza un suspiro:
John: “Escucha, ellos llegaron con jet privados y ustedes en económico con esfuerzo de las familias y la escuela. Esta ayuda no viene para nada mal”
William: “Gracias John, de nuevo”
John: “Lo que hicieron en el partido contra los Wallabies fue maravilloso y la gente está apoyándolos, esa es mi razón para ayudarlos y apoyarlos. No los decepcionen ni a esos chicos”
William: “Por supuesto que no”
John: “Tenías razón, el irlandés es mejor”
***PARTE II***
En un salón de arcade cerca de la estación de trenes, Tobira, Miro y Steve corren de un lado hacia el otro, mirando como juega la gente y los juegos modernos, así como los clásicos. Su entusiasmo sigue siendo incómodo para los demás pero que se puede hacer, ellos son los más enérgicos y el alma del equipo. Son quienes impulsan al equipo cuando todo se encuentra en contra y eleva los ánimos.